FRANS DEWAAL /
ATE
Y FLOSOFOS La evoluci6n de la moral del simio al hombre
FRANS DE WAAL
PRIMATES /
YFILOSOFOS La ...
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FRANS DEWAAL /
ATE
Y FLOSOFOS La evoluci6n de la moral del simio al hombre
FRANS DE WAAL
PRIMATES /
YFILOSOFOS La evoluci6n de la moral del simlo al hombre
-
_
-".
~
c"-::= je la empatia emocional " .- =c:':' .: Iq
chas especies; la compasion solo se observa entre algunos gran des si-
tan robusta aiiterio~
mios. Las respuestas emotivas relacionadas entre S1que conducen a
los interlocutores
un buen comportamiento
primo lejano de la :~:l:""•
incluyen un altruismo redproco e inclu-
,.
des;; _,a;l
so un sentido de 10que es justo, si bien este ultimo es discutible, tal
en este punto, al C1 h':::,Ga:' Bit
como sefiala Philip Kitcher. Una vez mas, las formas mas complejas
ta». De hecho, ral .ccIICJiI:a
y mas sofisticadas de estos comportamientos motivados por las emo-
De Waal habla en.
ciones, tal como sostiene De Waal, se observan unicamente entre
esfuerzo humano po":
los simios y unas pocas especies mas: elefantes, delfines y capuchinos.
a los desconocidos: ~>L'''''-::J
Las respuestas emocionales son, segun De Waal, los componen-
cuando menos ciefT..2ii:!1CIIlII
tes basicos de la moralidad humana. El comportamiento
moral en-
~.lJ[J[
•
~t
como una especie dE .::,y de he-
: • ,12
IT:
=?O. precisamente
porque
::::-:-..:...;ie ~' la raz6n. :r: ;:::::.:..aciarideales normativos, to. .
=:ri§:e esre hecho que dibu-
r=i:',orrarniento u
~,':'=-QS han
«moral» mo-
observado en pri-
~, :,.::....-adas en la raz6n de 10s r ...:.s~cJ.ebas de imprenta fina~c-"-T- a que palabra de las dos Ie
.::e J:Dtarle las comillas. Gran
:k~ 2
nos.otros mismos y al res-
~c~e: planera se basa precisa-
.ie esre libro es el de ani-
lC~:::C6
~ __=-::.::e como manejarfan
esa
cr-c,: ';':: sieme a la mesa para pariiC'~~:..:.e?iensan
largo y tendido
e:
?=: comportamiento de 10s i.c",.:.:..:.=- ?iensan y se preocupan 1C!.::-.::....:2.ad humana.
La existen-
~.~ :-' ":'?O5 uaran al menos parc:.=.....:_
considera que la mora-
amabilidad que encontraba ocasionalmente en la sociedad humana.
l:::":: C:1-5
5CloCiales que compartimos
Huxley era plenamente consciente de que las leyes del mundo fisi-
L. :-__= ~
coralidad nos pertene-
co son inalterables. Sin embargo, crela que era posible mitigar y mo-
IIe;..::::::.c:: adoptada en un mo-
dificar su impacto en la existencia humana si la genre man tenia a la
u,:.:: ':'..L:.
c:: i.:.. evoluci6n social.
naturaleza bajo control. Asi, Huxley compar6 a los humanos con un
e:-:d rondo, no somos ver-
jardinero que tiene muchas dificultades para impedir que las malas hier-
•. !!..'::-=: i"h d
~ lL!::
es un revestimiento
bas se apoderen de su jardin. Consideraba que la etica humana cons-
egoista y brutal.
tituye una victoria sobre un proceso evolutivo ingobernable y terri-
=...=.::-",,:,::-.lleza
.::,=-inante de la moralidad
blemente desagradable (Huxley, 1989 [1894]).
Se trataba de una postura asombrosa por dos razones. En primer
desplazaba la etica
C--::"';I]
lugar, ponia freno deliberadamente ala capacidad explicativa de la evo-
independiente
luci6n.Dado
mano, Huxley en realidad estaba diciendo que 10 que nos hace
puesto a si mismo e:r:~ El curioso duafun,:' ..i: tI
humanos no podia ser abarcado por la teorfaevolutiva. S6lo pode-
leza y humanidad l:Ier:::;: ~
mos devenir morales oponiendonos a nuestra propia naturaleza. Fue
de respetabilidad
una batida en retirada inexplicable en alguien que se habia granjea-
saban en los contra:>-rC'S :::I!JOlIe'=
do la fama de ser el «el bulldog de Darwin» por su implacable de-
el superego, el Amor
T ~
)IQ
fensa de la evoluci6n. En segundo lugar, Huxley no dab a la menor
del jardinero y eljar2=.Je
it
pista sobre de d6nde podrfa haber sacado la humanidad la voluntad
en dos mitades simeIT).::<s.._
y la fuerza para derrotar alas fuerzas de su propia naturaleza. Si en
tabu del incesto
realidad somos competidores natos a los que no les preocupan los
violenta ruptura con
sentimientos de los demas, 2c6mo es que decidimos transformarnos
va, que culminaba er: .::.~
en ciudadanos ejemplares? 2Pueden las personas mantener un com-
manos de sus h.ijos I F:-::-J:.. :~
portamiento
surgiera de la renun~
que para muchos la moralidad es la esencia del ser hu-
atfpico a 10 largo de varias generaciones, como si de
(DC'S~,.:·!rm
gr.:lC:;·;;
.,4
&. _
y OIT2:5 ~ ..L "i"l.::iil
.i JC& III
repente un banco de pirafias decidiera volverse vegetariano? 2Cuan
la naturaleza y la cons:::-:..:c.::
profundo puede ser un cambio de este tipo? 2No nos convertirfa esto
[1930]).
en lobos con piel de cordero: amables por fuera y malvados por dentro? Esta fue la unica vez en que Huxley rompi6 con Darwin. Como
El heroico comba::;;:.~ tentan hacerla fracasar nante en la biologfa.
9
5~
I
0.::':3: liiiuI
sefiala el bi6grafo de Huxley, Adrian Desmond (1994, pag. 599):
AI declarar la etica em::::.,,: ••••.II!I
«Huxley estaba forzando su Arca etica contra la corriente darwinis-
cribi6 sobre las miser~
ta que tan lejos Ie habia permitido llegar». Dos decadas antes, Darwin habia induido de manera inequivoca la moralidad en la naturaleza
afirmaci6n de que la m:"~ dental del proceso eYo~
humana en El origen del hombre (1982 [1871]). Se ha achacado el
lidad accidental prodll.:::i'.::4.. ;::lJ
alejamiento de Huxley al sufrimiento que Ie caus6la cruel mana de
ceso bio16gico que no~
la naturaleza, que Ie arrebat6la vida de su amada hija, asi como a su
cualidad» (Williams, 1'l'S;~.~
necesidad de hacer que el despiadado cosmos darwinista resultara
~,b
'"""""11\01%
Despues de habet
CX?!IiClIII
aceptable para el publico. AI haber descrito la naturaleza como un ente
meJor para nosotros ~.prc'~
implacable mente cruel y salvaje, s6lo podia mantener esta postura si
quina de supervivencia t::::::::::moaJ
D,,~?Of dos razones. En primer
desplazaba la etica humana y la presentaba como una innovaci6n
,~d.:idad
independiente
explicativa de la evo-
("~c2d es la esencia del ser hu-
(Desmond,
1994). En resumen, Huxley se habla
puesto a SImismo en aprietos.
i:~:c:::do que 10 que nos hace
El curio so dualismo de Huxley, que opone moralidad y natura-
1.:. :;:-Or1aevolutiva. 5610 pode-
leza y humanidad frente a los demas animales, recibiria una inyecci6n
:::"':'~Lapropia naturaleza. Fue
de respetabilidad gracias a los escritos de Sigmund Freud, que se ba-
se habla granjea-
saban en los contrastes entre el consciente y el inconsciente, el ego y
por su implacable de-
el superego, el Arnor y la Muerte, etc. Como ocurria en el ejemplo
Hllxlev. no daba la menor ::: :];I
resentimiento y la ira, que buscan la venganza y el castigo, yaquellas
de la sancion moral como
emociones mas positivas y prosociales. Aunque en su epoca se co-
sea un componente del al:::-..::..siiIII
nodan pocos ejemplos de emociones morales en animales -de
los debates sobre la «recipD(Jt.-;"
que confiara en las historias de camellos marroquies-,
ahi
ahora sabe-
"
i 1:-:;;
nos sobre etica evolutiya.
ODI
lillIE!
mos que existen muchos paralelismos en la conducta de los prima-
putacion dentro de la conr--:,i..:1
tes. Tambien trata el concepto del «perdon» y como el gesto de po-
Resulta asombroso comp:oiJ.'-4
ner la otra mejilla es apreciado universalmente. Los chimpances se
por auto res contemporaneLlI5...::If!
besan y abrazan despues de pelearse, y estas supuestas reconciliacio-
ya estan presentes en
nes sirven para preservar la paz dentro de la comunidad (De Waal y
105
es.:r..::i:l~
Quiza la parte mas persp'iI.
7T
·1
Van Roosmalen, 1979). Existe una creciente bibliograHa sobre la re-
lla en la que trata de abor~
solucion de conflictos entre los primates y otros mamiferos (De Waal
emocion moral como marL _~
1989b, 2000; Aureli y De Waal, 2000; Aureli y otros, 2002). La re-
nes hay algo que trasciende
conciliacion puede no ser 10 mismo que el perdon, pero sin duda
do explica que estas emo...i·ont:$·
ambos esran relacionados.
nes no morales por su des;-~
.a.:lli
;Oi ?'JIl
Westermarck tambien ve la proteccion de otros frente ala agresion
generalidad» (Westermar.:::k, :~:
como el resultado de 10 que eillama «resentimiento compasivo», 10 que
ciones como la gratirud ~.-t:. :-:::lill:
implica que este comportamiento se basa en la identificacion y la em-
mente con el interes propio
patia con el otro. La proteccion frente ala agresion es comun en mo-
desea que se Ie trate-,
nos y simios, asi como en muchos otros animales que defienden a sus
ser morales. Las emociones
i':JIt.'1lI1:]I
parientes y amigos. La bibliograHa sobre primates ofrece descripcio-
la siruacion inmediata de
i..8C': Ii
nes extensamente investigadas de coaliciones y alianzas, que algunos
mas abstracto y desimeres.tti'll-CE
consideran el rasgo distintivo de la vida social de los primates y la
nerales sobre como se debc r:-.di:D
principal razon de que los primates hayan desarrollado sociedades
hablar de aprobacion y de:sap~c'0
-=tI
por
1'':)
gJlIi
C
J!:.-'S
::,ien no pueden
surgir, de la
;: :-;:-,:.::'-,::uparse por los otros y tener
tan complejas y cognitivamente ten, 1988; Harcourt
exigentes (por ejemplo, Byrne y Whi-
y De Waal, 1992; De Waal, 1998 [1982]).
Del mismo modo, las emociones
;:- ::-::1 ,- el mal.
retributivas
amables (.
r-.:..:-ieuna moralidad artificial, nos II ~::el
cooperativo
0
0
menos agresivo,
bondadoso que el resto realice la mejor tarea propagara
sus genes.
que las emociones simples,
En el proceso, no se especifica cual es la receta para el exito. La
:-_~ospequefios y animales socia-
seleccion natural puede dar lugar a un increfble espectro de orga-
i'~:::'J'Smas refinados que incluyen
nismos, desde los mas asociales y competitivos a los mas amables y
==, subyacentes
ala moralidad.
benevolos. Puede que este mismo proceso no haya especificado nues-
e:::::~:: reo alrededor de la continui-
tras normas y valores morales, pero nos ha dotado de la estructura psi-
~:::;: numanos y aquelIos de nues-
cologica, las tendencias y las habilidades necesarias para desarrolIar
si:-mos),pero presiento que es-
una brujula que tenga en cuenta los intereses de la comunidad en
1:
:l'5 ','
~."2cico
que terminara situando
e:=-. ::oemocional Ii";:::_
y
de la naturaleza
io hacen a 10 grande.
K ':':'a.ITO de esta senda en el ultiIf
,::,:'::sicterabala moralidad como
t5 ~:-21 ctescritos
~'~2das
como hipocritas?
del debate? ~O par que,
6:5 .:.:I" contra nuestra naturaleza &c':": ":!.~
La respuesta se halla en 10 que
-:-Jla.l que se dice que Ludwig
~:""-::::'c.2.ctas composiciones en uno I.::s:
:-ienados de toda Viena, tam-
p:-:..::~ de seleccion natural y sus ..::::::.s",,-::e en pensar que, puesto que , .::-:.-..:.;;:~ y despiadado
de elimina-
..:...::.::io criaruras igualmente crue-
r.
su conjunto capaz de guiarnos en la toma de decisiones vitales. Aqui reside la esencia de la moralidad humana.
Apendice A
ANTROPOMORFISMO Y ANTROPONEGACION
A menudo, cuando los visitantes humanos se acercan a los chimpanees de la Yerkes Field Station, una hembra adulta llamada Georgia (figura 8) camina apresuradamente hacia el grifo para recoger un poco de agua antes de que estos lleguen. Despues, Georgia se rri'ezcla de forma casual con el resto de la colonia, parapetada detras de la valla de su recinto al aire libre, y ni aun el mas avezado observador seria capaz de notar nada particularmente singular sobre ella. Si es necesario, Georgia espera varios minutos con los labios apretados hasta que los visitantes se acercan. Se suceden los gritos, las risas, los saltos y a veces las caidas cuando de repente Georgia les riega con el agua. Esta no es una mera «anecdota», puesto que Georgia realiza esta acci6n siempre de forma predecible; he conocido a unos cuantos simios capaces de sorprender a personas un tanto ingenuas ... y no tan ingenuas. Hediger (1955), el gran zoobi6logo suizo, cuenta que aun cuando siempre estaba preparado para enfrentarse a un reto similar y tras prestar atenci6n a todos los movimientos del simio, se vio empapado gracias ala acci6n de un viejo chimpance que se habia pasado la vida perfeccionando este pasatiempo. En cierta ocasi6n en la que me encontre en una situaci6n parecida con Georgia (esto es, me habia dado cuenta de que se habia ido ha-
."'-!
las explicaciones de 105 prim por que debemos evitae CIfr-=-1 Si bien nunca han ll~a emboscada espontanea en ~I
tos animales pudieran recibirll positivo para retener agua
CD.
~Que tendria de malo que: IB,I EI mensaje de los criticos dd. «Georgia no tiene run..,0lin pb.:'1
I~
do ala gente; Georgia s~ te que una rata». Asi, en
Georgia dentro de ella ~r :uriib.i!
FIGURA 8.
Georgia, la chimpance traviesa, fascinada con su propio reflejo en la len-
el origen de las mismas en
511'-
condiciona el componaro
••••••
propia y desagradable cet~ sido victima de la irresis:ribie ill
te de la camara. Fotografia del autor.
los humanos. jGeorgia es i:ooc:a cia el grifo y que se acercaba sigilosamente am!), la mire muy fijamente a los ojos y, mientras la apuntaba con el dedo, Ie dije en holandes: «iTehe visto!». Inmediatamente se alej6, dej6 caer parte del agua y se trag6 el resto. Con esto evidentemente no quiero decir que Georgia comprenda el holandes, pero si que debe haber sentido que yo sabia
10 que se traia entre manos, y que yo no iba a ser un blanco facil. Los cientificos que trabajan con estos fascinantes animales se encuentran en una situaci6n curiosa, al no poder evitar interpretar muchas de sus acciones en terminos humanos, 10 cual instantaneamente provoca las iras de fil6so£osy de otros cientificos, muchos de los cuales trabajan con ratas
0
palomas,
0
sin ningun tipo de animal. Inca-
paces de hablar a partir de su experiencia de primera mana, estos criticos deben sentirse muy seguros de si mismos cuando descartan
Pero ~por que dejar que -=11111!!! a un ser humano que ac:masr-
10 consideradamos responsabk. aun uno que pertenece a UBlu:1I Ie consideramos un mem mdas en el estimulo-respuesa? Eal lidad es tan dificil de probm-
c-.
ca se ha probado que 10$"'personas en este sentido. resuiID de presunciones tan opuesz:as~ lismo tiene sus origenes p:m:iIII EI dilema al que hoy poI'. ducta puede resurnirse en
:b.
las explicaciones de los primat6logos por antropom6rficas y explican por que debemos evitar caer en el antropomorfismo. Si bien nunca han llegado a mis oidos ejemplos de t:kticas de emboscada espomanea en ratas, 10cierto es que es concebible que estos animales pudieran recibir entrenamiento
a traves del refuerzo
positivo para retener agua en su boca y situarse entre otras ratas. ~Que tendria de malo que las ratas aprendieran a hacer algo asi? El mensaje de los criticos del antropomorfismo
va en la linea del
«Georgia no tiene ningun plan; Georgia no sabe que esra engaiiando a la gente; Georgia simplemente aprende cosas mas rapidamente que una rata». Asi, en lugar de buscar el origen de las acciones de Georgia dentro de ella y atribuirle una intenci6n, proponen buscar el origen de las mismas en su entorno y la forma en que ese entorno condiciona el comportamiento.
En lugar de ser la diseiiadora de su
propia y desagradable ceremonia de recibimiento, la simia habria sido vlctima de la irresistible fuerza de la sorpresa y la irritaci6n de los humanos. jGeorgia es inoceme! b....-.ncilre a mO, la mire fiuy fija-
Pero ~por que dejar que se vaya de rositas tan facilmente? ~Porque
bi illn eIdeclo,Iedije en holandes: ~'o. deja caer parte del agua y se
a un ser humano que actuase asi 10amonestariamos, arrestariamos 0
n~e no quiero decir que Georgia
aun uno que pertenece a una especie que tanto se parece a nosotros,
~cicbehaber sentido que yo sabia
Ie consideramos un mero instrumento pasivo de comingencias basa-
D ::;:-aa cabo bajo el control de ese
que un animal que pueda tener en mente sus prop6sitos, e incluso pen-
e:r-d.ITlOS decir entonces que el ani-
sar sobre c6mo alcanzarlos, ejerce un mayor nivel de control consciente
I un
prop6sito concreto? Depende
sobre sus movimienros que el que por ejemplo ejerce una arana, y por
E animal dirige sus movimientos,
10 tanto es un agente en un sentido mas profundo. Existe pues, como
le5: ins movimientos tienen un pro-
en algunos de los casos de De Waal, espacio para el debate sobre cual
con un prop6sito, pero en esta
seria la descripci6n intencional adecuada para una acci6n, porque
UCe5reprop6sito este presente en
es precisamente en este nivel donde comenzamos a afinar la des-
» que cuando intentamos ver la si-
cripci6n intencional de una acci6n en base a 10 que ocurre desde el
I _: __ 1 ,4Ul..1 ..Uldl Y
punto de vista del agente (1oslapsus freudianos constituyen un pro-
CI'.J!a
nos preguntamos que es
iDe que determina sus movimien-
blema para la aseveraci6n que acabo de hacer, pero por el momen-
b;e describirlos como dotados de
to dejaremos este punto al margen). Se da aqui una diferencia respecto
inge hacia la polilla atrapada en su
ala etapa anterior: cuando decimos que la arana estci «intentando
kio par el cualla arana ve a la po-
conseguir comida», no nos importa si eso es 10 que la arana piensa que
ria imenta atraparla? Pero enten-
esta haciendo. En el nivel de la arana, resulta natural que la descrip-
:n..iones de la arana, no tenemos
ci6n intencional del movimiento y su explicaci6n corran parejas.
CL;;;a.ndosobre aquello que inten-
Pero una vez que se abriga un prop6sito conscientemente,
la des-
cripci6n intencional de una acci6n debe captar dealgun modo el con un animal inteligente, no
punto de vista del agente. Esto es asi porque en este nivel asignamos
que riene un prop6sito concre-
una descripci6n intencional a la perspectiva del agente y tiene sen-
160 Iii:!"
Ie no
podriamos suponer que exis-
tido preguntar si el mono capuchino esta protestando contra una
'o....-urre cuando las percepciones de
injusticia,
h p"lilla },'una conciencia pura-
ello representa una mayor profundidad a la hora de decidir si una
:i:-'a ese algo como algo que quiere.
acci6n determinada es «intencional»
0 si
simplemente esta tratando de conseguir una uva. Todo 0
no.
1IiITr.'.1. se supone la posibilidad de
Sin embargo, algunos fil6sofos no creen que este sea el nivel de
conseguir 10 que se quiere y
intencionalidad mas profundo. En el nivel que acabo de describir, el
nmenre. Siempre se puede apren-
animal es consciente de sus prop6sitos, y piensa sobre c6mo conse-
ociJcionamiento, pero cuando so-
guirlos. Pero no elige perseguirlos. Los prop6sitos Ie son dados al
000
animal por sus estados afectivos: sus emociones y sus deseos, ya sean instintivos
0
aprendidos.
Aun en los casos en los que el animal debe
~Por que afirmo que esto ~ mas profundo?
En primer luga-...
ejemplo, si un macho qui ere em-
de juicios es tambien capaz de ta:i
parejarse con una hembra pero otro macho mas grande se acerca y
posito final, no porque hay-a 0D:l
quiere evitar una pelea-la
porque estima que llevar a cabo c:l
elegir entre dos propositos
-por
eleccion Ie viene dada por la fuerza de sus
estados afectivos. El temor que el primer macho muestra ante el ma-
to esti mal. En un celebre
cho mas fuene es mas fuene que su des eo de emparejarse.
ca, Kant argumentaba
el animal persigue viene determinado
El fin que
por sus deseos y emociones.
fraguK
que so•••
tros mas urgentes deseos naUlJ"3ia;
que
vida y de garantizar el bienest:ll" 4
creen que es posible un nivel de evaluacion y por tanto de eleccion
tar llevar a cabo una accion e:nU
Los seguidores
mas profundo.
de Kant se encuentran
Ademas de preguntarnos
remos, tambien podemos preguntarnos ficientemente La pregunta
entre los filosofos
como conseguir
10 que
si desearlo es una razon
buena como para actuar de una determinada no afecta unicamente
que-
10 su-
manera.
a si la accion es un modo efecti-
hombre
al que su rey ordell2 m
inocente de la que el rey quiere ~ do a muerte y de ver a su
familia.
que, aun cuando nadie podriadl
vo de conseguir nuestro objetivo, sino, aun cuando asi sea, si nues-
esa situacion,
tro deseo de conseguir ese finjustifica nuestros actos. Evidentemen-
hacer 10 que esti bien.9 Ahara hila
te, Kant es celebre por pensar
nuestros propositos
pregunta
que el hecho de plantearnos
esta
sobre una accion adopta una forma concreta: formulamos
debemos ser cap3'i
cuanda no -
adecuados, entonces tambien
00
10 que denomino una maxima (lfOS instintos de dominantes y
~-;-'e::e.
considero que el fen6meno de
'f"- ~Ca para la btisqueda del origen evo~l=
;leber, tal como propuse en The
:zs:. :m::bien
Freud, Civilization
sobre 10 que debemos hacer y como debemos
ser.15 Darwin teoriza que 1acapacidad para el autogobierno normativo surgio de 1adiferencia entre como nos afectan nuestros instintos socia1esy como nuestros apetitos. E1efecto de 10sinstintos sociales sobre 1amente es constante y produce calma, mientras que el de 10s apetitos es episodico y brusco. En consecuencia, 10sanima1es socia-
and its
1':'::-~ ::-ad. cast.: EI malestar de la cultuIt ;::.~irulo
VII. Para Nietzsche, vease
D:C House, 1967, especialmente el en-
•• .\.!i.irid, Tecnos, 2003).
15. Adam Smith, The Theory of Moral Sentiments (1759), Indianapolis, Liberty Classics, 1982 (trad. cast.: La teoria de los sentimientos morales, Madrid, Alianza, 2004).
les se yen sometidos a frecuentes tentaciones que les impulsan a vio-
10 acompafia es probablememeel
lar sus instimos sociales a favor de sus apetitos, como por ejemplo
uso adecuado de esta capacicbd
cuando una hembra descuida a sus crias mientras copula. Nos resulta familiar la sensacion de que satisfacer un apetito concreto pa-
bre 10 que debemos hacer y 3CD cuentra la esencia de la mora.li<W.
rece mas importante en el momenta mismo del acto mas que cuan-
del bien. De modo que no esroy4
do ya 10 hemos satisfecho. De manera que cuando las facultades mentales de un animal social se desarrollan hasta el punto de que
ma que «en lugar de intemar qu£ hacen los simios, hemos desarrul
puede recordar haberse rendido ala tentacion, Ie parecera despues
valor de la comunidad y ellugil
que no merecia la pena y evemualmente aprendera a comrolar tales
tener sobre nuestros intereses
impulsos. Darwin sugiere que nuestra capacidad para estar motiva-
vado esta cuestion mucrusimo
dos por la apremiante nocion del «deber» se origina en este tipo de
cual nosotros tenemos sistemas I
experiencias.16
ferencia no es meramente una La habilidad para acrnar
I
u.
D
0
1DI
una diferencia precisameme po En un ensayo titulado «Conjeturas sobre los comienzos de la his-
denomina una diferencia a sail
toria de la humanidad», Kant teorizo que la forma de autoconcien-
por principios y valores es ma,
cia que subyace en nuestra autonomia podria tambien jugar algun pa-
bernada por el instinto, el deSC
pel en la explicacion de alguno de los otros atributos distintivameme
te y sociable que esta ultima
humanos, incluyendo la cultura, el amor romantico y la capacidad
bre el hombre que decide enfrc
de actuar guiados par el propio interes. Otros filosofos han observado
falso testimonio es propia de u
la conexion existeme entre este tipo de autoconciencia con la capa-
en nuestra vida diaria vemos
cidad para ellenguaje. No puedo abordar estas cuestiones aqui, pero
sobre como del;>emoshacer las
si esran en 10 cieno, serian prueba de que solamente los seres hu-
mente tratamos de estar ala ••
manos poseen esta clase de autoconcienciaY
Los seres humanos nos esfon
Si esto es cierto, entonces la capacidad para el autogobierno normativo y el control de las intenciones en un nivel mas prof undo que
SIC
2J
responsables y valientes ann eI cuando un simio sea en oca.sil
no es porque crea que debe se 16. The Descent of Man, pags. 87-93 (trad. cir.). 17. «Conjectures on the Beginning of Human History» (1786), en Kant, Political Writings, 2a ed., Hans Reiss (camp.), Cambridge, Cambridge University Press, 1991.
esfuerzos que realiza un adoles manifestacion de la tendencia do por ideales mas que empu
I
lemaciones que les impulsan a vio-
10 acompafia es probablemente especifico del ser humano. Yes en el
de
apetitos, como por ejemplo
uso adecuado de esta capacidad (la habilidad para formar juicios so-
crias mientras copula. Nos re-
bre 10 que debemos hacer y actuar en consecuencia) donde se en-
5US
SU5
~s.uisfacer un apetito concreto pa-
cuentra la esencia de la moralidad, no en el altruismo
uw mismo del acto mas que cuan-
del bien. De modo que no estoy de acuerdo con De Waal cuando afir-
n.mera que cuando las facultades
ma que «en lugar de intentar que nuestras relaciones mejoren, como
ri.::sarrollan hasta el punto de que
hacen los simios, hemos desarrollado ensefianzas explicitas sobre el
a La (emacion, Ie parecera despues
valor de la comunidad y ellugar precedente que tiene
rimeme aprendera a controlar tales
tener sobre nuestros intereses individuales. Los humanos hemos lle-
ae::.-ua capacidad para estar motiva-
vado esta cuestion muchisimo mas lejos que los simios, razon por la
I •deber» se origina en este tipo de
cual nosotros tenemos sistemas morales y ellos no» (pag. 54). La di-
0
en la busqueda
0
que debe
ferencia no es meramente una cuestion de grado. La habilidad para actuar motivado por un deber no constituye una diferencia precisamente pequefia. Representa 10 que De Waal nrras sobre los comienzos de la his-
denomina una diferencia a saltos. Una forma de vida gobernada
mo que la forma
por principios y valores es muy diferente a una forma de vida go-
de autoconcien-
mia podria tambien jugar algun pa-
bernada por el instinto, el deseo y la emocion, por muy inteligen-
orros atributos distintivamente
te y sociable que esta ultima sea. La historia que contaba Kant so-
d amor romantico y la capacidad
bre el hombre que decide enfrentarse a la muerte antes que prestar
~
Orras fJ.1osofoshan observado
falso testimonio es propia de un drama moral en toda regIa, pero
po de auroconciencia con la capa-
en nuestra vida diaria vemos analogias constantes. Tenemos ideas
k..'lS
~,rdar
estas cuestiones aqui, pero
sobre como de~emos hacer las cosas y comportarnos, y constante-
~. de que solamente los seres huoo..:iencia.1"'7
mente tratamos de estar a la altura. Pero los simios no viven asi.
pKidad para el autogobierno nor-
responsables y valientes aun en circunstancias adversas. Pero aun
DC:S
en un nivel mas prof undo que
Los seres humanos nos esforzamos por ser honestos, educados, cuando un simio sea en ocasiones cortes, responsable
0
valiente,
no es porque crea que debe serlo. Aunque sea algo primitivo, los '::-i=an History» (1786), en Kant, PoIF - Cambridge, Cambridge University
esfuerzos que realiza un adolescente para estar a la ultima son una manifestacion de la tendencia del ser humano a vivir su vida guiado por ideales mas que empujado por merosimpulsos
y deseos.
Sufrimos enormemente
cuando nos autoevaluamos, y en conse-
cuencia desplegamos comportamientos
malvados y enfermizos.
to de los animales si pensamos
ell
I
nosotros mismos. Es imporrante.
Esto es parte de 10 que queda decir anteriormente cuando afirme
cias que acabo de describir ddu
que los seres humanos aparentan estar psico16gicamente danados
comodidad, sino todo 10 conIDlll
de un modo tal que sugiere una ruptura con la naturaleza. Pero
cuenta la historia de un mono c
nada de esto quiere decir que la moralidad sea una fina capa que
objetos contra un observador hum
recubre nuestra naturaleza animal. Es precisamente 10 contrario:
jetos, el capuchino cogi6 un:a.D
el cara.cter distintivo de la acci6n humana nos dota de una forma
humano. De Waal obserya que
de estar en el mundo completamente diferente.
considerar a 10sseres pertenecieu
I
Lo que quiero decir no es que los seres humanos vivan sus vidas
jetos ambulantes».18 Pero nin;OUI
sobre la base de principios y valores y sean siempre nobles y que el res-
a quienes pertenecen a especies d
to de animales no 10hagan y sean por tanto viles. La singularidad de
que la nuestra; somos la Unica elif
la acci6n humana es Fuente de nuestra capacidad para ejercer el mal
esta mal. En tanto que seres c:ap.a::a=
10 mismo que para ejercer el bien. Un animal no puede ser juzgado
siderarnos responsables de nue51
ni ser considerado responsable por haber seguido un impulso. Los ani-
capaces de preocuparnos per 10 tI
males no son viles: simplemente, estan mas aHa de todo juicio mo-
que podemos conseguir para I10KI
ral. Estoy de acuerdo con De Waal en que al decir que una persona
de tratar al resto de 10sanimaks
que actua con maldad actua «como un animal» (O!i1. :'
vista como una fina capa que recubre la naturaleza que compartimos con otros mamiferos sociales.
podria conducirnos, tal
a::::natorma de moralidad que es i[J:)ria evolutiva en tanto que ma-
:f:.o proceso racional) permitiria. ~~"ocado como De Waal sugie-
En 1993 cofunde, junto ala italiana defensora de 10sderechos de 10s
~o
de razon cuando (en un pa-
animales Paola Cavalieri, el Proyecto Gran Simio, una iniciativa in-
k-nemable ejemplo de la teoria u..:...-:.icos que, en la Tierra, pode-
ternacional que tenia por objeto conseguir que se respetaran 10sderechos de 10sgrandes simios. El proyecto fue simulraneamente una 9. Richard Dawkins, The Selfish Gene, Oxford, Oxford University Press, 1976, pag. 215 (trad. cast.: El gen egoista, Barcelona, Salvat, 2000).
idea, una organizacion y un libro. Ef proyecto «Gran Simio»: fa iguaf-
lanza contra los defensores de
dad mds alld de fa humanidad
apendice C. Sin embargo, de nuewl
incluye trabajos de filosofos, cientifi-
105
de los grandes simios, como
que De Waal y yo tenemos en com
Jane Goodall, Toshisada Nishida, Roger y Deborah Fouts, Lyn
tido de la realidad del dolor anim
White Miles, Francine Patterson, Richard Dawkins, Jared Diamond
cion de quienes sostienen que es :stamostan vinculados a L- 12-13 .c05 ffi losjuiciosmorales, 129 L"-O compartidas en discuo,c.,;::s 5Obre,11lr:;:fiJad hente a emociones / £;,,;jQones,83-86 I::::cmalismoy el «sefiuelo de L-::e-Srnith», 160, 168-169, ila::c ;;,;nlbiinAltruismo psico-
Neurociencia: estudio de las representaciones compartidas entre el yo y los otros,219-220 y teorla naturalista de la moralidad humana, 84, 183-187 Nietzsche, Friedrich, 137, 114n 14 Nifios, desarrollo de la moralidad en, 85-86 Nishida, Toshisada, 190 No humanos, animales: antropomorfismo en las explicaciones de su comportamiento, vease Antropomorfismo debate sobre la moralidad humana como algo distinto de 0 continuo respecto a, 15-22, 31, 3846,81,115-116,132,136-137, 150-153, 177-179, vease tambien Intencionalidad;Moralidad, nivelesde;Altruismopsico16gico) derechos, vease Derechos de los animales empatia, vease Empatia inte.ncionalidad de, vease Intencionalidad motivaci6n en relaci6n al interes propio,136 primates, vease Primates reciprocidad entre, vease Reciprocidad tenidos en alta estima por Hume, 96 O'Connell, S. M., 56 Origenes de la moralidad: comparaci6n entre teorias de la capa y naturalista, 47
continuidad 0 diferencia entre humanos yanimales, 15-22,31, 38-46,81,115-116,132,136137,150-153,177-179, vease tambien Intencionalidad; Moralidad, niveles de; Altruismo psico16gico en Freud y Nietzsche, 114n 14 en Smith y Darwin, 147-151 teoria de la capa, vease Cap a, Teoria de la, de'la moralidad humana teoria naturalista de la capa, 116, 128-130 teorla naturalista de, vease Teoria naturalista de la moralidad humana y evoluci6n cultural, 172-175 yevoluci6n, adecuaci6n de las teorias de De Waal respecto de, 155-160,164-165,175 Paradigma del adivinador-conocedor,99 Parfit, Derek. 133 Patterson, Francine, 190 Perd6n,44 Perspectiva, toma de, 99-103 Plat6n,179 Premack, D., 57, 99 Presi6n social, 210-215 Preston, S. D., 64 Primates: altruismo en, 222-223, vease tambien Altruismo antropomorfismo en explicaciones del comportamiento de, vease Antropomorfismo
ayuda focalizada en simios y monos, 67-68 chimpances, vease Chimpances coaliciones y alianzas entre, 44 comunicaci6n emocionalmente mediatizada entre, 50~56 consuelo en simios y monos, 5963 cuidado parental y evoluci6n de la empatia, 49-50 empatia en, vease Empatia macacos, vease Macacos migraci6n intergrupal entre, 41 monos capuchinos, vease Monos capuchinos monos rhesus, vease Monos rhesus moralidad humana, vease Moralidad. preocupaci6n por la comunidad entre, 82-83 reciprocidad y justicia en, 69-77 resoluci6n de conflictos en, 44 respuestas a la angustia en simios y monos, 55-60 Viase tambien Simios Principio de la economia antropom6rfica, 126 Protecci6n frente ala agresi6n, 44 Proudhon, Pierre-Joseph, 203-204 Proyecto Gran Simio, 189~190, 193 Psicologia de la evoluci6n, 116 Racionalidad / raz6n: celebrada en Occidente, 30 en los juicios morales, frente a emociones / intuiciones, 8386
humana como parcialmente ilusoria, 221-222 yautoconciencia, 147 y moralidad, 182-189,215-217 yTeoria de la Capa, 132-133, vease tam bien Egoismo / interes proplO Rawls, John, 27-29, 214-215 Reciprocidad: componente basico de la moralidad, 46 componente basico de la teoria naturalista de la moralidad humana, 81 definiciones de, 38 entre chimpances, 69-71, 210 indirecta, 45, 215 justicia y, 69-77 RegIa de Oro y moralidad humana, en el centro de, 77 Reconciliaci6n,44 Relativistas morales, 12 Religi6n, 12-13, 219n Resentimiento compasivo, 44 Respuestas, comportamientos emocionales: Empatia, vease Empatia expectativas y justicia, esrudio de las, 71-77 moral, definici6n de, 45 no-humanas, 15-16, vease tambien No humanos, animales racionalidad en los juicios morales,83-86 raz6n y rama de decisiones, relaci6n con, 43 reciprocidad retributiva, 43-46, 71
I:L..i.:I.:.l 1IJ1'C1.l.
como parcialmente .221-222
ilu-
lIlIToconciencia, 147 lIIlIO:-ilidad,182-189,215-217
ve-
e:,ria de la Capa, 132-133, ~ :.xmbiin Egoismo / interes
p!i°"PIO
i..kJ.im. 2'-29,214-215 FCadad: ~-"onenre bisico de la morali-
tendencias en Occidente ala hora de clasificarlas, 29-30 y comunicaci6n entre primates no humanos, 50-55 y la moralidad humana, origenes de, 16, 30-31, vease tambien Moralidad y lenguaje antropom6rfico, 125, 129 Ruse, Michael, 158n
117-
k.41J IIJ?O'fllC'me bisico de la teoria nam.:-ilisra de la moralidad huIlt:r ••. 81 iI:;..:i.ones de, 38
Selecci6n, proceso evolutivo de, vease Selecci6n natural
R:.::himpances, 69-71, 210 ir.:-.::.a. ~ 5, 215
Selecci6n natural:
Ii...:. :.. 69-77
~ cr,.: Oro y moralidad II;L
huma-
en d cenrro de, 77
c;,,-,;on.
Dc. :.2-13. 219n
humana,81
emo-
~:
~ riase Empatia c..·::.•.iydS :. justicia, esrudio de iii. -i.--
emocionales
yes-
trategicas para el comportamiento, dificultad para diferenciar, 117-124 rechazo por parte de Huxley para explicar la moralidad, 36, vease tambien Teoria de la Capa de la moralidad humana y el error de Beethoven, 86-87 Vtase tambien Evoluci6n. Seyfarth, R. M., 95 Shaftesbury, Conde de, vease Cooper, Anthony Ashley. Shanker, S. G., 49 Sidgwick, Henry, 133
utilizaei6n en investigaciones
me-
dicas, 108-111 y humanos, comparaci6n de niveles de moralidad, 209 Vease tam bien Primates. Singer, Peter: conclusiones, similares a las de De Waal, 207 el circulo de la moralidad de De Waal y la extensi6n de la moralidad a los animales, 17-
como componente basieo de la tearia naturalista de la moralidad
liar, 39-41 motivaciones
D:::-_'emocompasivo, 44 .:ornporramientos
vease Selec-
como Fuente de la bondad humana,14,87 de grupo versus individual y fami-
44
ri:.~ morales, 12
~
Selecci6n de parientes, ci6n natural.
Simios: bonobos,101-103 chimpances, vease Chimpances estatus especial, 108-110, 196-197 teoria de la mente en, 99-103
18 la afluencia incrementa ci6n,204n
la obliga-
perspectiva imparcial / desinteresada, significado de, 213 problemas de la vagoneta, 20 Teoria de la Capa, defensa limitadade, 217-218 todas las formas de dolor son igualmente relevantes, 204 Smith, Adam: autogobierno,
significado
moral
de la capacidad para, 148 capacidad empatica, descripci6n
de, 57 espectador
imparcial,
46, 181,
184, 193 sobre la compasi6n, 40, 79, 159160, 168-169 Sober, Elliott, 36, 166n Socialidad, humana, vease Humanos / naturaleza humana.
Solidez Absoluta, Teoria de la, 158159,207 Teoria de la capa naturalista de la moralidad human a, 116, 128-130 Teoria de la Mente, 19-20, 57, 63, 99-103 Teoria Naturalista de la moralidad humana: comparaci6n con la Teoria de la Capa,47 distanciamiento de los bi610gos evolutivos y el error de Beethoven, 86 emociones versus racionalidad en los juicios morales, 83-86 emparia y reciprocidad como componentes basicos de la moralidad, 46, vease tambien Emparia; Reciprocidad preocupaci6n por la comunidad como elemento de, 82-84, 87 una de las escuelas en el debate sobre el origen de la moralidad, 14-17,81-82, 115-116, 127 Westermarck y los origenes de la moralidad, 42-46 Teorias del espectador, 20 Thomas, Marshall, 94 TM, vease Teoria de la Mente Trivers, Robert L., 37, 71, 160n Vagoneta, problemas de la, 20-21, 184-187
Wechkin, S., 55 Westermarck, Edward: compasi6n como emoci6n natural, 79 emoci6n amable retributiva, dasificaci6n de la gratitud como, 71 emociones retributivas, enfasis sobre,77 justicia desinteresada, 76-77 sentimientos morales yemociones no-morales, distinci6n entre, 180 sentimientos y emociones morales como algo natural, 25 sobre los origenes de la moralidad, 42-46,47 Williams, George c., 33,47 Williams, J. H. G., 63 Wilson, David Sloan, 36, 166n5 Wilson, E. 0., 158n, 224 Wilson, Edward, 47 Wise, Steven M., 105 Woodruff, G., 57,99 Wright, Robert, 16-19,35,47,208, 210,217 Yerkes, R. M., 55 Yeroen, 121
«Es el animal que lIevamos dentra»,ofmos con frecuencia cuando actuamos mal, pera GPorque no decimos 10mismo cuando actuamos bien? Primates y fi/osofos aborda esta cuesti6n explorando los fundamentos biol6gicos de uno de los rasgos mas preciados del ser humane: la moralidad. En este sugerente libro, el primat610go •• sostiene que, al hacer hincapie en nuestros genes «egofstas»,la biologfa evolutiva moderna adolece de una visi6n poco favorable del mundo natural. Asf, la ciencia ha exacerbado nuestra costumbre de culpar a la naturaleza cuando actuamos mal y de calificar de «humanas» nuestras buenas acciones. AI buscar el origen de la moralidad humana no en la evoluci6n sino en la cultura, la ciencia insiste en que somos morales por elecci6n, no por naturaleza. Basandose en sus amplias investigaciones sobre el comportamiento de los primates, De Waal explica que pracedemos de un largo linaje de animales que se preocupan por los debiles y que cooperan entre sf mediante transacciones recfprocas, 10cual demuestra que existe una fuerte continuidad entre la conducta humana y la animal. Primates y fi/osofos es un Iibro que fascinara a todos aquellos que se preguntan por los orfgenes y el alcance de la bondad humana .
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