para se l mundo
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para se l mundo
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El medio ambiente debería ser la cuestión más importante de nuestra era. Las amenazas que sufren nuestros espacios naturales deberían ser nuestra principal preocupación porque determinarán tanto nuestro futuro como el del resto de los seres vivos del planeta. Proteger el medio ambiente es fundamental para la salud del globo, algo que, por suerte, está calando en los círculos con poder político y económico en los que se toman decisiones esenciales. La situación del medio ambiente en su conjunto es grave, pero no es ni mucho menos desesperada. En los Últimos años el problema del cambio climático ha cobrado protagonismo político, pero el quid de la cuestión está en cambiar la forma irresponsable e imprudente como gestionamos nuestro entorno natural común: la atmósfera, los mares, la pesca, la ganadería, los bosques, la energía, los transportes y todo aquello que se ve afectado por la actividad humana. A pesar de los problemas más evidentes, se abren también ante nosotros multitud de oportunidades; la reestructuración económica que debemos acometer podría reportarnos enormes beneficios. Y es que si no reordenamos nuestras prioridades medioambientales y económicas, el próximo siglo será verdaderamente funesto. Este libro trata sobre lo que podemos hacer a título personal en nuestra vida cotidiana, lo cual lo convierte en una valiosa fuente de inspiración. Asesorado por investigadores de primera línea, Johan Te11 nos presenta una infinidad de pequeñas acciones que podemos realizar sin grandes esfuerzos, gastos ni molestias. La mayoría de sus propuestas son positivas no solo para el medio ambiente sino también para nuestro cuerpo, nuestra alma y para el presupuesto familiar. El primer paso para lograr un futuro sostenible consiste simplemente en ampliar nuestro conocimiento y profundizar en
nuestra comprensión del tema. Una vez hecho esto, el paso que conduce hacia el compromiso y las acciones concretas no será especialmente grande ni difícil. Si logramos modificar nuestros hábitos diarios, también habremos mejorado significativamente nuestro estilo de vida, y eso nos abre una puerta que nos permitirá realizar cambios políticos, económicos y sociales de mayor trascendencia, imprescindibles si nosotros y la Tierra queremos sobrevivir a la par. Considero esta obra como una de las más incondicionales e inspiradoras que he leído durante mi dilatada carrera en el movimiento ecologista. Alienta la esperanza y fomenta la acción. Espero que el libro de Johan Te11 llegue a un gran número de lectores y que estos se animen a poner en práctica los consejos que se dan, que no dejan de ser ideas sencillas y concretas. Solo si actuamos unidos podemos crear un futuro común, y gran parte de la tarea está aún por hacer. Sin embargo, sin obras que nos inspiren, como el libro que tenemos entre las manos, no caeríamos en la cuenta de que esta tarea no debe dejarse únicamente en manos de los expertos. Todos los esfuerzos son importantes y ninguno es demasiado pequeño. Este libro es una invitación a que cada cual aporte su granito de arena.
Lars Kristoferson Secretario General del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) en Suecia
Ha - llegado e i momento. Caí en la cuenta el 17 de diciembre de 2006 cuando vi en mi jardín de Suecia flores primaverales donde debía haber nieve. Aquel día fue para mí un punto de inflexión, el momento en el que me convencí de que debía tomar un camino distinto al acostumbrado. Había estado en un hotel glaciar que no conservaba ni rastro del glaciar, había visto un desierto inhóspito donde supuestamente debía haber vegetación y había tenido que llevar en brazos a mis hijos por tierras inundadas en Asia. Pero aquel día lo vi claro. Había llegado el momento. El momento de hacer algo por nuestro maltrecho medio ambiente, por nuestro futuro. Actualmente la mayoría de los científicos más influyentes admite la relación existente entre unas condiciones climáticas extremas y el efecto invernadero. Ya en 1896 el químico sueco Svante Arrhenius conjeturó que los cambios en los niveles de dióxido de carbono de la atmósfera podían alterar de manera sustancial la temperatura de la superficie terrestre mediante el hoy bien conocido efecto invernadero. Más de un siglo después, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático de Naciones Unidas calcula que si los niveles de dióxido de carbono de la atmósfera se duplican, la temperatura media aumentará cuatro grados. Arrhenius calculó que se tardaría unos tres mil años en llegar a esa situación, pero en su época no podía prever la explosión demográfica mundial ni el aumento del consumo de energía por cápita que tendría lugar. Hasta el año 2006 el grupo de Naciones Unidas no consiguió que sus miembros más escépticos aceptaran los descubrimientos científicos que demuestran que los gases que retienen el calor en la atmósfera «han aumentado de forma considerable como resultado de la actividad humana» y que los síntomas del calentamiento global «son inequívocos, tal como se desprende
de las observaciones sobre.la subida general de las temperaturas del aire y del mar, el deshielo cada vez más generalizado y el aumento del nivel medio del mar». No obstante, todavía hay quien duda de esta correlación y señala que fenómenos naturales como las erupciones volcánicas o las manchas solares podrían explicar las variaciones térmicas, que el clima siempre ha experimentado cambios y que seguirá haciéndolo. Existen también unos pocos que todavía dudan de que el ser humano pueda condicionar el clima. Incluso la Administración Bush admitía que el efecto invernadero constituía un peligro para algunas especies como el oso polar. La verdad es que el estilo de vida americano, una amenaza en ciernes para el planeta y un modelo cada vez más imitado por los europeos, se basa en gran medida en los automóviles, la comida basura y los materiales desechables. El estadounidense medio pasa más tiempo al volante de un coche que de vacaciones. ¿Por qué no ha de poder cuestionarse un estilo de vida como este? Además de ciertas excentricidades climáticas, la publicación en 2006 del Informe Stern reactivó el debate medioambiental. En él sir Nicholas Stern presentaba una estimación de los costes económicos directos derivados del cambio climático. El informe calcula que la producción económica global caerá entre un 5 y un 20% a menos que se impongan medidas contundentes para reducir las emisiones de carbono, lo cual podría suponer unos beneficios económicos de 2,5 billones de dólares anuales. Pero tal vez el precio del cambio climático sea menos importante que el mero hecho de que el cambio climático tenga un precio. Sir Nicholas, respetado ex economista jefe del Banco Mundial, es una personalidad educada y bien vestida que no proclamó su mensaje a gritos, encadenado a un árbol y repartiendo panfletos impresos en pañales reciclados, y
su público no iba vestido de lino ni calzado con sandalias anatómicas, sino que estaba formado por economistas, financieros y directivos de empresas de gran prestigio de todo el mundo.
sentirse en la esfera económica mundial, el mercado aguzó el oído y surgió un debate más amplio sobre capitalismo verde, crecimiento inteligente y el modo en que las empresas pueden contribuir a no alterar el clima reduciendo sus emisiones de carbono, compensando las que emiten con la compra de derechos de emisión o plantando árboles. Las cuestiones medioambientales se filtraron desde las asociaciones de vecinos hasta las salas de juntas de las empresas para derivar en monográficos de
N e w s w e e k y T h e E c o n o m i s t . Parecía que finalmente el movimiento ecologista y el mercado se movían en la misma dirección. Además de buscar la reacción de las fuerzas del mercado, el Informe Stern destacaba el papel que desempeñan los políticos. Este estudio se realizó a petición del Gobierno británico y Tony Blair dijo de él que era «el documento más importante sobre el futuro» que había leído desde que era primer ministro. Sin duda fueron factores externos los que impulsaron a Blair a solicitar el informe. Al menos en cierta medida decidió ocuparse de las cuestiones medioambientales porque son importantes para los habitantes de su país. Por tanto, lo mejor que podemos hacer para el medio ambiente no es comprarnos un coche ecológico, reciclar el periódico o adquirir bombillas de bajo consumo. La forma más eficaz de dar un paso adelante es manifestar a nuestros políticos que deseamos que las cuestiones medioambientales se traten al más alto nivel. Eso sí, a la vez que nos comunicamos con los dirigentes políticos podemos introducir pequeñas modificaciones en nuestros hábitos; serán nuestro granito de arena para los grandes cambios. Estas modificaciones pueden conllevar resultados inmediatos, como la reducción del consumo energético y los residuos, o a largo plazo, como hacer las señales pertinentes a los políticos de nuestra ciudad, el Parlamento y la Unión Europea para que sepan que cuentan con el apoyo necesario para luchar por el cambio. Un día, al regresar de recoger setas en el bosque pasé junto a un establo. Las vacas expulsan gas metano. Un rebaño de vacas
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lecheras podría simbolizar nuestros problemas con los gases de efecto invernadero. El problema no son los gases en sí (además del dióxido de carbono, el Protocolo de Kioto habla del metano, el Óxido nitroso, los hidrofluorocarburos, los perfluorocarburos y el hexafluoruro de azufre), sino la cantidad de los mismos. Estos gases son indispensables para retener el calor que necesitamos para vivir en la Tierra y dispersar el que recibimos del Sol para que nuestro planeta tenga temperaturas tolerables desde el ecuador hasta casi los polos. Sin embargo, un exceso de gases de efecto invernadero haría aumentar las temperaturas. Las flores que deberían aparecer con la primavera florecen en diciembre porque quemamos demasiados combustibles fósiles y tenemos demasiadas vacas flatulentas. Es así de sencillo. El Protocolo de Kioto, que entró en vigor el 16 de febrero de 2006 y fue firmado por 160 países, instaba a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 5 % entre 2008 y 2012, partiendo de las emisiones cuantificadas en 1990. Si un 5 % parece poco debe de ser porque un 5 % es justamente eso: muy poco. Ningún observador serio cree que esta reducción sea suficiente para detener el calentamiento global. Tendremos que realizar cambios mucho mayores en nuestra vida. El primer paso es reconocer que el consumo no nos va a sacar de la crisis. Aunque siempre nos decantemos por las opciones ambientalmente correctas, comprar más no ayudará. Tendremos que aprender a consumir menos y acostumbrarnos a la idea de que absolutamente todo lo que hacemos contribuye de forma directa o indirecta a incrementar las emisiones de carbono. El efecto invernadero no es la única amenaza medioambiental que debemos afrontar. Probablemente mi chaqueta transpirable, esté impregnada de sustancias que pueden provocar daños en el hígado o incluso algún tipo de cáncer. La madera resistente a la humedad que utilicé para construir un pequeño muelle contiene productos químicos que seguramente son perjudiciales para la vida marina. A nuestro alrededor hay cada vez más productos químicos exóticos y menos especies exóticas.
¿Algún indicio de cambio? Sí, claro que los hay. Todos los países de la UE y otros tantos del resto del mundo han concebido estrategias para sustituir los combustibles Cada vez más políticos incluyen aspectos medioambientales en La población mundial está creciendo a un ritmo menor del que
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preveían las primeras predicciones. Hace algunos años, Naciones Unidas auguraba para el año 2050 una población de más de doce mil millones, pero esta cifra se ha detenido en nueve mil. Seguramente los objetivos del Protocolo de Kioto sean modestos, pero el hecho de que los hayan firmado 160 países indica que gran parte del planeta considera el calentamiento global una cuestión de peso. Es importante tener en mente estos factores positivos en una época en la que los medios de comunicación nos bombardean con mensajes alarmantes. Todos debemos seguir contribuyendo a lograr pequeños cambios medioambientales mientras alentamos a los políticos y a los dirigentes empresariales a que realicen cambios de mayor calado. No debemos creer a los pesimistas que valor, pues se equivocan. Y no olvidemos lo que Al Gore, ex vicepresidente de EE.UU.,
decía en su película Una verdad
incómoda: «El peligro es que la gente pasará de negarlo a desesperarse sin detenerse a pensar qué es lo que pueden hacer». Ha llegado el momento de reconocer que debemos encontrar otros modos de pensar. El petróleo y el gas que queda en la tierra deben conservarse para usos más valiosos que calentar edificios y trasladar personas y mercancías de un lugar a otro. Ha llegado el momento de asumir que debemos superar nuestra dependencia del petróleo. 0, como dijo el jeque saudí Zaki Yamani: «La Edad de Piedra no terminó por falta de piedra y la era del petróleo se terminará mucho antes de que se agote el petróleo de nuestro planeta». Demostremos que tenía razón. Ha llegado el momento.
P O D E M O S L L A M A R A U N POLÍTICO. No podemos cambiar el mundo individualmente, pero ningún político puede cambiar el mundo sin nosotros. Modificar las políticas medioambientales puede requerir normativas y prohibiciones, o bien medidas económicas como la compraventa de derechos de contaminación. Se haga como se haga, es fundamental que exista u n apoyo masivo por parte de los ciudadanos. Y aquí es donde entra nuestra llamada. El correo electrónico
también es una buena forma de hacerse oír y muchos políticos están en Internet, donde otros visitantes también pueden ver nuestros comentarios. ¿Y por qué no escribir una buena carta a la antigua usanza? Aquellos que piensan que la Tierra solo puede salvarse mediante grandes decisiones en política internacional pueden dar el primer paso poniéndose en contacto con los políticos de su municipio. Estos interactúan con los diversos partidos y con otros políticos, y muchos de ellos aspiran a cargos de mayor importancia; quizá entre ellos se encuentre un futuro ministro, y de ahí al Parlamento Europeo o a las Naciones Unidas solo hay un paso.
C O M P R E M O S P R O D U C T O S DE C A L I D A D . Deberíamos adquirir menos productos pero de mejor calidad para que durasen más tiempo. Se desperdician muchos recursos en la fabricación de artículos de baja calidad que se rompen, se deterioran o simplemente pasan de moda con rapidez. No deberíamos adquirir objetos perecederos ni fáciles de aborrecer. Solo deberíamos deshacernos de las cosas cuando estuvieran realmente gastadas. Tal vez haya que pagar más, pero seguramente nos acabará saliendo a cuenta.
D E S T E R R E M O S A L O S PIRATAS. Al adquirir copias no autorizadas de productos de marca corremos el riesgo de estar comprando artículos elaborados por trabajadores menores de edad en fábricas donde son explotados. Tal vez parezca que la marca no vale el dinero de más que cuesta el artículo, pero al menos las empresas de renombre deben afrontar cierta presión para mantener su imagen. La mayoría de las grandes empresas publican códigos éticos y deben respetar la legislación sobre salarios mínimos, los controles medioambientales y unas condiciones laborales negociadas. A los piratas nadie puede pedirles responsabilidades.
C O M P R E M O S C O N C O N O C I M I E N T O . Si e n . l a etiqueta de un producto se enumeran diversos componentes que no conocemos, seguramente no serán lo mejor para nuestro cuerpo ni para el ecosistema.
V I A J E R O S AL T R E N . Desplazarse en tren es una opción bastante más ecológica que hacerlo en avión o en automóvil. Algunos cálculos apuntan a que las emisiones de dióxido de carbono de los desplazamientos aéreos son diez veces superiores por persona y kilómetro a las provocadas por el ferrocarril. Otros afirman
que son trescientas veces superiores. En realidad depende de la distancia recorrida, porque los aviones contaminan sobre todo al despegar y al aterrizar. Naturalmente también existe una gran diferencia dependiendo de si el tren funciona con electricidad procedente de fuentes renovables o de combustibles fósiles. El ferrocarril resulta asimismo una forma más civilizada de viajar porque permite el contacto con otras personas, además de dormir, trabajar o disfrutar de un café, un refresco o una copa.
A T A R C A B O S . No es una exageración descabellada afirmar que toda actividad humana contribuye al calentamiento global. Casi todas las formas de producción implican emisiones de dióxido de carbono, al igual que lo hacen todos los medios de transporte motorizados. Es el caso sobre todo de los aparatos que se alimentan de electricidad, ya proceda de la red de suministro o de pilas y baterías, y de los dispositivos que funcionan con petróleo, diésel, gas o etanol. No es necesario aprender cómo funciona absolutamente todo, pero tener una idea de la cantidad y el tipo de energía que consumen algunos aparatos resulta de ayuda para determinar con cuáles podemos disminuir nuestro consumo. Por poner un ejemplo práctico, si queremos reducir nuestras emisiones de carbono personales en 250 kg, podríamos tomar una de las siguientes medidas: Sustituir nueve bombillas estándar de 60 vatios por bombillas de bajo consumo. Durante la vida de estas lámparas de larga duración evitaremos 250 kg de emisiones de carbono. Sustituir 1.200 km de desplazamientos en coche por desplazamientos en bicicleta. Reducir la velocidad de 110 km/h a 90 km/h durante 6.000 km. Sustituir un motor fuera borda de dos tiempos por uno de cuatro tiempos. En solo 30 horas habremos evitado unas emisiones de 250 kg de carbono. Cada cuatro comidas, sustituir una ración de carne por una de legumbres. Una familia de cuatro miembros ahorraría 250 kg de carbono al año. Si no vemos factible ninguna de estas cuatro opciones, también podemos plantar 21 árboles, que absorberán anualmente unos 250 kg de carbono y que lo harán durante unos cuarenta años. Para averiguar cómo contribuye a agudizar el efecto invernadero nuestro estilo de vida; podemos servirnos de la calculadora de carbono de la Comisión Europea.
CON ESTAS MANITAS. Busquemos formas de ser nuestra propia fuente de energía. El esfuerzo físico no hace daño y así reduciremos el uso de algunos aparatos eléctricos innecesarios.
y su transporte hasta el almacén y también a la hora de generar energía. Solo porque alguien tuviera la idea de comercializar un molinillo de especias automático que funcione con pilas no significa que nosotros lo necesitemos. Lo mismo ocurre con los sacacorchos eléctricos. Podemos cepillarnos los dientes, montar nata v Drenararnos la crema del ca~uchinoa mano. Si reforzamos
más ejercicio. ¿Qué tal salir a correr o montar en bicicleta desde la puerta de casa en lugar de desplazarnos en coche al gimnasio? ~1 fútbol requiere un consumo energético menor que algo contradictorio? Tal vez debamos reflexionar sobre si las carreras de coches y de motos siguen teniendo sentido en un mundo en proceso de calentamiento.
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12. P R O D U C T O S D E L MAR. El pescado y el marisco son una excelente fuente de proteínas con un alto valor nutritivo y gastronómico, pero debemos ser cautos, porque gran parte de los problemas medioambientales están relacionados con ellos. La industria pesquera supone una amenaza para numerosas especies, por lo tanto, es aconsejable controlar nuestro consumo de bacalao, atún, tiburón y halibut. Si nos surgen dudas sobre el pescado que consumimos, podemos consultar la lista de establecimientos donde se comercializa pescado con el sello del Marine Stewardship Council (MSC), una organización independiente sin ánimo de lucro avalada por el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) que lucha contra la sobreexplotación del mar. Se sabe que algunas especies de pescado almacenan en su carne productos tóxicos como el mercurio y ciertos pesticidas. Por eso actualmente los especialistas en nutrición recomiendan ingerir solo una ración semanal de pescado procedente del acosado mar Báltico. Determinar cuál es el mejor pescado desde el punto de vista medioambiental depende en gran medida del lugar donde vivamos. Podemos preguntar a nuestro pescadero qué especies autóctonas nos recomienda y comprobar si nuestro establecimiento habitual vende pescado con etiqueta ecológica. Gracias a su rica tradición marítima y a su extenso litoral, nuestro país dispone de una gran variedad de especies marinas. Por tanto, ges realmente necesario que comamos varitas de merluza capturada en el pleno Atlántico (o incluso en el Pacífico Norte), que luego es congelada en alta mar, embarcada con destino a China, descongelada, procesada, congelada de nuevo y enviada a Europa? Seguramente no.
T Ó C A L A O T R A V E Z , SAM: R E C I C L A . Mezclar los residuos supone un problema medioambiental enorme, además de un elevado coste económico, que pagamos con nuestros impuestos. En cambio, una vez separados, los residuos constituyen una fuente de recursos. Reciclar un recipiente de aluminio ahorra el 9 5 % de la energía necesaria para fabricar uno nuevo. Una bombilla de bajo consumo de 11 vatios puede funcionar durante 3 3 horas con la energía que se ahorra reciclando una sola botella de politereftalato de etileno (PET). Una tonelada de papel reciclado evita la tala de 17 árboles (que necesitamos para procesar nuestro exceso de emisiones de carbono). Por tanto, es aconsejable adquirir el hábito de separar el plástico, el metal, el cristal, el papel y las pilas. Los botes viejos de pintura, los productos químicos, el aceite, los aparatos eléctricos y los electrodomésticos deben llevarse a u n centro de reciclaje para que su destrucción se realice de la forma adecuada.
EL T A M A Ñ O I M P O R T A . Deberíamos adquirir paquetes grandes. Los residuos procedentes de envoltorios y embalajes constituyen un cuarto de la basura total que generamos y una gran parte puede reciclarse. Pero, desde el punto de vista de los recursos y la energía, es todavía mejor evitar adquirir un exceso de productos con envoltorio. Al comprar, debemos buscar siempre recipientes que puedan rellenarse. Si no los encontramos, podemos hacérselo saber al encargado de la tienda.
P O R U N J A R D Í N VERDE. Si no aplicamos principios que respeten el medio ambiente en nuestra propia casa, ¿por qué esperamos que los agricultores y ganaderos actúen con criterios ecológicos? ¿Realmente es necesario que utilicemos pesticidas y herbicidas? Solemos emplear más productos químicos por metro cuadrado en nuestro jardín que los que se usan en los bosques y grandes huertas. Observemos las máquinas que hay en nuestro jardín. ¿De verdad son necesarios tantos aparatos? ¿No podemos cuidar del jardín con herramientas manuales? Si necesitamos un cortacésped, podemos elegir un modelo eléctrico. Si no nos resulta práctico, uno de cuatro tiempos es menos contaminante y más silencioso que uno de dos tiempos. Deberíamos utilizar siempre combustibles verdes; con ellos reduciríamos nuestras emisiones de carbono hasta en un 90%. Podemos regar con agua de lluvia y realizar los riegos al atardecer, cuando la evaporación es menor. Es preferible emplear una manguera que los aspersores, de lo contrario podemos derrochar todo lo que hemos ahorrado con los mecanismos de doble descarga de los inodoros y los sistemas de ducha eficientes. Basta con cambiar de actitud. Lo que unos consideran un jardín descuidado es para otros un refugio de mariposas, pájaros, erizos y otros animales. Podemos dejar sin cortar las ortigas de un rincón del jardín, no para nosotros, sino para las mariposas. La mariposa pone los huevos en el envés de sus hojas y, cuando sale la oruga, la hoja de ortiga le proporciona los nutrientes imprescindibles. Estas orugas atraerán hermosos pájaros a nuestro jardín. A un rincón así solo le faltaría un elemento totalmente respetuoso con el medio ambiente: una hamaca. Debemos plantearnos qué es lo más importante en nuestro jardín. ¿Lo queremos impecablemente ordenado y lleno de especies foráneas o preferimos un buen pedazo de naturaleza salvaje? La belleza, al fin y al cabo, está en el ojo del que mira.
L A S P L A N T A S V I V A S S O N U N B U E N REGALO. El consumo de flor cortada y planta ornamental en España es relativamente bajo comparado con el de otros países de la UE. Sin embargo, los establecimientos que las venden se han incrementado notablemente en nuestro país en las últimas décadas. Es muy fácil animar nuestro hogar con colores y aromas florales sin que ello implique el uso de pesticidas, fertilizantes artificiales y transporte aéreo. La próxima vez que acudamos a nuestra floristería habitual, podemos considerar primero las plantas que vienen en maceta. A nuestros anfitriones les hará la misma ilusión y el regalo durará mucho más tiempo. Si la temporada lo permite, también podemos esforzarnos un poco más y componer un ramo nosotros mismos con flores silvestres. Al coger las flores debemos asegurarnos de no invadir una finca ajena ni de llevarnos especies de una reserva natural o espacio protegido sin permiso. Muchas veces los bordes de los caminos y los senderos públicos más descuidados ofrecen una gran variedad de flores silvestres.
B E B A M O S C O N CRITERIO. Si bien hace algunos años los vinos producidos siguiendo procedimientos ecológicos tenían la reputación de ser productos de calidad inferior, actualmente han mejorado de forma considerable. Los viñedos plantados en climas cálidos se han beneficiado de la eliminación de pesticidas químicos, seguramente porque los hongos que atacan la uva prefieren un entorno húmedo. Si buscamos «vino orgánicos o «vino ecológico» en Google, obtendremos cientos de resultados procedentes de productores de todo el mundo.
carretera genera más de una cuarta parte de las emisiones totales de carbono en España y conducir un coche ecológico probablemente sea la mejor forma de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero a título individual. En la actualidad, el biogás es el mejor combustible respetuoso con el medio ambiente. Se produce a partir de aguas residuales, residuos farmacéuticos o residuos domésticos separados y no provoca ningún aumento neto de los gases de efecto invernadero. Resulta incluso más fácil encontrar gasolineras que ofrezcan gas licuado de petróleo (GLP), que, aun siendo un combustible fósil y por lo tanto una fuente de energía no renovable, es sin embargo una opción más aceptable que los combustibles procedentes del petróleo, ya que produce un 2 5 % menos de emisiones de gases de efecto invernadero. El bioetanol, mezcla de etanol y gasolina, es de una calidad inferior respecto del biogás, pero resulta mucho más práctico para la mayoría de los conductores porque los automóviles fabricados para funcionar con bioetanol también pueden emplear la gasolina como carburante. La contribución neta de carbono procedente de los coches impulsados por bioetanol es entre un 60 y un 8 0 % menor que las emisiones de los motores de gasolina. Bajo el capó, los vehículos híbridos tienen tanto baterías como un motor de gasolina convencional (se están desarrollando híbridos propulsados por bioetanol). El rendimiento de los híbridos es mejor cuando la velocidad es lenta y se realizan paradas y arranques frecuentes (por ejemplo, en el caso de los repartos de mercancías), puesto que es propulsado por las baterías. Se calcula que los híbridos utilizan entre un 20 y un 4 0 % menos carburante del que consume un vehículo convencional. Existen vehículos ecológicos extremadamente eficaces, con motores de gasolina que consumen menos de 5 litros cada 100 km.
A L R I C O C A F E O R G Á N I C O . El consumo de café orgánico es beneficioso n o solo para nuestro bienestar sino también porque los pesticidas son una ingente amenaza para los trabajadores de las regiones cafeteras. Solo en Costa Rica cada año caen enfermas de gravedad unas 700 personas y otras 30 fallecen debido a la toxicidad de algunos productos químicos que en Europa están prohibidos desde hace muchos años. Asimismo, las plantaciones de café orgánico siguen estrategias más a largo plazo para conservar la biodiversidad. En España en el año 2005 se importaron 327 toneladas de café orgánico, apenas un 0,2% del total de las importaciones de café. El certificado de comercio justo exige a las empresas cafeteras el cumplimiento de unos principios básicos de gestión medioambiental, así como la garantía de que los pequeños productores reciben precios equitativos por sus cosechas, de que se permita a los trabajadores organizarse y de que una parte de los beneficios de la producción de café reviertan en el desarrollo de la comunidad. El sello de comercio justo también se aplica al cacao, al algodón y a muchos otros productos. Aunque todos los artículos que llevan este sello n o son orgánicos, vale la pena buscarlos en el supermercado. Si no los encontramos, preguntemos al encargado por qué no los tiene.
EL A L M I Z C L E , P A R A L O S B U E Y E S . Hace mucho tiempo que el almizcle natural, una sustancia que segregan unas glándulas de los bueyes almizcleros, los castores y los ciervos almizcleros, se usa en medicina y como fijador del aroma de algunos perfumes. Puesto que el precio del almizcle natural se ha disparado en las Últimas décadas, hoy en día la industria cosmética utiliza casi exclusivamente compuestos sintéticos que contienen muscona, un ingrediente activo. Estos mismos productos químicos se emplean en gran cantidad en jabones, detergentes y suavizantes, por lo cual su presencia en el medio acuático se ha visto incrementada. Aunque todavía no están confirmados los efectos del almizcle sintético sobre la salud, preocupa que pueda afectar a la producción de estrógenos y sea perjudicial para peces y humanos.
E V I T E M O S L O S I G N Í F U G O S B R O M A D O S . ~ s t o scompuestos se asocian a trastornos reproductivos, del comportamiento y del aprendizaje. son rápidamente absorbidos por los organismos de todo tipo y se descomponen en el medio ambiente de forma muy lenta. Al realizar nuestras compras deberíamos preguntar si los productos contienen ignífugos bromados. Tal vez nos digan que los contienen pero que no entrañan ningún riesgo para el usuario de un lavavajillas, un sofá o un ordenador. Puede que sea o no verdad, pero en cualquier caso es una mala respuesta. En algún momento tendremos que deshacernos de esos productos y no existen garantías de que vayan a tratarse como residuos peligrosos. La UE ha prohibido dos de estos compuestos, el PBB y el PBDE. Animemos a nuestros eurodiputados a apoyar la restricción de las otras 70 o más variantes que existen.
N I Ñ O S P R O T E G I D O S . Un amplio estudio sobre cremas, aceites y champús reprobó más del 70%. De los 69 productos estudiados, 50 contenían productos químicos considerados como peligrosos para la salud de los niños, del medio ambiente o de ambos. Estas son algunas reglas básicas: Evitar los perfumes y los tintes. Utilizar aceite para bebés en lugar de jabón para niños. No adquirir toallitas húmedas desechables, es preferible usar una toallita húmeda con un poco de jabón suave. Los pañales de tela siguen siendo lo mejor para los bebés, para el medio ambiente y para el presupuesto familiar. Durante los tres primeros años de vida de nuestros hijos podemos ahorrarnos cientos de euros.
C O N T R A L O A N T I B A C T E R I A N O . No todas las bacterias son malas y es posible que tengamos la casa «demasiado limpian. Siempre hemos vivido rodeados de bacterias y el sistema inmunitario de nuestros hijos debe estimularse exponiéndolo a estos organismos para poder defenderse contra los que son realmente patógenos. Cuando la etiqueta dice que el producto mata el 99,9% de las bacterias, debemos pensar en el 0,01% restante. Sobreviven y se reproducen, y se convierten en cepas resistentes que causan nuevos peligros medioambientales. Se añaden agentes antibacterianos a casi todo, desde la pasta de dientes y los paños de cocina hasta los calcetines y la ropa deportiva. Una empresa incluso produce una línea de lápices antibacterianos. ¿Alguien ha visto alguna vez un lápiz enfermo?
A menos que nos dediquemos a la cirugía, la higiene de toda la vida y los jabones más sencillos son suficientes.
C O N T R O L A R LA P R E S I Ó N . Llevar la presión adecuada en los neumáticos hace disminuir el consumo de carburante, lo cual puede suponernos un ahorro de hasta 45 euros anuales, a la vez que reducimos las emisiones de dióxido de carbono en 140 kg. La próxima vez que debamos adquirir neumáticos, podemos adquirirlos «verdes». Los modelos convencionales que se utilizan en la mayoría de los automóviles contienen aceites cancerígenos que van a parar al medio ambiente cuando el neumático se gasta. Estos aceites estarán prohibidos en la UE a partir de enero de 2010, pero no es necesario esperar a que llegue esa fecha para poner nuestro granito de arena.
L Í M I T E D E V E L O C I D A D . El consumo de carburante y las emisiones de gases de efecto invernadero correspondientes aumenta en un 3 0 % si variamos la velocidad de 80 a 110 km/h. Y aumenta en un 6 0 % si se pasa de -110 a 140 km/h. Conducir a menor velocidad además salva vidas.
PODEMOS PLANTAR ÁRBOLES
.
Si f inanciamos un proyecto de
plantación de árboles, contribuiremos a restaurar una selva tropical o a frenar la desertización de más tierras de cultivo. Todas las plantas que crecen en Europa apenas absorben el 1 0 % del carbono que generamos, lo cual significa que los europeos tenemos una gran «deuda de árboles» con el resto del mundo. Plantando árboles perfilamos un futuro mejor.
N O A L A P U B L I C I D A D D I R E C T A . Se malgastan grandes cantidades de árboles, tinta y energía en la impresión y distribución de propaganda comercial, que va directamente del buzón al cubo de la basura. Si leemos los anuncios, perfecto. Si no, podemos poner un letrero de «Correo comercial, no. Gracias», que nos ahorrará tener que reciclar unos 50 kg de papel al año.
U N A B U E N A B A R B A C O A . Evitemos encender el carbón con destilados de petróleo tóxicos. Es preferible emplear una chimenea de encendido, un tubo metálico vertical con un asa resistente al calor y una partición en el centro. Solo es necesario poner unas hojas de papel de periódico en la base y las briquetas de carbón en la parte superior, y encender el papel con una cerilla. El carbón vegetal no es el mejor uso que se puede dar a la madera, pues una hectárea de bosque produciría 150.000 kg de madera pero solo una décima parte si se aprovechara en forma de carbón. Por suerte, para hacer una barbacoa no es necesaria una gran cantidad de carbón. No obstante, una gran parte del carbón vegetal que se comercializa en muchos países europeos procede de bosques tropicales, lo cual significa que contribuye a la deforestación de hábitats tropicales. Las parrillas que funcionan con combustibles fósiles contribuyen al calentamiento global (el carbón vegetal no comporta emisiones netas de carbono), pero la combustión es más limpia. El gas es preferible a la electricidad.
S E N T A R S E B I E N . Deberíamos elegir muebles de exterior fabricados en madera o hierro forjado en lugar de plástico, y decantarnos por artículos de pino, aliso o roble europeos en lugar de maderas tropicales que han recorrido medio mundo. Si adquirimos madera tropical, debemos comprobar que las mesas y bancos llevan una ecoetiqueta. No es una garantía absoluta, pero reduce realmente la posibilidad de que estamos contribuyendo sin quererlo a la destrucción de bosques tropicales.
E X A M E N D E Q U Í M I C A . Examinemos los productos que empleamos en la cocina, el baño y el lavadero. Conviene leer las etiquetas donde se detalla el contenido para comprobar si son agresivos para el medio ambiente y decidir si realmente los necesitamos en casa.
S A L V E M O S U N A E S P E C I E A M E N A Z A D A . Ser amigo de la naturaleza no consiste solamente en cuidar de especies fotogénicas con hermosas crías. El 25% de todas las especies de aves españolas y el 23% de los mamíferos terrestres están amenazados a escala nacional. Casi una cuarta parte de los invertebrados y aproximadamente un tercio de las especies de plantas superiores y de helechos están amenazados o escasean a escala nacional. Todo ello indica que tendrán lugar cambios medioambientales drásticos e indeseables. Podemos ayudar a los conservacionistas a confeccionar el inventario de especies de nuestra zona. Podemos preguntar a SEO/Birdlife, la asociación conservacionista más antigua de nuestro país, si necesitan voluntarios para elaborar censos de aves en nuestra zona. Para realizar observaciones de otros animales, podemos informarnos de si existe algún centro regional o municipal de registros. La Red de Gobiernos Locales +Biodiversidad 2010, dedicada a la promoción de políticas locales para la conservación y el uso sostenible de la biodiversidad y la conservación del patrimonio natural, ha desarrollado una estrategia para que los gobiernos incluidos en la Red puedan implantar políticas de biodiversidad adaptadas a las características propias de cada municipio.
D E L I C I O S A S E S P E C I E S A M E N A Z A D A S . Aunque parezca una paradoja, algunas especies están amenazadas porque no queda mercado para los criadores. El aumento de la demanda de ciertas especies, extensiva, podría implicar también la conservación de paisajes únicos, que durante siglos han perfilado el campo español.
A Y U D A R A L O S P O B R E S . Poder decantarse por opciones positivas para el medio ambiente requiere tener un determinado nivel adquisitivo. Todavía hay cientos de millones de personas en el mundo que viven en un estado de pobreza extremo y para quienes encontrar un trabajo, aunque sea en una fábrica que contamine o en una plantación infestada de productos químicos, es una bendición del cielo. De hecho, al pagar nuestros impuestos les estamos ayudando. La Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo
(AECID), que depende del Ministerio de
Asuntos Exteriores y de Cooperación, tiene como objetivo «un progreso sustancial hacia el desarrollo humano y sostenible, la erradicación de la pobreza y el ejercicio pleno de los derechos», y entre sus sectores estratégicos de actuación figuran el desarrollo rural y la lucha contra el hambre, el agua y el saneamiento, el crecimiento económico para la reducción de la pobreza, la sostenibilidad, la lucha ambiental, y el sector climático y hábitat, entre otros. Así que sigamos ayudando a los menos afortunados a que mejoren el medio ambiente. Apoyemos la ayuda que ofrece nuestro Gobierno a los países en vías de desarrollo al tiempo que contribuimos a causas que nos son más próximas.
V O L A R C O N I N T E L I G E N C I A . Por desgracia, el transporte aéreo produce un gran gasto de energía y todavía no se ha desarrollado carburante verde para los aviones. Aunque la eficacia de los aparatos nuevos es mayor que la de los antiguos, el ahorro está más que superado por el aumento generalizado de los kilómetros recorridos. El tráfico aéreo supone aproximadamente un 3 % de las emisiones totales de dióxido de carbono a escala mundial. Muchos científicos creen que los efectos del calentamiento global son mayores porque este carbono se suelta a gran altura. Pero la oportunidad de poder llegar a lugares que siempre hemos deseado visitar en unas pocas horas resulta demasiado tentadora para muchos. Y no hay necesidad de renunciar a un lujo de este tipo si intentamos compensar nuestro estilo de vida con otros sacrificios menos dolorosos. Podemos conducir solo lo imprescindible, adquirir un coche ecológico o ir a trabajar en bicicleta. Compremos solo lo necesario: no consumamos por consumir. Entonces podremos permitirnos esos viajes de placer. L o importante es no despilfarrar nuestra «cuota de carbono» en cosas de las que podemos prescindir fácilmente, como quedar atrapados a diario en un atasco.
R E S P E T O P O R EL MAR. No permitamos que nuestra relación con el mar aumente la contaminación. Naturalmente, navegar en un velero o en una barca de remos es preferible a saltar las olas con una lancha motora. Pero si lo nuestro son las lanchas, desde el punto de vista medioambiental es mejor elegir un motor de cuatro tiempos que de dos tiempos, pues estos últimos sueltan al agua casi un tercio del carburante sin quemar. Para pintar el casco, elijamos una pintura con ecoetiqueta. Con el tiempo, la pintura va soltando toxinas, sobre todo al limpiar el casco dentro del agua, y estas pueden ser absorbidas por moluscos y gusanos que las irán pasando a través de la cadena alimentaria a los peces, aves y seres humanos, con los riesgos para la salud que ello comporta. Debemos elegir con cautela los productos que empleamos para la ducha, el lavavajillas o la colada si nos encontramos en el agua o cerca de ella, y esperar siempre a llegar a un puerto que disponga de un sistema de eliminación de aguas residuales antes de vaciar la cisterna del inodoro.
C O M P A R E M O S E L C O N S U M O E L É C T R I C O . Muchos electrodomésticos se parecen y ofrecen prestaciones similares, pero difieren notablemente en la cantidad de energía que consumen. Deberíamos optar por aquellos cuyo consumo sea menor. Un televisor de plasma necesita el doble de corriente que una pantalla de cristal líquido del mismo tamaño. Y unas cuantas pulgadas de más pueden implicar una mayor necesidad de corriente.
B U S Q U E M O S Y C O M P A R E M O S . Es preferible adquirir un ordenador con ecoetiqueta porque generará un campo magnético menor y contendrá pocos o ningún tipo de ignífugos bromados y metales pesados. Cuando compremos un producto, debemos formular preguntas al vendedor y exigir buenas respuestas. Cuando los minoristas comentan a sus proveedores que el cliente pide productos respetuosos con el medio ambiente, estos pasan rápidamente a la acción. Los artículos electrónicos con ecoetiqueta suelen incluir unas marcas en los componentes para facilitar el desmontaje y el reciclaje.
C O C H E S D E U S O C O L E C T I V O . Aunque no implica necesariamente que el kilometraje total sea menor, seguramente se dará el caso. Lo que sí es cierto es que requiere menos energía fabricar y mantener un coche que dos. Y también resulta más económico. Con el dinero que nos ahorramos, podemos optar por un coche ecológico más completo. Según los informes de WWF/Adena, el 7 5 % de los desplazamientos en España se hacen en vehículo privado con un solo ocupante. Las agencias de alquiler de coches son una buena opción si necesitamos un vehículo solo en determinadas ocasiones. La Generalitat de Cataluña ha impulsado la iniciativa c a r s h a r i n g o coche multiusuario, mediante la cual los usuarios
comparten una flota de vehículos de una empresa participada. También hay páginas web dedicadas a encontrar usuarios que deseen compartir viajes en su propio coche para reducir así los costes y el gasto energético.
P O D E M O S M A N D A R U N A C A R T A A L P E R I Ó D I C O LOCAL. Las cartas al director son una de las secciones más leídas de los periódicos. Además de contribuir a modelar la opinión pública, a través de ellas podemos animar a los políticos a seguir sus mejores instintos y apoyar políticas eficaces. A lo mejor podemos proponer incentivos para incrementar el número de gasolineras que ofrecen carburante verde, tal vez mediante una reducción de impuestos. También podemos apoyar los esfuerzos que hace nuestro municipio en cuestiones de reciclaje, construcción de plantas eólicas u otros aspectos que nos toquen más de cerca. A continuación, podemos conectarnos a Internet y mandar la misma carta a los blogs con más participación.
M A T E R I A L E S D E C O N S T R U C C I ~ N . Los materiales naturales son preferibles a los sintéticos, que pueden causar problemas medioambientales durante su fabricación e incluso pueden resultar peligrosos para la salud de los ocupantes del edificio. Antes de elegir los materiales de construcción deberíamos averiguar de dónde proceden y cuántos kilómetros han recorrido. Deberíamos ser muy cautos con las maderas tropicales amenazadas. Actualmente, el empleo del arseniato de cobre cromado (ACC) para tratar a presión la madera contra los hongos e insectos está restringido en la UE. El ACC es una sustancia nociva para nosotros y para el medio ambiente. Y existen alternativas. También es posible encontrar aún antiguas traviesas para vías o postes de teléfono impregnados con creosota, pero no debemos caer en la tentación de emplear esta madera para diseños de exterior.
L A S A L U D E S L O P R I M E R O . Si vamos al fondo de la cuestión, veremos que nuestra salud no es solo cosa nuestra. Si caemos enfermos, necesitaremos un tratamiento, y la industria sanitaria consume grandes recursos. Si cuidamos de nuestra salud, dejamos recursos médicos para quienes los necesitan aún más. Por tanto, debemos controlar lo que comemos y hacer ejercicio a diario: pasear, ir en bicicleta, acudir al gimnasio o jugar a tenis o squash. Sea cual sea la opción que elijamos, no es conveniente fumar. Además de recubrir nuestros pulmones de alquitrán cancerígeno, los cultivos de tabaco ocupan terrenos agrícolas que podrían emplearse para cultivar alimentos o biocombustible.
A P O S T E M O S P O R LA B I C I . Podemos utilizarla en cualquier momento. Pongamos, por ejemplo, que debemos recorrer 8 km para llegar al trabajo. Si lo hacemos en bicicleta en lugar de en coche, reduciremos nuestras emisiones de dióxido de carbono en más de 6 0 0 kg anuales, lo cual nos ahorrará más de 450 euros.
B U S Q U E M O S E C O E T I Q U E T A S . Desterremos la creencia de que una marca es mejor porque se comercializa como «verde» o «natural». Conviene consultar la lista de los ingredientes, si se trata de alimentos, o comprobar el consumo energético, si hablamos de electrodomésticos, y sacar conclusiones. Que el envase sea reciclable no es significativo. Las ecoetiquetas más utilizadas son la banda de Moebius, la etiqueta ecológica europea con su logotipo en forma de flor, el de la madera ecológica, el del pescado ecológico y el de la producción agraria ecológica. Debemos buscar también etiquetas que nos alerten sobre los riesgos de utilización del producto. Si es malo para nosotros, seguramente también lo será para el medio ambiente.
E L A L G O D Ó N E N G A Ñ A . Las prendas de algodón pueden considerarse una buena opción. Sin embargo, la producción industrial de algodón tiene graves consecuencias en el medio ambiente derivadas de la irrigación artificial y el uso excesivo de pesticidas. Hasta la década de 1960 el mar de Aral era el cuarto lago más grande del mundo. Los planificadores centrales soviéticos desviaron los principales ríos que lo nutrían para irrigar inmensas plantas algodoneras dedicadas a la exportación y el mar de Aral comenzó a encoger. A finales de la década de 1990, quedaba apenas un 2 5 % de la superficie original del lago y la salinidad había aumentado más de cuatro veces, con lo cual murieron casi todos los peces y plantas autÓctonos. Actualmente se lleva a cabo un proyecto de recuperaciÓn,con buenos resultados, pero la situación sigue siendo desesperada. Si lo encontramos, deberíamos elegir algodón de cultivo orgánico.
D E S C A N S O J U N T O A L A C H I M E N E A . Arrellanarse junto a las chimeneas de toda la vida con un buen libro resulta de lo más acogedor en un día frío de invierno. Pero hay que tener en cuenta que a veces no queda en casa la misma cantidad de calor que sube por la chimenea. Obtendremos un mejor efecto térmico y un menor impacto medioambiental si quemamos maderas densas partidas que se hayan secado durante un par de años al aire libre al resguardo de la lluvia y un par de semanas dentro de casa. No es conveniente quemar madera tratada a presión ni madera pintada o encolada, aglomerado, plásticos ni basura, puesto que pueden despedir gases que no son buenos ni para nosotros ni para la chimenea. Aunque no resulten tan acogedoras, las chimeneas cerradas modernas permiten que la sala aproveche mejor la energía calorífica de la leña.
T A N F R E S C O S . El aire acondicionado puede incrementar el consumo de nuestro vehículo en un 10%. Por otro lado, conducir con las ventanas bajadas provoca una resistencia al avance que requiere un mayor consumo de carburante. Así, tal vez lo mejor sería abrir las ventanas mientras conducimos por la ciudad y utilizar el aire acondicionado en la autopista. La mayoría de los coches con climatizador automático disponen de un botón para apagar el aire acondicionado manualmente. Sin embargo, no es mala idea encenderlo de vez en cuando para que circule el líquido refrigerante a fin de evitar que se sequen los precintos del sistema y goteen. Aunque fuera haga frío, el climatizador automático contribuirá a reducir la humedad.
L I M P I A R A LA ANTIGUA. Muchos de los limpiadores que se comercializan en el supermercado contienen productos químicos dañinos. Seguramente no necesitamos más que un lavavajillas y un limpiador multiusos. Deberíamos limpiar como lo hacían nuestras abuelas: el vinagre y el zumo de limón hacen maravillas si se aplican en los sanitarios y azulejos. El vinagre elimina las manchas y el lavavajillas también limpia las ventanas. Para hacer que el horno luzca como nuevo, podemos impregnar el interior con una solución de jabón líquido y dejarla durante aproximadamente una hora a temperatura baja. Las manchas del sofá y los sillones pueden eliminarse con levadura en polvo disuelta en agua templada.
N U E V O P E I N A D O . Un estudio que ponía a prueba 3 8 champús, lacas y espumas moldeadoras arrojó muy malas noticias para la salud y para el medio ambiente. Todos los artículos capilares analizados contenían productos químicos que se sabe o se sospecha que son alergénicos, cancerígenos, mutagénicos o dañinos para el sistema hormonal y reproductivo. Las cantidades empleadas son tan reducidas que el peligro es mínimo, pero no deja de ser preocupante que el organismo de los más jóvenes esté expuesto a productos químicos.
Y ¿quiénes son los que más productos capilares utilizan?
C A M B I E M O S D E M A Q U I L L A J E . No es fácil: aunque existen numerosos jabones, champús, acondicionadores y geles de ducha con etiqueta ecológica, resulta mucho más difícil encontrar cosméticos ecológicos. Por lo menos podemos elegir los productos que contengan menos ingredientes. Si compramos una crema con 27 componentes químicos distintos de difícil pronunciación, seguramente podemos prescindir de muchos de ellos, tanto nosotros como el medio ambiente.
A L I M E N T O S C O N C E R T I F I C A C I Ó N E C O L Ó G I C A . La garantía de que un producto sea de «producción ecológica» nos informa de que nos llevamos a casa comida sana. El Ministerio de Medio Ambiente define la agricultura ecológica como «un compendio de técnicas agrarias que excluye normalmente el uso, en la agricultura y ganadería, de productos químicos de síntesis como fertilizantes, plaguicidas, antibióticos, etc., con el objetivo de preservar el medio ambiente, mantener o aumentar la fertilidad del suelo y proporcionar alimentos con todas sus propiedades naturales». Una explotación agrícola con el sello de producción ecológica no contamina los ríos y lagos con pesticidas que acaban en nuestro plato cuando comemos pescado. Las plantaciones plataneras certificadas no se fumigan contra las malas hierbas, los insectos ni los hongos, mientras que los productores convencionales utilizan entre 40 y 50 kg de veneno variado cada año. ¿Es una elección fácil? No siempre. La industria presenta como válido el argumento de que los fertilizantes y pesticidas artificiales son imprescindibles para alimentar a la creciente población mundial. Basta con fijarnos en la producción de grano, que se triplicó entre 1950 y 2000, cuando las tierras dedicadas a esos cultivos crecieron solo un 10%. Los cultivos ecológicos producen menos alimentos por hectárea y si todos comiésemos alimentos ecológicos nos veríamos obligados a ceder mucha más tierra al arado, lo cual limitaría la biodiversidad y causaría otros problemas medioambientales. No obstante, la demanda de alimentos ecológicos redunda en mejoras en los métodos de producción y en un mayor rendimiento. Generalmente, los agricultores ecológicos se tienen por soñadores utópicos, pero tal vez valga la pena donar por lo menos una pequeña parte de nuestro presupuesto alimentario a unos pobres visionarios que siguen un código etico en detrimento de los fríos cálculos de la industria agroalimentaria global. Fácil o no, es nuestra elección.
E S T U D I O S D E Q U Í M I C A . En los hogares actuales se concentran más compuestos químicos de los que había en cualquier laboratorio hace un siglo. El flujo de productos químicos por nuestros hogares, oficinas y entornos naturales es una de las amenazas medioambientales más graves que penden sobre nosotros. En el pescado se encuentran PCB cancerígenos, la carne contiene ignífugos, el queso presenta restos de ablandadores del plástico, la caza está manchada con sustancias orgánicas cloradas procedentes de pesticidas ... la lista es interminable. En diciembre de 2006 el Parlamento Europeo aprobó una directiva conocida como REACH, cuyo objetivo era reducir la exposición de la población a productos químicos peligrosos. Si bien es verdad que REACH implica cambios positivos, sobre todo en lo referente a la información sobre seguridad química, muchos expertos en medio ambiente consideran esta normativa demasiado laxa. Las decisiones que se toman en Bruselas y Estrasburgo tendrán un gran peso en el futuro de los productos químicos en la sociedad europea. Si es un tema que nos preocupa o nos plantea dudas, podemos mandar un mensaje de correo electrónico o una carta a nuestros eurodiputados.
Y no eludamos nuestro derecho a participar en las elecciones al Parlamento Europeo, especialmente porque es la Única institución comunitaria a disposición directa de los votantes. En 2004, solo el 45,17% de los españoles con derecho a voto acudió a las urnas, si bien es una participación bastante parecida a la media europea. Si la legislación sobre productos químicos fuera el único tema (que no lo es), tendríamos muchas razones para hacerlo mejor.
R E D U Z C A M O S E L C O N S U M O . Con todos los respetos por las bombillas de bajo consumo, las ecoetiquetas, los electrodomésticos A+ y el café de comercio justo, todos podríamos hacer bastante más por reducir nuestro impacto personal sobre la pobre Madre Tierra. El primer paso es reconocer que no podemos reducir las emisiones de carbono comprando, aunque lo hagamos en el establecimiento adecuado. El segundo paso es, simplemente, utilizar menos cosas. Es verdad que algunas prendas, coches y ordenadores requieren menos recursos que otros, pero más
consumo significa siempre más energía, más recursos naturales y más contaminación. Todo lo que compramos produce emisiones de carbono en el proceso de fabricación, transporte y generalmente también durante su uso y su eliminación. Desde 1993 la organización canadiense anticonsumo Adbusters celebra el Último sábado de noviembre el