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Tf,O~IA ~Uc,f,~ "oUTIGA~ &OLLf,AA~" MAAlGA-z,~
TAAN\ MltnZA'
Colección G últimos títulos ,El libro de los hermosos Edición de Luis Antoaio de Villena En clave gay Varios autores "'
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Lo que la Biblia realménte dice sobre la homosexualidad
Daniel H. HeIminiak hombres de mármol José Miguel G. Canés Hasta en las mejores familias Jesús Generelo De So doma a Chueca Alberto Mira La marginación homosexual en la España de la Transición Manuel Angel Sanano Gil
Sin derramamiento de sangre Javier Uganc Pérez Homosexualidad: Secreto de familia Begoña Pérez Sancho 10 consejos básicos para el hombre gay
Joe Kan El pensamiento heterosexual y otros ensayos t-.lonique Wittig Teoría Queer David Córdnba,}ivla Sáez
y Paco ViJanc
Teoría Queer lJoliticas Bolleras, Maricas, Trans, Mestizas
David Córdoba, Javier Sáez v Paco Vid arte "
PrilllL'I";! t'dH.-il'lll: DiciI'IlJln'e. ~(I:I:¡
Segunda edición: Febrero, 20m
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Da\"id Córdoba. Ja\'ier Súez
Vidarte. 200.'i
Edi[(>ri~l EGA LES, S.L. Diciemhre. 2(l().1 C,>r\"antes, 2. OH002 Barcelona. Te!.: ~).'l 41S? 52 (il Hortaleza, G4. 2bOO+ :\1adrid. Te\.: 91 522 55 !J9 \\"\\"\\ .editorialegales.com
ISB!'\':
~4-95.S4(i-99-{l
Depó~ito
legal: l\1-.'i5R4-200'
~ FotografTas de portada: Angel Panto.ia
Di"'IIO grútico y moCjurtaciún:
('ri~tihan
GonziÍ!ez
lmpriml': lnti'print, S.L. cl Dos de l\layo.
1.1 autorización t"!'i('rita de Jos titulares del Coryri~ht hajo liI~ lC:t rl'prouun:ión parcial o total Ut e.stCl obra por cualquier pr(l(,l'dilllll·nto. (,(\I11P~('IHlldn!'oo 1,1 f(.'prn~r;dii.J \' (·1 tratilllÚtnto inforlllMiro y la di~trihllnún de (:l('lI1r\;II'('~ lk ('Ilo. IUl'1.h, o «Divinas de la muerte: imagen de la mujer en el teatro gay norteamericano».
[ 13)
Sejo Carrascosa. Ve la luz a finales de la década de los 50, se cria en el madrileño barrio de San BIas. Promo se le despierta la vocación de ser enfermera '! pasa su infancia «jugando a los médicos», afición que mamiene en la acrualidad. Adquiere habilidades para solucionar con más o menos éxito una niñez y adolescencia marikitas. En su juvenrud coinciden la Transición con una gran actividad sexual, lo que le lleva a conocer varias ETS y comisarias. Desencamado por el clasismo y la endogamia sexual de la ;\Iovida Madrileña, viaja por Europa, pasando temporadas en Frisia. Su actividad política se ha desarrollado en grupos anarquistas y autónomos, y otros de clara índole marica como el FLOHC, La Radical Gai, Gaytasuna y Oker Taldea. De este activismo le viene la inclinación a dar charlas y polemizar. La conciencia de su sexualidad como performatividad le ha dispensado del desasosiego que le producía tamaña dispersión, siruándose gracias a la teoria queer en un discreto campo del deseo: la lesbofilia gregaria. Ha trabajado como librero, distribuidor, documemalista, articulista, diagramador y mamador en artes gráficas, editor, canguro, camello, camarero, sherpa y cocinero. En la acrualidad sobrevive como puede en Gastéiz, y obsesionado por la gastronomía y el erotismo, sigue sin renunciar a intervenir desde lo social en las políticas del cuerpo.
L 14)
Fefa Vila Núñez (Laza-Ourense, 1968). Es socióloga, especialista en Estudios Feministas y Estudios Culturales. Ha realizado cursos de posgrado en las Universidades de Utrecht (Holanda), Manchester (Inglaterra) y Santa Cruz (California). Aunque en sus trabajos convergen diferentes aportaciones, sus principales áreas de interés son las teorías del Género, y más en concreto las teorías y prácticas políticas queer y el ciberfeminismo, y en general las relaciones que operan entre mujeres y máquinas. Es autora de varios arúculos sobre diferentes aspectos de la tecnología, el género r también sobre el análisis de los discursos que informan o regulan a las minorías sexuales a través de los llamados discursos dominantes, así como de la articulación de historiografías y contradiscursos desde posiciones feministas críticas. Fue activista y promotora del grupo madrileño LSD, que aparece en 1993 y que hasta 1998 es el principal grupo de referencia política y de intervención pública artística-cultural queer en España (www.hartza.com/lsd/). y co-editora de la revista NON GRATA. Actualmente forma parte del grupo de trabajo queer de Madrid, GTQ. En los últimos siete años compatibiliza su actividad como Gestora, Investigadora Social y Coordinadora del Departamento de proyectos e investigación de la Fundación Forem (CSCCOO) con la investigación, la escritura, y la colaboración en diferentes proyectos del ámbito de la cultura y la crítica política (ión h2 consq.."Uldo un:,¡ autonoml3 propia. Si C!>IO C$ a~i p;,¡r:;¡ una 0r').::UlIJ'..2Cl(m $cxuJ.l ;n(;lnril de dl~rcrsjun de I:.H pulsione~ ~ b~ uJnas err·~C'na!.. en rdaclor. 2. 12 sexu2lidad orp.ruZ2d2 en rorno 2 los ~ml1:a)~ rodriuno~ tensando 125 !Xii5 fn:udI2n.2S, considenr que sólo en ranm la pWsión ruede dcspbu,n.r de 105 gt'niaks antros dementos. sOlo en tanto h2y un exeeso en los ~njulC'S en relaciOn _ 5U funciem repruduc. IOn., podemos hablar de scxw.hdad. El rene cnmo clrpnn es cenrr:tl C"I1 esa (ase de- b or~ni ...~i6n snu=-.] (r-n su drsarTollo normal· nonnarivo) uniamenu: en 1" medida en '-lue.. dc (nrnu conun].!:enlc y mcrttd 2 detcrmmadm procesos (de los cual~ h2hr:i que dar cuenr.¡), 3!'umc la (orm:;, de sl~.,,;flcan(t· (jllco. de SJ~"'ltic;¡.nlC e ... trucrur;¡.dor dclmtcrcamblo ~cxual. Pero, ¡.Jmbicn en U.nto que ~I!---"'I' tic:'lnlc, ser.á posiblc que se clcClúcn de~rl.:l7amlentf)~ oc esa funCión a nlTm '·)T].':-:illno!'. Pndriamos atirmar emoncts que tn tH3~ tt"l~ freuJlan2~ est:oi el J..,~rmcn de ];¡ dl'comrrucClon de 1:;, ~enjt;¡hd;,¡d y del f:l.loccnmsmo 'iuc Jcs;¡rmlbr.i. la U:0r13 íjucer, y nos ;;Icere2 stlr prendentemcnte a l;¡s nncione-s de: .f.:ll(llé-~blco .. (Bucler. 19ún esta hipótesis, con e! advenimiento de! capitalismo y la sociedad burguesa se habría establecido una regulación fundamentalmente represiva de la sexuatidad: ésta se vería sometida a una estricta contención, se impondría sobre ella e! silencio y e! desconocimiento, y solamente se permitiría en su forma socialmente útil para la reproducción, dentro de! matrimonio monogámico. Es abiertamente localizable e! modelo del poder y de la sexuatidad en el que se sitúa esta hipótesis expticativa:. un poder en su forma negativa de prohibición y una sexualidad más o menos natural previa e independiente a ese poder, sobre la cual éste ejerce su represión y contención. Contra esta expli-
i - "To.JlJ~ lo~ OL,l'lU~ :- lo, ~~'rc~ hum:llln~ C),.I~'l·n en d inu':nnr dlo: u·b.Ónnl'\ dt" [Y,dl"r. Inclu~(l 'HJuctln< ~m: n'qql"n. llllicnc< ~t cn(rrnun a lo que 5.C pte"SCTlta como la norma 0o, homosexuales.. por poner un tolcmr1o). p:l.ruclp2n en b. prnducCJon de 1.. norl1lol
[""u mc.:·din dcl mi~mo .00 de oponl'rsc • ella. a1 permitirle :lI C"St3~ I.llrim:¡~ la rns,hihd:ad de .ruculnsc contn. su opuC'Sto anormal. (thug, atada en E\"ans. 1i}()3: 13), En csu ClU puede \'cm: pcrfccumcntc el acslLl;arnLenlo '). Pero este mecanismo de ocultación y silenciamiento es mucho más complejo de lo que pueda parecer :l simple vista)l'. Por dos motivos: en primer lugar, porque la estrategia de silenciar estas realidades ha consistido, como ya he apuntado, en la producción dt:: la figura estigmatizada del/la «homosexual», dándole por ello un tipo de visibilidad que, aunque impuesta y gestionada por las instancias normativas 00 cual implica su construcción en términos negativos), ha supuesto la posibilidad de la reapropiación y rearticulación de sus significados por parte de los sujetos marcados por esas imágenes.1l. En segundo lugar, porque el silencio impuesto se conviene en imperativo de confesión en múltiples ocasiones, en las cuales o .bien la homosexualidad es hecha pública desde el poder enmarcada en un contexto de escándalo J2 , o bien se culpabiliza al sujeto que ha mantenido el secreto frente a las instancias normativas (Sedgwick, 1990). De lo que se trata, en definitiva, en las cuestiones de la estructura del secrt::to y el desvelamiento, es de una política de la enunciación: quién y en qué situación tiene la legitimidad de tomar la palabra para definir y señalar una realidad (en este caso la homosexualidad). Estamos ante un modelo de poder en
2H. El [~~mlno (Wutu~~. h:lce rcfl:'rCnclJ.;l b c~rr;¡{q~a Llc hacer públic:J, de m:lnifc5t.1r I.l homosc:'I:u:lhlhuJ de un:llxr~on:1. En c~paril)1 J.¡ cC'(prc~iém : ..si el pr()cc~ de nomlnaci6n de lo) ObICIO!> C\lul\'alc al acTO rru~m·' de /2 consuruoon de C-Sl0S. entonccs sus ns~os do.cnpuwls scr:i.n fun.nmcnl2lme'f1lc in~ublcs y enu:i.n 2.bicnm a rrxl3 cla!'C de rt":lroculacioncs he~emúmcas. El C.ar.iCICT CSl.'nclalmcntc pcrformaun, de la nominación es b. prcconrución pan. !<x.!a he~emonja ~ 10cb poliucv. (UcI:au, 1989: 1!). .)Í!,
r.n
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mativo, qué procesos y qué actos de hecho sacan a la luz estas condiciones yefec-
túan una subversión de su sentido (Burler, 1997). El análisis de este punto parte de la lecrura realizada por Derrida del texto de Austin (Derrida, 1967), contraponiéndolo a la lecrura del performativo que propone Bourdieu (1982). Para el primero, la fuerza del performativo se desprende de la ruptura que, como todo signo o marca, efectúa con respecto al contexto en el cual es producido. Para Bourdieu, al contrario, el performativo y su fuerza, entendida ésta como su posibilidad de éxito, dependen por completo de la autoridad que representan y que les es dada por el marco o contexto de relaciones de poder del cual emergen. La critica de Bourdieu a las pretensiones de Austin de realizar un análisis lingüístico de los performativos se fundamenta en una concepción del lenguaje como instrumento o como medio a través del cual se representan o se transmiten relaciones de poder que son externas al mismo. Lo que Austin considera como convencionalidades que deben producirse en un acto de habla performativo para que este tenga .los efectos esperados, es decir, el carácter ritual de todo performativo hace referencia al hecho de que ese acto en sí en i"nseparable del marco social que le da su lugar y que, en tanto rito, su función en ese marco es la reproducción de las relaciones de poder que operan en su interior. Por otro lado, todas las condiciones de corrección en la realización y en las intenciones del acto a las que Austin hace referencia son aspectos que pueden y deben comprenderse en relación al poder/autoridad del sujeto dentro del marco de relaciones que da lugar a la escena ritual de la cual la enunciación performativa forma parte. [E]I poder de las palabras reside en el hecho de que quien las pronuncia no lo hace a ótulo personal, ya que es sólo su «portadoD): el portavoz autorizado l'ólo puede actuar por las palabras sobre los otros agentes y, a través de su trabajo, sobre las cosas mismas, en la medida en que su palabra concentra el capital simbólico acumulado por el grupo que le ha otorgado ese mandato y de cuyo poder es/á ¡¡mes/ido. (Bourdieu, 1982: 69) Toda enunciación performativa es la invocación y la puesta en práctica de determinada autoridad o poder, y los efectos que pueden esperarse de esa l?Vocación puesta en escena, son los que ese contexto institucional de autoadad o poder ya contienel ', La enunciación, por lo tanto, no es más que un momento de una totalidad estructural o de una cadena de relaciones de poder, es determinada por el lugar que ocupa en esta totalidad y sus efectos van a depender de ese lugar. Nos enfrentamos así a un contexto cerrado o a una totalidad suturada en la que el elemento de desajuste o dislocación propio de una concepción temporal y abierta del crmtexto es anulado en un modeln ~na
°
1: JJ cl,nc..,"un de j)4hJ/~J c:, que sería adecuada r auténtica. Pero no busco tampoco algún tipo de liberación de la identidad. Esto sólo conduciría a otra forma de parálisis: la oceánica pash·idad de la indiferenciación. La identidad debe ser continuamente asumida e inmediatamente puesta en cuestión. (Gallop, 1982: xii) Al enfrentarnos a la identidad, estamos más bien ante lo que el psicoanálisis define como y-n objeto simultáneamente imposible y necesario (Laclau en Bucler, Laclau y Zizek, 2000). y la crítica que la teoría queer articula al respec10 asume el carácter que Burler reivindica mediante una cita de Spivak:
En la deconstrucción, la crítica más seria es la crítica de algo extremadamente útil, algo sin lo cual no podríamos hacer nada. (Spivak, citada en Buder, 1993: 53)'"' Algo sin lo cual no podríamos hacer nada, sin lo cual no podríamos decir nada puesto que nuestra posibilidad de agencia, nuestra capacidad de articular un discurso, nuestra misma existencia como sujetos, dependen de ello.
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~n.. ~nc1kín en un3.line2 di~.ri~.u., escéptica. so~ la c:fcah,.dad de aplicar ~:I critica ~onstructn.~ a b. p:llitlO, de: la Identidad. lIhn:I llrua en Uf\2 C5)"l'tCIC de ~Cl~mn nl1~ amba'S, puede cnconmr'Sr en el :lf'O("U1o de \ .d.:anc ~(1d.2 tire,," e6Dr"r: los b:tluanc~ QI~ :)~cm dt'.un.a mi noria>. (en Llama~ ,. \"ld:J.rt~. 2.1~11). tna criUC.I no !io(ilo I:'Sc':poo sino.r.ldiC2lme·~1t~ con=:L""'t2:1 h decon~rruc· tf a Idmudad rUI.'ck cnCfJntn_r~t en I:krs.::am: .. En el P'oc~o de dl"sn:nur:lh/.:ar los rCJ..'1mcnc-s crlstcmlC~ \- ~liucoc; ljUC nm -=~"m. nos b0n:-n,n~ us demostnci()ne~ del c:lT"icu:r "mcnmcntc" histúm;:o de eSl~s sis.tcm:a~ ~)I(J impc....~ minim~mcnlC
.
. . ~2.r:a que
d
~?b,e:rncn no e:s ne:cesano que: sc.. n naturales; dcsmluficarlos no los h:.cc: tnopt'nntl.""SJ> (Bc-rsuu. 1995: 1j)_ O bien: r 12~ Idcnnd2dcs cs('ncia!t7.:ador;¡¡c; dcn\'.IJ:as de 1..1. pn:fcrenci:l ~c~U31. montan un:a rl.."Sistcncü COntrl I:a i":cJCY,fobi . . en b cu . . 1 t'S2 ~ls(c:neI2!oC ha b.)rl'2do: ya n(1 ha\" runt-,'"Ún sujt10 homost:.xual pan, oponcrs.c:- a1 s.ujeto homof~ (Bcrs:anl. 1995:
fR),«anc d.=
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CONCLUSIONES ¡\lllegar al final de este breve recorrido por las propuestas de la teoría queer, es momento de resumir las conclusiones que se han ido extrayendo a lo largo del tr:¡bajo. Estas conclusiones debetÍan ser los puntos de partida o principios teóricos para una futura investigación en el campo de la sexualidad y la identidad sexual, puesto que el objetivo de este trabajo era precisamente dibujar, a cuando menos esbozar, el marco teórico inicial para esa investigación. La sexualidad es un ámbito de lo social y como tal está constituida por relaciones de poder. La sexualidad es, por lo tanto, un espacio político. La delimitación r especificación de este campo es el efecto del despliegue de un dispositivo normativo determinado sobre los cuerpos y los placeres. El espacio social así delimitado como sexualidad está hegemonizado por una norma heterosexual que pretende cerrarlo en un todo coherente pero que se ve obligada a producir y definir a sus otros en sus márgenes. La operación hegemónica de estabilización de la sexualidad dentro de los límites de la identidad heterosexual produce por exclusión un espacio de abyección, condensado en la figura de la homosexualidad, que pese a ser exteriorizada por esa operación como el otro absoluto de la identidad heterosexual, no es sino la marca de su límite interno. Homosexualidad y heterosexualidad no son, por lo tanto, entidades separadas r autónomas, sino que responden a un mismo mecanismo de poder, a una relación que las produce a ambas. En este espacio de relaciones de poder, toda identidad es producida relacionalmente pero, de la misma forma que ninguna de ellas puede totalizar el campo de la sexualidad, tampoco ninguna de ellas puede constituirse plenamente. En la medida en que la identid:¡d sexual no es la actualización o expresión de una esencia, su carácter es performativo. Toda identidad se constituye en el contexto de las relaciones de poder mediante una fijación o estabilización parcial y precaria de algunos de sus elementos a través de su repetición, y también de la represión o exclusión de otros elementos posibles: mediante este proceso de repetición, toda identidad intenta borrar las marcas de su producción, generando la idea de una esencia anterior a ese mismo proceso, de la cu'alla identidad parece ser la expresión. Respecto de las identidades sexuales, no estamos ante la expresión de una esencia interior a los sujetos (sexo) merced a varias manifestaciones (género, orientación sexual, etc.), sino ante el producto de la hegemonía heterosexual en el ámbito de las relaciones de poder que constituyen el campo de la sexualidad. La ilusión de la existencia de esa esencia sexual interior es un efecto de la repetición performatin de las prácticas y rituales que constituyen a esas identidades. El carácter performativo de toda identidad apunta también hacia su posibilidad de subversión, reapropiación y resignificación. La iterabilidad de todo enunciado (y, por ello, de toda acción o práctica identitaria, puesto que la identidad no se produce sino por un acto de enunciación) abre la posibilidad de su funcionamiento impropio en un contexto diferente; tan es así que los significados que ese cnunci:¡do va a adoptar en dicho contexto no predecible no pueden ser fijados por completo de antemano. Si es cierro que toda enunciación es repetición o cita de u~a norma o de un código y lIev:¡ consigo un con[ 62]
rextO de autoridad determinado, también lo es que su significado puede ser subvertido Yutilizado en otros contextos que impugnen aquella autoridad. En definitiva, una aproximación queer a la sexualidad y la identidad afirma Je forma radical su carácter político, es decir, conflictivo, abierto, contingenre. Carácter que convierte a esas identidades en necesarias a la vez que imposibles.
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si¿'"tiNuks (Rjardo Uamas, compilador). pp. el !'Id;¡ publlc,uJos ('n nuc:;tro rai!> h3!=t1 1:\ fecha.
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ACT UP introduce la rabia, la denuncia directa y explícita, las acciones ilegales (robos en supermercados para financiar medicamentos o conseguir comida para los enfermos, por ejemplo), boicots en actos públicos, intervenciones en iglesias y ministerios, es decir, desafía al orden social y político con un discurso radical. Era evidente que en ACT UP había un gran número de militantes transexuales, gays y lesbianas. Inspirado en gran parte por este tipo de activismo, surge en el verano de 1990 el grupo Queer Nation, durante una manifestación del Orgullo Gay de Nueva York reparten entre los manifestantes un panfleto impreso a dos caras con un manifiesto titulado «iOdio a los heteros!» «