Re<en'ados lod", los derecho,. Queda prohibido reproducir loL,] o pa",j"lm~nte e.'l" obra por cualquier medio, sin permiso pre"io de ",ta Edilon.I.
"Lo Ir¡;h";qmd ir fe",pf" (Tomo III) Stiegler
«> l:Iernard
e '"I':dirioflS G'üilée" 2(1)1
cultura Libre
LA TÉCNICA Y EL TIEMPO 3 El tiempo del cine y la cuestión del malestar
iD el" la traducóón, Bealh, .\Iorak, Bascos ~
Argiraktxe Hirll, S.L. Aparrado Correo, :-J" 184 20280 Hondatrihia (Gipuzlwa) e-tn"il:
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Bernard Sti~g¡er
Di"i;" de la cnkeción: Cr-'tJro"'-rl
.\-la'-jllnación
Tiaduccián:
1:'1''' S"s/re
Beatriz Morales Bastos Impresión: Gújlú.r LiZ'lrra, ,\'.L D"pósito l.q,.l: :'--1,\--'078_2004 lS13:'--1 84-957ilr,-77_X Obra publicada COn b ayuda del Mini,ter;" franc,,, ,k Cultura-Centre l\a,;rlfial du I.i",c
Capítulo primero
EL TIEMPO DEL CINE
7
1. El deseo de historias
La tendencia a creer en historias y fabulas, la pasión por los cuentos, que aún habitan en el anciano que se las satisface al niño, se mantienen de generación en generación porque Jan el vínculo entre estas g-eneraciones. Insaciables, prometen otras generaciones futuras, la escritura de nuevos episodios de una vida finura, que hay que inventar, que fabular. Este muy arcaico deseo del relato domina todavía a las sociedades modernas: anima los más complejos y secretos engranajes. Pero l-as condiciones para satisfacerlo se han transformado radicalmente. Se ha convertido en el objeto de una actividad Industrial a escala mundial. Lo que Horkheimer y Adorno llamaron las "industrias culturales" constituye desde ahora el centro mismo del desarrollo económico, cuyo más íntimo resorte sigue siendo sin duda el más antiguo deseo de historias -que es él mismo la llave del deseo en general. Pero este deseo está actualmente tan sometida a las condiciones de desarrollo de las industrias de la transmisión, cuyo triunfo conocen este final del siglo XX e inicio del tercer milenio, que podemos preguntarnos sobre la perennidad de la posibilidad misma de transmitir, cuando menos como acto de una herencia, efectividad de una relación y enunciacián de una filiación entre generaciones. El comercio mundial se desarrolla movilizando unas técnicas de persuasión que deben todo a las artes de la narración. N"ingún aconreCImiento sucede independientemente del deseo dI; historias. Las redes 9
mediáticas v las industrias de programas explotan esta inclinación d'cxístcncr des objNs techniques y en mi comentario en El pecado dt> Epímctco, mctaes-
tables ellas mi.smas -nunca plenamente constituidas ni individuadas- pero pduceión y de sus mercados: ya no existe otro exterior: lleva en sí bolsas de insolubilidad, desiertos abandonados, zonas
malditas y condenadas, pero ya no existe extranjero que sería lo exterior, el límite y la frontera de occidente. Sin embargo, lleva también su otro como su final: en el corazón mismo de occidente trabaja un proceso de auto-inmunidad -del que habla [acques Derrida- por donde se anula. Occidente ya no tiene oriente: está desorientado y morirá de ello, si no está ya muerto -se entropiza. La occidentalización realizada como entropizaci6n mundial también es necesariamente una dcsoccidentalización. La división se reconstituye desde el interior a la Ve7. como locuras nacionalistas, sectas, excesos de todo tipo, singularizaciones sin futuro, necrosis y reactividad compensatoria, suicida e incontrolable: entropía negativa fraca~ada. Pero también se busca bajo la forma de una "nueva internacional" como afirmación de un combate inédito que hay que llevar a cabo, fuera de toda frontera conocida, hasta fronteras ellas mismas muy improbables todavía. Temo que Europa como "proyecto" político que nunca habrá logrado convertirse en un sueño pertenece ya a este respecto al pasado, temo que sólo tenga un lugar secundario en lo que aquí llamamos ti futuro -cen tanto que no es el devenir.
73. [acques Derrida, Otobiografies. Lenselgnement de Nietzsche
el
la politique du
nom propre, Galilée, 19S4, 1" 20-21.
74. el la cuarta proposición de la Idea de una historia universal desde el punto de vista cosmopolñico. 75. Sobre la noción de ocurrencia,
cf La
desr;n"entación, or. cit., 17ti Ystes.
79. Lo que precede resume la página 371 de La desorientación, op. cit. SO. La ligereza con la que los altos funcionarios y los políticos franceses tratan este problema demuestra hasta qué punto siguen sin ser en absoluto conscientes de esta realidad, es decir, son completamente cobardes, por no decir cínicos, ante un dispositivo que es también el órgano de producción de sus imágenes personales. Esta capacidad de control de 'IUlenes se supone que guían el rurso de la vida pública por medio de lo que se ha convertido en la realidad masiva del espacio público eS evidentemente un efecto directo del control industrial de la producción de las retenCiOIlLS lerciarias en la medida en que ésTas constituyen finalmente la objetividad del medio político mismo. SI. Permiten transmitir la información hipermedia en las frecuencias de radio de los te impone e! multilingüismo a este tipo de producción (a veces en siete lenguas) para asegurar una difusión inmediatamente mundial de estos producto., desde el lanzamiento nacional. Pero lo digital e, la posibilidad de crear unas cadenas da leit'visi6n y unas "r1rchijlujos~ de programas de dimensi6n mundial -y, por supuesto, de concepción estadouniden_,~: úte e> el sentido de la fusión AüL-Time \-Varnn. La difusión hertziana analógica era necesariamente territorial. Porque no conoce estas bam:ras y permite la integración de todo tipo de redes, lo digital llevará a la globalización de la difusión de los programa~ audiovisiuales. 87. "La técnica de nav"gaci que se pierde LIl castellano: "ser puntual" en fral1cé~ se dice are ii I'heU/·e. 12. Kant, Qu'cst-ce qw: s'oricntcr dans la penscc? op, elt., 1'_ 77.
n. :\l. de
la T: "mapa" en francés se dice carteo
B. Christian faeob, L'Empire des canes, A1bin Michel, 1992, p. 50. 14. HU idea, su reproducción. El hecho de que Benjamin, en su dicotomía entre la obra de arte aurática y la-obra de arte tecnológica reprima este momento de unidad en beneficio de la diferencia, sería efectivamente la crítica de la dialéctica de su teoría."
libro no han dejado de ponerlo en evidencia. Indiquemos ahora que es también aquello en lo que consiste la vida.
Citando a Burkhardt Linder, esta vez contra Adorno, habíamos visto a la inversa que, contrariamente a las apancncias, lo que Benjamín llama la rcproducibihdad lejos de ser una simple copia de lo real, le añade algo que ella constituye. Esta consritutividad de la técnica de reproducción, desarrollada por lo que Adomo llamará a continuación la industria cultural, la cual, según Benjamin, confiere al cinc, por ejemplo, su fuerza analítica, es decir, su capacidad de ampliación de la apercepcián" y no sólo su poder de alineación.
Para Aristóteles la técnica no tiene autonomía porque no tiene capacidad originaria de reproducción en sí misma, sino en aquel que la produce: "Ninguna cosa fabricada tiene en sí el principio de su fabrica-
Pero habíamos añadido que también es lo que permite a Hollywood convenirse en la capital del esquematismo, es decir, modificar la síntesis de la imaginación en la medida en que la síntesis de reconocimiento es esencialmente una síntesis de reproducción que, por consiguiente, apela a los substratos protéticos de una cuarta síntesis: la de las retencrones terciarias que forman el medio de la reproducibilidad técnica en general. No existe reproducción que no trans-forme lo que ella re-produce y que, por tanto, no sea una producción nueva, esto es, lo que nosotros llamamos una repro-ducción.
La desorientación ya había subrayado las consecuencias de este análisis a propósito de la escritura, sobre las que vamos a volver, y todas nuestras investigaciones sobre el objeto temporal al principio de este
354
La vida es originariamente una capacidad de reproducción y no de producción, también es de hecho una reproducción sin producción primera, una repro-ducción -¡l no ser que se admita que el Creador, Padre Eterno, Primer Reproductor, genitor incngendrado. Pasado Absoluto, no es propiamente re-productor sino productor absoluto, es decir, también mtuitus origmarius.
ción"." La capacidad de reproducción del ser vivo es una fuente proliferante de diversidad precisamente porque la reproducción nunca es la simpie copia sino la trans-formación de lo reproducido. Pero lo mismo oc~ rre cada vez con toda reproducción según modalidades propias. Técnica incluida. Ahora bien, al menos por cuatro razones hay que hablar a partir de ahora de hiperreproducibilidad a propósito de la situación actual: 1. La tecnología digital permite reproducir cualquier tipo de dato sin degradación de señal con unos medios técnicos que se convierten ellos mismos en bienes ordinarios de gran consumo: la reproducción digital se convierte en una práctica social intensa que alimenta las redes mundiales porque es simplemente la condición de la posibilidad de! sistema
mnemotécnico mundial. 2. Esta reproducibilidad digital permite efectuar unos tratamientos y unos cálculos invisibles sobre lo reproducido, que abren unas posióiii355
da~es de simulaciones, de manipulaciones, de explotaciones, de experimentaaones y de proyecciones completamente nuevas.
3. Estas características del mundo informativo son también las del mundo biotecnológico, como posibilidades de replicaciones artificiales, de clonaclO~es, de producciones de quimeras y de transgenesis que sustituyen pura y SImplemente a las condiciones llamadas naturales de reproducción de! ser VIVO.
4. Es~a biperreprodccibílldad que es también una interoperabilidad afecta e Integra en sus efectos todas las formas de reproducción en un inmens~ sistema de duplicaciones/replicaciones de retenciones CUya complementaneda~ de las explotaciones no tardará en aparecer, lo que es una consecuencia del desarrollo de la transmisión industrialmtegrada surgida de la fusión entre e! sistema técnico mundial v la mnemotecnotogía. ' La hiperreproducibilidad, que resulta de la generalización de las tecnologías numéricas", constituye al mismo tiempo una hiperindustnalización de la cultura, es decir, una integración industrial de todas las formas de actividades humanas en torno a las industrias de programas, encargadas de promover los "servicios" que forman la realidad económica específica de esta época hiperindustrial, en la que lo que antes era e! hecho ya sea de servicios públicos, de iniciativag económicas independientes o el hecho de actividades domésticas es sistemáticamente invertido por "el mercado". Llamamos aquí "cultura" a lo que constituye la carne de un mundo COmo modos de vida. Este dispositivo de integración de servicies en torno a unos flujos de programas producidos por las industrias culturales es lo que lleva de! receptor de televisión al órgano de teleacción y lo que hace posible la codificación binaria de las informaciones y a través J56
de ellas, de los procesos. La tecnología digital es, en efecto, plurifuncional en la medida en que la codificación binaria constituye un nuevo "equivalente general", retomando la expresión de Dcminique Boullier, Este "equivalente general" es lo que permite una integración sin precedentes, sistemática, sometida a las mismas reglas de cálculo y de control de las actividades económicas, culturales y sociales. La red y sus terminales y servicios interoperables sirven tanto para difundir la información como para distribuir obras, administrar bienes, pilotar aparatos o cadenas de aparatos, y para dar órdenes de compra, es decir, para realizar actos económicos. Aquí llamamos hiperreproduciblc a lo que gracias a esta equivalencia general da un acceso casi ilimitado a los medios de reproducción de las retenciones, con unos costes muy bajos y sin pérdida de señal, al tiempo que permiten la articulación automática de estas retenciones y de los cálculos que se pueden efectuar sobre ellas con unos dispositivos de teleacción: teleproducción, comercio electrónico, infogística, etc. La hiperreproducibilidad del equivalente general digital hace posible la hiperidustrializ ación en la medida en que un proceso se puede llamar industrial cuando existe movilización de la innovaci6n tecnológica surgida del acercamiento entre la técnica y la ciencia, inversiones en las máquinas y procedimientos surgidos de estas investigaciones tecnológicas con unos fondos especulativos para la investigaci6n de los mejores rendimientos financieros posibles, amortización de la inversión y liberación de una plusvalía por medio de una prodUCCión de masas, es decir; una producción en serie que lleva a cabo una re-producibilidad de los procedimientos y de los métodos de[abricaci-m tal que los costes de esta prodUCCIón disminuyen rápidamente por e! efecto de economías de escala y de competencia entre los diferentes procedimientos disponibles. En otras palabras, la industna es en pnmer lugar lo que permite la reproducción en
357
serie de saber-hacer por medio de la movilización conjunta de los saberes cient~ficos y metodológicos (de saberes de mgenieros) y Su transferencia a unidades más o menos automaÚzabies que constituyen ellas mismas unos dispositivos retcncionales, que Marx llama "1; fuerza de sabe objetivada". r
Esta reproducihilidad está hoy multiplicada ,v elevada a un nilve I muy superior de automatización debido a la dig-italización. Las tecnologías digitales SOn unos dispositivos de reproducción extremadamente económicos, que permiten Una transferencia de saberes en los aurómatas, una nueva "intermediación" que sUpnme muchos gastos denominados improductivos, al cortocircuitar las redes tradicionales de distribución y acelerar exponencialmente los bucles de retornos sobre mvcrsienes y de retornos de usos. La red lp, ejemplar a este respecto, constituye un medio de innova-
~ión i~conmensurablemente más rápido que todas las tecnologías llldustr.la~e.s que la han precedido precisamente en razón de la hiperrcprodUC.lbllidad que está en el principio de su funcionamiento. [eanFrancois Abramatic subraya así que la enorme aceleración de la innovación engendrada por esta infraestructura proviene del hecho de que es un SOporte de servicios y, a la vez, un laboratorio permanente que al acercar desarrollo y despliegue "acorta el bucle que une ideas, proton., pos, productos y servicios"." Esto significa que el usuario de la red IP se ~~nvierte en una función del SIstema, como el agua que hace funcionar la fabrica maremotnz es plurifuncional y está asociada al funcionamiento de la turbina Guimbal.
también, y cada vez más, contaminaciones mentales e informativas, como atestigua en el seno mismo de las empresas el problema de la cognitive overflow syndrom, la sociedad no es "pustindustrial" en nada. La hipcrindustrializ.ación, sociedad de servicios hecha posible por el equivalente general digital" donde las industrias de programas se convierten en el elemento clave de una guerra económica que también es una guerra de los espíritus por la conquista de las conciencias, es decir, por la adopción de los productos, modos de vida y representaciones surgidos de esta hiperindustria, la hiperindustriaiización, pues, desemboca en lo que más arriba designábamos como medio tecnogeográfico en el que se disuelve la diferencia entre medios interiores y exteriores, en el espacio de un nuevo comercio que es de cabo a rabo un mercado sin piedad III gracia" -sin el gasto improductivo y la gratuidad ideal (que quizá sólo es un cine, una fantasía, pero un cine necesario) que siempre parece ser el atributo de las cosas elementales: estrellas, viento, belleza, potlach, ideas, amor por el saber, espíritu... El proceso planetario que aquí describimos con el nombre de hiperreproducibilidad, en tanto que ésta caracteriza el sistema mnemotécnico mundial que se fusionó con el sistema técnico de producción de toda mercancía, es el resultado concreto y, a la vez, la condición del desarrollo de la recnocienc¡a, tal como la analizábamos antes como exploración sistemática de todos los posibles: la performatividad tccnocientifica es homogénea con la dimensión repro-ductiva de la reproducibilidad.
Contrariamente a una leyenda difundida por unos sociólogos franceses, a~nque haya menos humos, o humos menos visibles, aunque las contammaclOnes sean más discretas y ya no sean solamente flsicas sino 358
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y esto significa una salida del pensamiento del objeto, es decir, de lo real, y una entrada en la exploración de los posibles que Bachelard llama el proyecto;
10. La física de los posibles
De manera general, analizar un problema consiste en reproducirlo formalmente, es decir, en describirlo en una terminología, definida por medio de un cuerpo teoremático, que apela él mismo a un cuerpo axiomático. Un análisis científico es ya una reproducción formal del fenómeno analizado y por medio de un protocolo puede materializarse en una experimentación "fenomenorécnica" que permitirá hacer valer unos parámetros y afinar la descripción del fenómeno, es decir, su comprensión.
Por encima del sujeto, más allá del objeto inmediato, la ciencia moderna se funda en el proyecto. En el pensamiento científico la meditación del objeto por parte del sujeto siempre toma' la forma del proyecto." Esto quiere decir que el fenómeno es construido por una fenomenotécmca: Por Lo tanto, la verdadera fenomenología científica es muy esencialmente una renomenoecníce. Ella refuerza lo que se transparenta detrás de lo que aparece. Es instruida por lo que ella construye. La razón taumaturga dibuja sus marcos sobr~ el esquema de sus milagros. La ciencia SUSCita un mundo... La geometría euclidiana se convierte en una posibilidad de la pan-
La reproducibilidad es siempre un elemento de trans-formación de
geometría de Lobatchevski, de la que es un ~caSo particular?", co~o la
lo que reproduce. Si actualmente se plantea que describir es reproducir,
astronomía de Newton es un caso particular de la panastronorrua de
la consecuencia es que una descripción siempre es también una trans-
Einstein."
formación. Lo que quiere decir que nunca hay constatividad pura y que, en cieno modo, siempre hay performatividad.
En la física relativista el observador es un dato de sistema observa-
Estas son las cuestiones planteadas por los análisis bachelardianos
do relatividad que le obliga a "[ncorporar [su) experiencia en [su] concep, rualización". A partir de entonces "no se mantiene el carácter .. ,primi-
del relativismo einsreiniano. De manera general lo que Bachelard llama
tivo de la idea pura; la idea simple sólo se conoce en cornposicion, por
el "nuevo espíritu científico" pone en evidencia la inversión de las rela-
su papel en los compuestos en los que se integra .
ciones entre lo real y lo posible que evocábamos más arriba, }; a la vez, la perforrnatividad de la actividad CIentífica. De ello resulta una especie de generalización polémica que hace pasar la razón de! por qué al por qué no,"
.
"40
La noción de medida única del tiempo, es decir, de una simultaneidad independiente del sistema de referencia, sólo debe su apariencia de ~implicidad y de inmediata realidad a un defecto de análisis." 361
360
Escribe Brunschvicg; en las relaciones de Heisenberg donde la experiencia de investigación de un objeto minúsculo "desplaza al objeto" "por lo tanto, la experiencia hace cuerpo con la definición del Ser"." finalmente, lo que se convierte en un caso particular de lo posible es lo real:
Y
De esta organización matemática de las posibilidades expenmentales se vuelve entonces a la experiencia por medio de unas vías más estrechas. Se encuentra lo real como un caso particular de lo posible." La sustancia química, objetivación substancial por excelencia, "apenas es ya una oportunidad de reacción"" en la "ley de los grandes números", lo mismo que la onda es un tablero de juegos, el corpúsculo es una oportunidad." Respecto al determinismo científico, éste es un ordenamiento técnico de la Naturaleza; El Determinismo parte de opciones y de abstracciones y l...] poco a poco se convrerte en una verdadera técnica. El determinismo científico se demuestra sobre fenómenos simplificados y solidificados: el causalismo es solidario del cosismo]...]. Debemos surprendernos del carácter técnico del determinismo científico. El verdadero orden de la Naturaleza es el orden ljue introducimo- técnicamente en la Naturaleza,"
Recordemos que se llama performativo a un enunciado cuya enunciación crea una situación que no existía antes que él. En este sentido la repro-ducibilidad es preformativa. Pero la experiencia científica tal como es descrita aquí lo es igualmente. Se llama constatativo a un enunciado que da cuenta de una situación preexistente sin transformarla. Aquí extendemos estas .nociones a la experimentación y a la reproducción como enunciaciones formales concretizadas, materializadas y con ello, funcionalizadas -aliado de lo que Buchelard llama las "bibliomenas"- donde la física contemporánea conoce una crisis de la constatatividad que hay que inscribir y analizar en el marco de lo que [eanHugues Barthélémy llama una situación "excepcionalmente hermenéutica".'! La performatividad tccnocientffica es reforzada considerablemente por la puesta en marcha masiva de tecnologías de reproducción, es decir, de retenciones terciarias hipcrreproducibles (); por lo tanto, hipercalculables) en la instrumentación científica en general. Ya habíamos recordado" que Husserl denuncia en la algebratización de la geometría una instrumentación en la que
A su vez, la física de Eisenberg "absorbe la física determinisrn':" como un caso particular de lo posible.
se da por hecho que la significación geométrica se relega a un segundu plano e incluso que se la deja simplemente de lado; se calcula y sólo al final se recuerda que los números deberían significar magnitudes. Además, no se calcula "mecánicamente" como en un cálculo numérico habitual, se piensa, se inventa, se hacen eventualmente grandes descubrimientos, pero con un desplazamiento inadvertido de sentidu, que hace de éste un sentido "simbólico".'"'
Prot~colo de re-producción explicitanre de "el Ser" en primer lugar, la experiencia es a fin de cuentas su repro-ducción en el interior de un campo de posibles. Una dimensión preformariva lo habita siempre ya.
Para Husserl la tecnificación de la ciencia es una pérdida del sentido mismo de la actividad científica, un olvido de sus cuestiones propias, en beneficio de unos objetivos e imperativos de eficiencia tecnológica, es
362
363
decir, de resultado tecnocientffico. Para él esta situación constituye lo que habíamos denominado una "ceguera eidética" de la ciencia te~nifi cada. Sin embargo, también ahí planteamos que lo que Husserl denuncia en el giro galileano estaba ya ahí antes que él y lo hacía a priori posible y necesario: siempre hay un substrato retencional para toda actividad del entendimiento y de la razón, para toda teorización, así como para toda experimentación, y lo que la época galileana generaliza sólo es la extensión de las consecuencias de este dato primario a una época en la que aparece una nueva técnica de rcproduccián en la especie de la imprenta, mientras que se multiplican los instrumentos (de visión a distancia) que son ya "fuerza de saber objetivada", es decir, teoría concretizada en funcionamiento.
11. Las nuevas condiciones patrimoniales de la adopción En otras palabras, la repro-ducibilidad opera desde la "protogcometría": es una consecuencia de lo que analizábamos de manera más general en toda síntesis de reconocimiento. La pcrformarividad de la hiperreproducibilidad contemporánea, que tiene un efecto directo sobre las síntesis constitmivas de los flujos de conciencia, afecta a esta síntesis recognitiva de la apercepción de las conciencias que son el objetivo del mercado de las industrias de programas, así como a la síntesis recogniriva de la apercepción de las concienaas tecnocientificas en el trabajo -evidenremenre una orgamzación especifica de este trabajo está inducida por esta hiperreproducibilidad. 364
Pero también afecta a todos los saberes productores, es decir: reproductores: después de la pérdida de individuación de los saber-hacer de los obreros, reducidos al estatuto de proletarios al servicio de las máquinas, esta repro-ducibilidad es también lo que viene a sustituir a las condiciones hasta entonces en vigor en el mundo de la agricultura, donde la producción suponía que el productor controlaba la reproducción. El culto, momento excepcional de sincronía del Nosotros, es también el de su reproducción: esta raíz se entiende todavía en la cultura y en la agricultura porque ellas son un cuidado aportado a la transmisión y a la reproducción. Industrialización de la cultura y de la agricuhura plantean fundamentalmente la misma cuestión: la de la modificación de las condiciones de reproducción y de la cuestión del cuidado. Es decir, también de la enfermedad y de la salud.
Lo que se ve afectado y expropiado es la reproducción en tanto que ésta se encuentra en el centro de todo proceso de mdioiduactán, En Francia el agricultor José Bové se ha hecho célebre en especial llamando "malacomida" al conjunto de las consecuencias agroalimentarias nefastas de este estado de hecho -expresión substancialmente primera de lo que aquí llamamos el "malestar" y específicamente expresiva de la angustia ambiente por unas razones que da Plantón en un pasaje del Próragoras" que ya hemos citado. A este respecto, la gravedad y la novedad de la puesta en circulación de organismos genéricamente modificados se debe menos a la alteración que representa en las condiciones de evolución del ser vivo --es decir, también de los alimentos, porque aunque esta cuestión es considerable, no es nueva- que a la amenaza que representa de expropiación radical de los reproductores-seleccionadores agrícolas en beneficio de grupos indusrriales además monopolfsricos, cuyas consecuencias uniformadoras 365
podrían revelarse económicamente catastróficas y que, evidentemente, también ahí consiste en una toma de control de los dispositivos retencionales -y de los criterios de selección. Este es el objetivo de la semilla "Terminator" de! grupo Monsanto, además de la integración sistémica entre industria química de los herbicidas, los pesticidas y los abonos, e industria biotecnológica de las semillas; esta hiperindustrialización de la agricultura, como toma de control sobre un dispositivo rerencional germinal, se ha hecho posible por el control informático-rerencional del análisis genético -por medio de la hiperreproducibilidad digital. La expropiación del agricultor es también el reto de las transformaciones de la reproducción animal y humana, es decir, de la evolución del ser vivo en general y, más específicamente, de la filiación, lo que constituye una nueva conmoción de las condiciones de la adopción, no sólo a nivel del Nosotros constitutivo de todo agrupamiento humano, sino a nivel del Nosotros que designa un nombre propio, cuya transmisión es la huella de una historia familiar en sus dimensiones tanto genéticas como más ampliamente patrimoniales, al ser esto un correlato de la conmoción tecnocientífica tal que cambia completamente la figura del genitor inengendrado. Así pucs, la toma de control de la epifilogénesi , por las tecnologías de la transmisión es una nueva época de la reproducción de todas las formas de patrimonios. Se trata tanto de los patrimonios llamados saberes, es decir, del entendimiento y de la razón exhumados en sus principios por la historia de la filosofía y de la ciencia occidentales, como de los patrimonios económicos, es decir, de las posesiones socializadas de riquezas naturales o artificiales de producción de bienes, de los parrimomos culturales, lenguas y literaturas, saber-hacer artísticos, modos de 366
vida, arquitecturas, paisajes, ctc., de los patrimonios familiares y de los patrimonios bio-genéticos. Todos estos patrimonios son reducidos en e! sentido que esta palabra tiene en economía cuando designa un conjunto industrial de activos y de pasivos sobre los que se efectúan unos cálculos de amortización y de productividad, cuya propiedad colectiva se vuelve anónima, principalmente disponible a la venta, cuyo precIO es, por lo tanto, e! objeto del cálculo permanente de los inversores y que a partir de ese momento es susceptible de ser adquirido en cualquier momento en el mercado bursátil internacional. Desde luego podemos preguntarnos en qué medida este patrimonio es asible en semejantes condiciones al tiempo que sigue siendo adoptable, cómo evaluar la indemnización y la remuneración de esta cesión y, más generalmente, en qué medida los procesos de individuaciones de toda naturaleza no pueden ser perturbados radicalmente por unas modificaciones tan generales, enormes y brutales de las condiciones de adopción.
12. El derecho de reproducir La toma de control de los patrimonios, es decir, de las retenciones lega bies, sean cuales sean sus formas, relaciona unos acontecimientos tan diferentes en apariencia como el cuestiona miento del derecho de autor, la privación de la capacidad de reproducción del agricultor-ganadero (que se convierte en un rrubajador a destajo), la compra de catálogas de programas audiovisuales y de agencias de imágenes, la procreá367
rica, la patente de las secuencias moleculares, las fusiones-adquisiciones industriales, la estructuración digital en red de los territorios, la puesta en órbita de satélites de observación o el control de la atribución de "nombres de dominios" en la world Wide Web por el ICA:-JN, nueva instancia estadounidense de control mundial de I.¡ cardinalidad. En todos los casos se trata de crear las condiciones que permitirán definir nuevas modalidades de la reproducción, en el seno de un proceso de hiperindustrilización permitido por la ineeroperabihdad y la hiperreprodueibilidad de la tecnología digital y ello, en la medida en que la cuestión que se plantea a la industria siempre es hacer reproducible un fenómeno, llamado prototipo, después de estabilizar y optimizar las condiciones de su reproducción para finalmente reproducirlo en serie, efectuar economías de escala y aleanzar unos mercados de masas. La toma de control sistemático de los patrimonios significa que a partir de ahora esta lógica se aplica a todos los dominios de la vida humana, que constituyen otros tantos nuevos mercados para continuar con e! desarrollo tecno-industrial, lo que se denomina a veces la "nueva economía", donde la cuestión se convierte evidenumente en la de saber quién detenta el derecho de reproducir, y con él, de definir los modelos de los procesos de reproducción como los modelos que hay que reproducir. La cuestión es: "e Quién selecciona y con qué criterios?" Pero si es justo plantear que esta situación resulta de la inversión de! orden de lo real y de lo posible por la conmoción recno-cientffica, donde se trata de dotarse de criterios de diferenciación para efectuar unas selecciones entre unos posibles, lo principal del problema sería en primer lugar: - saber qué significa aquí la repro-ducción que siempre comporta toda re-producción y en qué medida se pueden instalar nuevas capaci368
dades de producción de diferencias en un contexto de hiperreproducibilidad; _ si ésta es una acentuación de la sincronización industrial (incluido como puesta en marcha integrada y unilateral de la diferenciación por la repro-ducción} ya iniciada por las industrias de programas tradicionales (analógicas); - y si en el caso de que no haya simplemente aumento de la sincronización ni, por tanto, confirmación de la entropía por este sesgo, las diferencias que se podrían producir serían susceptibles de constituir un
devenir adoptable, es decir, un futuro. Ahora bien, la escritura, principal medio rctcncional en e! que se constituyó occidente, sistema mnemotécnico excepcionalmente estable respecto a la evolución de los sistemas técnicos de transformación de la materia y principal dispositivo de reproducción de las retenciones terciarias constitutivas de la racionalidad y de los saberes occidentales, conoció en el seno de esta estabilidad global un período de acentuación muy sensible de su reproducibilidad, que en su época hubiera podido ser calificado de hiperreproducibilidad en relación a la situación que le había precedido. Y constituyó una política del espíritu que normalizó un derecho de reproducción menos a través de los derechos de! autor y de! editor que a través de la sincronización ortográfica, tipográfICa y gramatical de la diacronía de los patrimonios idiomáticos. Alinicio del próximo volumen volveremos sobre este episodio crucial de la historia de las mnemotécnicas que fue la imprenta para observar, con Sylvain Auroux cómo con ella se inventó una historia del lenguaje que fue también la teoría del sujeto. Veremos cómo con la imprenta se definió una relación entre lo sincrónico y 10 diacrónico que fue a .369
la vez una política de la lengua y una guerra de los espíritus, al inaugurar una nueva era de la diferenciación idiomática.
vaá6n de la filosofía de las ciencias, cf L' [die de reiativité philosophique chez Simon-
don, 01" cit 15. 1" 265. 16. Kant, Critique de la rUiSUn purc, op. cit., p. 265.
17. Id.. ¡bid., p. 270. .'lOTAS
1. N, de la T.: juego de palabras entre/aire de/"ut, "hacer, estabkccr la diferencia;
l. P. Aubenque, La Prudcncr chez Arislo!e, op. át., p. 66.
2. u, ibid., p. 66. 3.ld., ibid., p. 68.
4. ld, ibid., p.69.
5. El pnado dr Epimctco, voL 1, op. cít., capítulo 1.
y/aire la differena,
18. Cuando se hace experimental, se da unos inSTrumentos que quizá, ya, vienen a "comprometer" su pureza. pero entonces ella no tiene conciencia. 19. Este punto de vista lo he (k,arrollado más ampliamente en ["a desorienta,ión, op. cít, 228 y stcs. 11. 1\. de la T.. mauoaís cinema m el original. De nuevo se emplea el término cmema en el sentido de "fantasía".
6. P. Aubenque, La P,."dr,¡ce e/u'z Aristotr, op. cit., p. 69.
20 La dcsarícntacián va había comenzado el análisis de esta cuestión. Sobre este rema leeremos con gran ~rovecho C/i() de 5 a 7, Les Aetualitésfilmées de la Libéra-
7. Ilya Pngoginc e Isahelle Stengers, La ,VouL'elte Alliance, Gallimard, 1979.
/ion: archives du /II/Ur, de Sylvie Lindcpcrg, CNRS ÉditiuIls, 2000.
8. P. Aubenquc, La PmdelUe chez Anslote, op. cit.. p. 69. 9. Kant, Sur le liell commlln: il se peul que ce soit ju.