EUGENIO COSERIU
EL HOMBRE LENGUAJE ESTUDIOS DE TEORÍl\ y METODOLOGÍA LINGÜÍSTICA
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EUGENIO COSERIU
EL HOMBRE LENGUAJE ESTUDIOS DE TEORÍl\ y METODOLOGÍA LINGÜÍSTICA
S[GUN DA [ DI CI Ó N, REVI SADA
BIBLIOTECA ROMÁNICA HISPÁNICA EDITORIAL GREDOS MADRID
SU
EUGENIO COSERIU
EL HOMBRE Y SU LENGUAJE Si la libertad es tan necesaria para el hombre como el aire que respira -lo decía A. Machado, y qué bien que lo decía-, hablar es la necesidad suma, pues el habla nos hace libres y más aún, creadores, y creadores y libres colaborando con los demas hombres. Así podría resumir el lector la impresión que le ha causado la presente obra, colección de agudos estudios en torno a la naturaleza del lenguaje y a las direcciones, teorías, métodos y perspectivas de la frondosa, expansiva lingüística actual. Eugenio Caseriu, siempre crítico, se ha esforudo por complementar o fundir armónicamente doctrinas que sin razón alguna solían aparecer como antagónicas. Con estas poderosas clarificaciones se dibujan nítidos el lenguaje y las disciplinas lingüísticas, ahora deslindadas en sus respectivos campos. Pongamos a un lado las disciplinas o los métodos. El lenguaje es una realidad cultural complejísima, polifacética (uno se lo imagina como un maravilloso telar de hilos entrecruzados y cambiantes), dada la diversidad de planos, categorías y funciones. Gracias al hablar -actividad humana cognoscitiva, fónico-semántica, intuitivo-expresiva- queda unida nuestra conciencia con el mundo y con el prójimo. No es posible concebir el lenguaje sin significado (signos, símbolos), ni sin un (Pasa a la solapa .fÍ6IdDIt.)
EL HOMBRE Y SU LENGUAJE
BIBLIOTECA ROMÁNICA HISPÁNICA FUNDADA POR
DÁMASO ALONSO
11. ESTUDIOS Y ENSAYOS, 272
EUGENIO COSERIU
EL HOMBRE y SU LENGUAJE ESTUDIOS DE TEORÍA Y METODOLOGÍA LINGüíSTICA
SEGUNDA EDICIÓN, REVISADA
BIBLIOTECA ROMÁNICA HISPÁNICA EDITORIAL GREDOS MADRID
Los estudios 1, 11, VIII, X Y XI han sido traducidos del alemán, y el estudio n. VI del francés, por Marcos Martínez Hernández. Las traducciones han sido revisadas por el autor especialmente para esta edición.
©
EUGENIO COSERIU, 1991. EDITORIAL GREDOS, S. A.
Sánchez Pacheco, 81, Madrid.
1977. Reimpresión, 1985. SEGUNDA EDICIÓN, 1991. PRIMERA EDICIÓN,
Depósito Legal: M. 26889-1991.
ISBN 84-249-1225-X. Impreso en Espai\a. Printed in Spain. Gráficas Cóndor, S. A., Sánchez Pacheco, 81, Madrid, 1991. - 6448.
A mi madre
Los trabajos reunidos en este libro son estudios y ensayos publicados a partir de 1953 en revistas y misceláneas (algunos también -o sólo- en ediciones independientes), ponencias presentadas en congresos o coloquios y contribuciones a los debates de los mismos. Se reproducen aquí sin ...1Odificaciones esenciales pero, esto sí, cuidadosamente revisados y corregidos. En varios casos se ha ampliado o modificado la redacción para precisarla y hacerla más clara y, donde cabía, se ha tratado de poner al día la información. Ello, también en los trabajos escritos o publicados originariamente en alemán o en francés y que se publican ahora por primera vez vertidos al español. A este respecto, algunos de los estudios aquí reunidos pueden valer como nuevos originales. En cuanto al orden de los trabajos en el volumen, los dos estudios escritos en 1966, «El hombre y su lenguaje» y «El lenguaje y la comprensión de la existencia del hombre actual», que son de teoría general y filosofía del lenguaje, se han colocado al comienzo y otros dos, de 1971-1972, que tratan del estado actual de la lingüística y de sus posibilidades de desarrollo, al final. Los restantes se han colocado en su orden cronológico, con una excepción: una reseña concerniente a la estilística, de 1953, aparece después de las tesis sobre lenguaje y poesía, de 1968, con las que está estrechamente ligada por su tema. Por el modo como han surgido y se han publicado, estos escritos contienen algunas repeticiones; así, en particular, los nÚIDs. 1 y 11. Las repeticiones no se han suprimido, por un lado, porque ello habría menoscabado gravemente la unidad y ca-
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El hombre y su lenguaje
herencia, e incluso la inteligibilidad, de cada uno de los estudios; por otro, porque, por sus secciones hasta cierto punto comunes, estos estudios se aclaran recíprocamente; por ejemplo, lo que sólo se halla aludido en el primero, se dice explícitamente en el segundo, y a la inversa. Por otra parte, cabe esperar que ahí donde se toma posición con respecto a ciertos problemas centrales y decisivos, como el de la identidad entre lenguaje y poesía (en los estudios J, II Y VIII), ello se haga en los mismos términos, o en términos muy parecidos. Pero aun tales pasajes tienen funciones diferentes en los contextos en que figuran. El título del volumen se debe a una doble coincidencia: es el título del primer estudio y éste fue titulado de este modo por pertenecer a un ciclo de conferencias públicas organizadas por la Universidad de Tübingen sobre el tema de la esencia del hombre. Pero se. trata de una coincidencia muy oportuna, pues ese primer estudio contiene, precisamente, los fundamentos de mi concepción del lenguaje y de las lenguas y su título corresponde, por ello, al tema general del libro, que es el de la humanidad del lenguaje, con todo lo que ésta implica, directa o indirectamente. Con respecto al lenguaje mismo, su humanidad implica, directamente, su complejidad y su esencial variedad; complejidad y variedad justificadas por su mismo sentido unitario (lo cual no constituye ninguna paradoja). Con respecto a la lingüística, la humanidad del lenguaje implica, indirectamente, la necesidad de estudiarlo desde múltiples puntos de vista y, por ende, la complementariedad de las varias disciplinas lingüísticas así como de los varios enfoques teóricos y metodológicos que les corresponden en cada caso (lo que no significa ningún eclecticismo). Por ello, al examinar disciplinas, teorías y métodos, he tratado constantemente de mostrar sus posibilidades y sus intrínsecas limitaciones con respecto a la totalidad del fenómeno lingüístico, o sea, de acuerdo con una fórmula que pretepde expresar el sentido global de mi actividad crítica: sus .. alcances y límites». Claro está que, por el tiempo tan largo al que estos estudios corresponden (más de veinticinco años), no puedo estar hoy
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Nota preliminar
de acuerdo con todas y cada una de las formulaciones que aparecen en los más antiguos. Pero lo esencial corresponde a la misma actitud y a una concepción unitaria que no he modificado desde el lejano 1952 y que sólo he ampliado, profundizado .. aclarado y ajustado en los detalles. En este sentido, puedo subscribir también hoy lo escrito en 1952. La unidad de la concepción básica, no implica, sin embargo, desarrollo completo de la concepción misma. Los estudios reunidos en este libro configuran y representan una teoría y metodología lingüística, pero no por sí solos, sino conjuntamente con mis otros libros ya publicados en la BRH (en particular: Teoría del lenguaje y lingülstica general, 1962, y Sincronía, diacronía e historia, 1973) y con los estudios incluidos en el tomo Gramdtica, semántica, universales, de próxima aparición en esta misma Biblioteca. Tübingen. julio de 1977. E. C.
En esta segunda edición se han hecho muchos retoques de expresión y estilo, se han corregido una serie de erratas y se han añadido varias indicaciones sobre traducciones a otros idiomas. Las siglas SSF y eJ, que figuran en esas indicaciones, corresponden, respectivamente, a: E. Coseriu, Sprache. Strukturen und Funktionen. XII Aufsatze, Tübingen, 1970, 3. a edición, 1979, y a: E. Coseriu, Ningen no gaku toshite no gengogaku. Gengogakusenshü [La ciencia del lenguaje como ciencia del hombre. Escritos de lingüística], 4 tomos, Tokio, 1981-1983. Una traducción portuguesa de todo el libro se ha publicado en 1982, con el título O homem e a sua linguagem (Ed. Presen9a, Río de Janeiro). Tübingen, setiembre de 1991. E. C.
1 EL HOMBRE Y SU LENGUAJE
O. Sobre el lenguaje se ha dicho, en realidad, casi todo lo que había que decir. Pero también se han dicho y se siguen diciendo muchas cosas -demasiadas- que hubiera sido mejor que no se dijeran. En parte, esto se explica por el lenguaje mismo. En efecto, ya al ser examinado muy someramente, el lenguaje se presenta como un fenómeno tan polifacético y que impregna en medida tan considerable las restantes manifestaciones del hombre -siendo incluso la expresión necesaria de algunas de ellas- que las confusiones y parcializaciones se dan, quizá, en este campo con más facilidad que en otros. Y, sobre todo, puede muy fácilmente suceder que se tome por esencial y primario lo secundario, accesorio y derivado. Es necesario, pues, volver a considerar el problema en sus rasgos esenciales y tratar de separar, en su solución, lo acertado de lo no acertado, identificando, en particular, los puntos en los que, en la interpretación del lenguaje, se corre especial peligro de desviarse por caminos equivocados.
1.0. La primera comprobación con respecto al lenguaje -y que, por así decir, se nos impone ya a primera vista- es la de que el lenguaje se presenta concretamente como una actividad humana específica y fácilmente reconocible, a saber, como hablar o «discurso».
El hombre y su lenguaje
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1.1. Esta primera comprobación hace posible, por una parte, una definición del hombre: el hombre es «un ser hablante», más aún, es «el ser hablante», definición que puede ser luego desarrollada y fundamentada mediante la determinación de lo que significa propiamente «hablar». Por otra parte, la misma comprobación abre la posibilidad de una valoración del nohablar. El no-hablar es, en los seres humanos normales adultos y despiertos, callar, es decir, o haber-dejado-de-hablar o no-hablar-todavía; es, por tanto, una determinación negativa del hablar, como delimitación o suspensión del mismo. Es lo que de algún modo se advierte ya en la concepción ingenua y originaria del lenguaje que se manifiesta en el lenguaje mismo: en ciertas lenguas existen palabras diferentes para el silencio de las cosas y el de las personas (por ejemplo, lato silere / tacere). /Como suspensión intencional del hablar, el callar puede incluso convertirse en medio expresivo ..
1.2.0. Pero la misma comprobación inmediata abre también el camino a interpretaciones erróneas o unilaterales. 1.2.1. Por un lado, se corre el peligro de considerar el lenguaje simplemente como una modalidad expresiva entre otras, al lado callar: como una de las varias actividades de expresión empírico-subjetivas; lo cual constituiría, precisamente, una ilación equivocada. En efecto, el silencio, por ejemplo, tiene sentido +-mejor dicho, p u e de, conjuntamente con los significados lingüísticos, contribuir al sentido de un discurso-, pero no es de ningún modo lenguaje, ya que no tiene significado propio. Y lo mismo cabe decir de las restantes actividades expresivas, en la medica en que no se trata de actividades derivadas del lenguaje y concebidas como sucedáneos del hablar. Además, el lenguaje mismo puede emplearse, en su aspecto material, como medio de expresión con sentido subjetivo pero sin significado objetivo ·~(-por ejemplo, para manifestar una actitud o un estado de ánimo del hablante). Pero, precisamente, en este caso el lenguaje no se realiza c o m o 1 e n g u a j e. Al rechazar, pues, la reducción del lenguaje a una mera actividad de
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El hombre y su lenguaje
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expresión subjetiva, advertimos también -y esto quede por el momento como simple observación- que el significado objetivo es esencial para el presentarse del lenguaje como tal. 1.2.2. Por otro lado, el considerar el lenguaje como hablar puede llevar a equiparar la función propia y, por tanto, la finalidad del lenguaje con la función o los tipos de función de los actos de hablar. Así, es posible suponer de manera unilateral que el lenguaje está destinado «a expresar las ideas» (o, viceversa, a encubrirlas) o tratar de determinar cuál es la finalidad expresiva predominante en los actos de hablar e intentar definir el lenguaje por medio de un «sirve para» o «sirve fundamentalmente para esto o aquello», mientras que, en realidad, en tales casos no se trata de la fin a 1 ida d del lenguaje, sino sólo de los fin e s de los actos de hablar. Y no es difícil advertir que por el camino de semejantes parcializaciones no se puede llegar a la determinación de la esencia del lenguaje, pues el hablar puede emplearse para fines múltiples y variados, y hasta contradictorios. 2.0. La segunda comprobación que se nos impone es que el lenguaje como hablar es un hablar con otro. Esto distingue ya el lenguaje de las demás actividades expresivas, que no se dirigen necesariamente a otro ser (aunque, naturalmente, «el otro» puede acoger e interpretar la expresión y determinar su propia conducta sobre la base de lo interpretado; la llamada «comunicación» de los animales pertenece en gran parte a este tipo: en realidad, no se «comunica» nada, sino que el animal ajusta su reacción a otra reacción, interpretada). 2.1. Esta segunda comprobación nos revela indirectamente que la esencia del lenguaje se da en el diálogo, en el «hablaruno-con-otro», es decir, que está íntimamente ligada a lo que los interlocutores tienen en común. 2.2. Pero, por otra parte. esta misma comprobación puede llevar a inferir que la esencia del lenguaje reside simplemente
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en la comunicación práctica, en el «exigir algo del otro», en el llevar al otro a hacer algo por nosotros o en nuestro lugar. Y ya se verá más adelante que esto tampoco es aceptable. 3.0. La tercera comprobación que se impone en la consideración inmediata del lenguaje es que el lenguaje como hablar se realiza en cada caso' según una técnica determinada y condicionada históricamente, o sea, de acuerdo con una lengua,-Las lenguas son, en efecto, técnicas históricas del lenguaje y, en la medida en que se hallan establecidas como tradiciones firmes y peculiares, reconocidas por sus propios hablantes y por los hablantes de otras lenguas, suelen designarse mediante adjetivos «propioslD que las identifican históricamente (