EL APOCALIPSIS
COMENTARIOS DIDAQlJE NUEVO TESTAMENTO
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EL APOCALIPSIS
COMENTARIOS DIDAQlJE NUEVO TESTAMENTO
Esta obra peltenece a la famosa serie: TYNDALE NEW TESTAMENT COMMENTARJES Dirigida por R. V. G. Tasker po-r C. f{ené Padilla
Trlu[ucción dirigida
EL APOCALIPSIS
lNTRODUCClON y COMENTARlO
por
LEON MORRIS Recior del Ridley College, Melboume, Australia
EDICIONES CERTEZA . BUENOS AIRES
1977
Título Oliginal: The Rfmelation of Sto Jo/jn Copyright ©1969, Tbe Tyndale Press 39, BedfordSquare, .Londres WC1B 3EY Traducción por Ernesto Buárez Vilela
© 1977 de la vel°sión castellana por EDlCIONES CERTEZA San Juan 4383, 1233 Buenos Aires
Hecho el depósito que previene la ley Impreso en la Argentina - Printed in .Argentina
EDIcIoNES CERTEZA es' .la empresa editmül alegorizaciones y las l1plicaciones que, aunque se inspiren en el afán de mostrar la actualidad del mensaje bíblico, nO puedan desprenderse legítimamente del texto. Todos 10satItores son gente · de reconocida competencia enCl mundo de los estudios bíblicos; . Casi todos los títulos incluidús en esta colección forman parte de .llna setie de comentatios de failla mundial, puhlicada por la T)indale Press en Inglaterra. Para la trac! IIcd(lII s~ ha tomado como base la más difundida de las versiones el" la Bihlia, la Reina-Vakra (Revisión deHJ60). Sin eJ11har-
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g¡J, también se ha hecho uso de ~afias otras traducciones castellanas, incluyendo la populal" Dios llega al hambre en el caso del Nuevo Testamento. Por todos lados hoy día hay señales evidentes de un anhelo de renovación espiritual. Lanzamos estos comentarios al público hispanoparlante con la esperanza de que, gracias a su magistral combinación de erudición bíblica, sencilJez y fidelidad a ]a' Palabra escrita, sirvan al propósito de que esa renovación mantenga una orientación' auténticam0nte bíblica, para la gloria de Dios y la edificación de la Iglesia de Cristo. LOS EDITORES
CU.\tE.\:lDO
5 t'HOLOCO DEI.
\l'TUI\
AHREVIATURAS P1UNClPALES
1I
¡:--iTRODUCCION"
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flltel'prf'taciiin
La Revelaeión de Sun .luan upocalíptka
y la
liter¡¡tura
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El autor
27·
Fecha
38
Fut'lltes
:\NALISIS
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(O~IENTARIO
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PROLOGO DEL AUTOR Me temo que el Apocalipsis sea un libro muy uesl:uiuauo. Su simbolismo corresponde al siglo 1, nO a nuestra propia era. En consecuenpia, el hombre del siglo xx lo encup.ntra difícil y tiende a desecharlo como irrelevante. Esto es lamentable porque su teología de poder es de suprema importancia en una época tan preocupada con los problemas del poder como es la nuestra. En este comcntario he tratado de explicar la significación del simbolismo y mostrar la relación del mensaje del Apocalipsis con los problemas· de la a.dualidad. Algunas de las dificultades que presenta este libro son extraordinariamente complicadas y, ciertamente, no poseo la capacidad para resolverlas. Pero tengo la esperanza de haber podido apuntar hada la soluci6n de varios de los obstáculos más evidentes de tal modo que los lectores cóntemporán('os l)U('dan discernir el énfasis pIincipal del libro. Uno de los inconvcnientes es la existencia de varias es-cueJas de interpretaci6n. Muchos ('xégetas están perslladidos de que sólo su particular enfoque producid la correcta interpretación. Por mi parte he sopesado cuidadosamente la argumentación de aquellos que han escrito antes de mí, al menos de todos aquellps que he tenido ti"p-mpo de leer. La bibliografía aceren de este libro es amplísima ,. r no pretendo haberla llegado a dominar en manera alguna, aunqut.', eso sí, me he beneficiado muchísimo a través de tales leduras. No me ha sido posible alinearme a ninguna de las habituales escuelas de interpretación, pero deseo dejar constancia de no haber (lisentido con ninguna posici6n aC'eptada sin antes haber examinado cuidadosamente los problemas 'involucrados. A lTavés de este proceso he adquirido una' deuda de gratitud con muchos autores, t::tntos en verdad que vacilo en mencionar nombres individualmente, ~.Ie _limitaré, ~)lleS, a manifestar mi gratitud en for-
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lI¡a gelleral con f:'! añadido del específico recollocimipJlto que dejo constancia en el texto propiamente dicho del Co-
mentario y en las IlOtas al pic de página. Este Coml'lltario ha c!'tado en preparación durailte mul'hos nños y, por lo tanto, he tenido tiempo de reflexionar l'ollsidcrablenlt'nte resp('cto ro[u!:lªlabra, ya que Dios, a su debido tiempo, intervendría catastróficamente destruyendo al mal. No era infrecuente que esta liberación estuviera relacionada con el Mesías de Dios que iba a inaugurar el reino divino. Los apbcalipticistas generalmen" te IILO§tl~b_ª-ILJ2e1>i!!lismo res~,qº "al mundo presente. ~' ~~nfia~~Il en ~or esfuerzo humano pudiese vencer§~l g!ll1a vez el mal; esperaban, sí, .[.lue Dios les otorgase ,la victoria. Quizá sea este énfasis en lo divino lo que explique la poca atención que concedían a la enseñanza ética. Consideraban al mal vencido no por una"vida mejor sino por l? poderosa intervención de Dios. Los apocalipsis abundan en historia reformulada como profecía y puesta en boca de algún gran personaje del pasado con el cual tienen que ver. 24
INTRODUeeION
Por supuesto, tales "profecías" son suficientemellte pred~as sólo hasta la época de ,m autor, pero de ahí en adelante son vagas e indefinidas ( detalle éste que provee a los estudiosos evidencia en cuanto a las respectivas fechas de tales escri~ t()s), , Hay buenas razones para clasificar a nuestro, Apocalipsis 'ientro de la literatura aQocalíptica. Abunda en alegorías de ".!arácter típicamente apocalíptico, simbolismo éste muy difícil de interpretar. Además, el nuestro es semejante a los apocalipsis en su expectación por establecer, el reino de Dios eva dtierra. YA ~n . su bú[queda de bU?, nUl evo ci~l? Yd u~a nU sImIsmo notamos tam len :l mem::loD ~ angeles o e revelaciones hechas a través de seres celestiales. No obstante, tiene también algunas diferencias notables con los apocali~ sis típicos, diferencias éstas que no debemos pasar por alto. Las principales discrepancias son las siguientes: l. El autor llama "profecía" a su Ebro y esto lb hace re,'+-\"",petidamente (1:3; 22:7, 10, 18,19). La literatura apocalíp/ /. ' tica generalmente se distingue de la profecía, _pero imestro t~ auj;or afirma estar en la tradtcJQ!1.. Qrof~. 13 De :!cl.<erdo , \.P,con esto, sus visiones transmiten la palabra de Dios (1:2).14 ..
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L~
consjd~ra
2. característica insistencia profética sobre, 'lioues morales se eUGueutra a lo largo de todo el libro. Tlpi'.:0 de esto es la serie de advertencias a, las iglesias y la de~ 1 a el. M. Dibelius: "Tiene una. cualidad {mica porque hay aquí una unión de conocimientos apocalíptico y de la clase de profecía ::.¡ne presiona hacia' un efecto inmediato ... en ninguna otra parte se l'ealiza la unión tan orgánicamente como en este libro" (A FresTl Approach to the Neto Te~tament and Early ehristian Literature, 1936, {l. 124). 1-1. A. Wikenha~ser sostiene que el ApocalipSis "no es producto del curuto de estudio ni de la especulación sobnl las señales de 101\ tiem{los". Opina que "ha nacido" de íntimas experiencias extáticoproféticas". y agrega: "su autor es un verdadero profeta ... todo e1 libro da testimonio de la conciencia profética de su autor" (Introducdón III NI/evo Testamento, 1960, p. 390).
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, '
.tPOCALIPSIS
manda de arrepentimiento en las siete cartas (2:5, 16,21, 22; 3:3, 19).15 3. Los apocalipsis son libr05 escritos bajo 1¡eUdónimo. Su paternidad literaria se atribuye a algún ilustre predecesor bajo cuyo nombre se presenta el escrito. No obstante, ,en este caso el autor hace conocer su nombre (1:4). 4./\Jo se encuentra aquí el pesimismo de los apocalipticistas. Esta celad parece no estar inevitablemente dominada por el mal, aunque el autor ciertamente espEra un estallido de actividad satánica en el tiempo final. Más bien, considera al mundo como el lugar donde Dios ha obrado ht redpnC'Íon Se describe el mal en .forma realista .I>~rQ..._aun¿sí. el libro es fundamentalmente optimista.
5. Los apocalipticistas ~ecar~~~!.i~~!U2gEJeformar la historia:lJ~_~I!.e..rª-_de
2rofecía. Desde la perspectiva ele una persona en el pasado remoto predican lo que sucederá hasta su propio día. Sin émbargo, no hay muestras de esto en el Apocalipsis. Más bien, a la manera dé un verdadero profeta, Juan asume su posición para su propia época y mira el futuro resueltamente. 6. G. E. Ladd sostiene que este libro "incorpora la tensión profética existente entre la historia y la escatología. La bestia es ItomaY,--ª.1 mismo ti~ml?oL~ taIE2i~I}_~~n~!
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JNTRODUCClON
gicamente; el pecado de Roma es escatol