A las puertas de El Ubérrimo
A las puertas de El Ubérrimo Iván Cepeda y Jorge Rojas
DEBATE
Tíndo original: A las p...
1785 downloads
7242 Views
9MB Size
Report
This content was uploaded by our users and we assume good faith they have the permission to share this book. If you own the copyright to this book and it is wrongfully on our website, we offer a simple DMCA procedure to remove your content from our site. Start by pressing the button below!
Report copyright / DMCA form
A las puertas de El Ubérrimo
A las puertas de El Ubérrimo Iván Cepeda y Jorge Rojas
DEBATE
Tíndo original: A las puertas de El UbérrImo
Primera edición: noviembre, 2008
© 2008, Iván Cepeda y Jorge Rojas © 2008, Random Home Mondadori, S.A. Av. Cra. 9 No. 100-07, Piso 7, Bogotá, D.C.
Quedan prohibidos, dentro de los límites establecidos en la ley y baJo los apercibinuentos legalmente previstos, la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento, ya sea electrómco o mecánico, el tratamiento mformático, el alquiler o cualqUIer otra forma de cesión de la obra sin la autorización previa y por escrito de los titulares del copyright.
Printed in Colombia - Impreso en ColombIa
ISBN: 978-958-639-610-3 Impreso en: Nomos Impresores
Índice
AGRADECIMIENTOS ............................................................................. 9 Capítulo I EL ESPLENDOR .................................................................................... 11 Capítulo 11 ANTES DE EL UBÉRRIMO ................................................................. 19 Los señores del Valle del Sol ................................................................. 19 La influencia de Antioquia ................................................................... 20 Los sinuanos ....................................................................................... 21 La disputa por las ciénagas .................................................................... 22 La ganadería y el poder político ........................................................... 23 Los tiempos de la violencia .................................................................. 28 Peor el remedio que la enfermedad ...................................................... 30 Corriendo las cercas ............................................................................ 32 El Ubérrilno ....................................................................................... 33 Capítulo III NOMBRES QUE INFUNDEN TERROR ............................................ 35 Las primeras masacres .......................................................................... 37 El laboratorio ...................................................................................... 43 Los hermanos Castaño y sus haciendas ................................................. 47 Capítulo IV EL ASCENSO DE "LAS AUTODEFENSAS" .......................................... 53 Desmovilización ficticia ....................................................................... 54 La dinastía Mancuso ........................................................................... 57 Las Convivir en Córdoba y los frentes de seguridad ............................ 60 Los atentados dinamiteros .................................................................... 68 La conquista de territorios y poblaciones ............................................. 70
Capítulo V REFUNDAR LA PATRIA l .................................................................... 75 El candidato ....................................................................................... 75 Los inicios de la campaña ..................................................................... 81 Un nuevo contrato social .................................................................... 84 Recorriendo Córdoba ......................................................................... 87 "Habría que clonarlo".......................................................................... 90 La familia presidencial en El Ubérrimo ............................................... 95 Capítulo VI REFUNDAR LA PATRIA 11 .................................................................. 99 El segundo pacto de Santa Fe de Ralito ............................................ 100 "Santa Fe de Relajito" ....................................................................... 105 Las visitas del Presidente a Córdoba .................................................. 107 ., es mas , paraml' lltar ' ?................................................................. . 113 ¿Q Ulen Nueve gobernadores en cuatro años ................................................... 117 La primera reelección ........................................................................ 120 Capítulo VII LA "PACIFICACiÓN DE CÓRDOBA" ............................................... 125 Capítulo VIII LA CIUDADY EL UBÉRRIMO .......................................................... 133 Como figuras del jet set .................................................................... 135 Sofia vs.Tánatos ................................................................................. 142 Ostentación y miseria ........................................................................ 145 "Tierras baratas" ................................................................................ 150 EPíLOGO .............................................................................................. 153
AGRADECIMIENTOS
Al proceso de investigación para escribir estas páginas prestaron su ayuda la escritora Maureén Maya Sierra, los trabajadores del servicio de hemeroteca de la Biblioteca Luis Ángel Arango, y algunos testigos que han preferido guardar el anonimato para preservar su vida e integridad. Agradecemos la valiosa contribución de todos ellos. A las puertas de El Ubérrimo se escribió pensando en las víctimas de los crímenes de lesa humanidad que se han perpetrado en los últimos veinticinco años en Córdoba: las miles de personas desaparecidas, asesinadas y desplazadas por la violencia. A ellas está consagrada esta obra.
Capítulo 1 EL ESPLENDOR
En Montería todo era alboroto ese sábado 3 de diciembre de 2005. A pesar de que el evento estaba organizado con anterioridad, había congestión en el comercio y en las peluquerías más exclusivas. Como siempre en esta época, la temperatura rondaba los 40 grados centígrados a la sombra y ese día prometía ser caluroso en extremo. La algarabía, los comentarios y los murmullos giraban alrededor de uno de los acontecimientos sociales más esperados por la prensa rosa y la crónica social. Las carreras de última hora era de quienes no alcanzaron a comprar sus vestidos en Bogotá, Medellín y Barranquilla y buscaban con afan en Montería guayaberas, pantalones, blusas y faldas blancas, el color elegido para la "boda del año", según el comentario de algunos de los mil invitados. Unos meses antes, el novio decidió comprar la finca Puerto Amor, ubicada en el municipio de Puerto Escondido, a una hora por carretera desde la capital del departamento, en las playas del mar Caribe en el norte de Colombia. Como lo advierte su nombre, este municipio estaba oculto en medio de las maravillas que ofrece el mar Caribe en la zona costera del departamento de Córdoba. La administración local describe en su sitio web el territorio a través de su escudo: "El escudo de Puerto Escondido consta de tres divisiones: la primera consta de dos palmeras erguidas en un fondo rojo, que representan la riqueza de la flora y la fauna de nuestra región. La segunda división hace referencia a la riqueza de los paisajes conformados por cerros, lomas y montañas que se erigen en los alrededores de nuestro municipio haciéndolo rico en biodiversidad lo que conlleva a una gran variedad de hermosos paisajes que vale la pena admirar. La tercera división hace referencia a nuestra Isla Tortuguilla. La Isla Tortuguilla se encuentra localizada en el mar Caribe, hacia el occidente de la cabecera municipal de Puerto Escondido a unos 15 11
IVÁN CEPEDA Y JORGE ROJAS
kilómetros aproximadamente. La superficie de la Isla es de 14 hectáreas. El lugar es denominado 'Isla Tortuguilla', debido a que en otros tiempos fue sitio de reproducción de tortugas. Es un lugar de bellos paisajes y hermosas playas". En ese paraíso está ubicado Puerto Amor y no se sabe si el nombre de la finca fue escogido a propósito del matrimonio o si fue precisamente este nombre el que motivó al novio para adquirir la propiedad. La casa principal de la finca fue remodelada para la boda. La orden era "disponer de las habitaciones necesarias para que los invitados pudieran descansar después de la gran fiesta". Un inmenso salón principal fue construido con una tarima en la que se instaló un poderoso dispositivo digital de luces y sonidos que respondiera a la exigencia de los grupos musicales contratados. A diferencia de las fiestas tradicionales del porro y el fandango en Córdoba, en las que se baila al son de las la bandas "pelayeras", en la boda del año alternaron la orquesta de Juan Carlos Coronel, el "nene de la salsa", el grupo Rica Arena, cuya música sonaba con insistencia en las emisoras de Montería y, por supuesto, los conjuntos vallenatos de los Hermanos Zuleta, los Hermanos Zuleta Junior y el cantante de moda Peter Manjarrez, conocido como el "papá de los amores". Por supuesto, no hubo (como era costumbre en las fiestas cordobesas) "ron tres esquinas". En las mesas ubicadas en el salón principal y en las carpas instaladas frente a la playa para acomodar a todos los asistentes, había botellas de whisky Buchanan, 18 años, declarada la bebida oficial de la fiesta. Tanto whisky que muchos invitados llevaron al día siguiente botellas para su casa, como un recuerdo adicional de la fiesta en Puerto Amor. Pero el brindis para celebrar la boda se hizo con "la segunda botella más cara de champaña que existe en el mercado", tal y como lo afirmó de manera categórica uno de los 30 meseros contratados para la ocasión. No faltaron los detalles en la comida tipo buffet encargada a restaurantes muy reconocidos de la zona rosa de Montería. Tres menús fueron seleccionados para la celebración: menú marinero (cogollos de lechuga de tudela o endivias con anchoas, ensalada de mariscos al estilo tahitiano, ensaladas mixtas, Sashimi de pescado con arroz blanco, banana y coco, pescado fresco en salsa de tamarindo, para satisfacer el paladar de los 1')
A LAS PUERTAS DE EL UBÉRRIMO
exigentes comensales). Pero también se incluyó un menú internacional, con una entrada que para la ocasión pudo incluir jitomate relleno de surimi mil islas o empanadillas de carne, tal vez una sopa de Vichyssoise de tomate o una crema sonorense (poblano y queso) para quienes quisieran ampliar la entrada, pollo al curry con granos de elote o ternera al vino acompañado de zanahorias a la miel, como plato fuerte. No podía faltar un menú italiano, para hacer honor a los orígenes del novio, que debía incluir cuatro opciones de entradas: antipasto de pimiento, antipasto de berenjenas, ensalada caprece o ensalada de frutas en salsa de marzalla. El plato fuerte sería algo así como pechuga de pollo con hongos silvestres, lomo de res al romero, o filete de róbalo a la florentina. Las guarniciones para acompañar la vianda italiana también sugerían variedad: lingüini al pesto de albahaca, fetuccini a la traviata, espaguetti en salsa de queso, penne salteado con vegetales. El postre podía combinar bugatt de frutas cristalizadas, peras en almíbar de vino tinto, pastel de crepas o almendras a la canela. En todo caso, hubo gran variedad de mariscos y veinte postres distintos, para complementar el exigente menú servido en generosas porciones. Pese a ello, algunos comensales extrañaron el suero costeño, la viuda de carne salada, los patacones y el bocachico frito; platos tradicionales de la región, que no fueron considerados por los novios, teniendo en cuenta que los invitados no eran sólo de la Costa Caribe, sino también (y especialmente) de Medellín, la ciudad que vio nacer a la que todos consideraban la novia más afortunada del momento. Pero antes de hablar de los invitados es necesario narrar algunos aspectos sui generis de la boda. Los invitados venían de diversas partes del país y se sabe que al aeropuerto Los Garzones de Montería llegaron en vuelos comerciales o chárter procedentes de Medellín, Bogotá y Barranquilla. Había un incremento del despliegue militar y policial propio de esta región de Colombia azotada por problemas de orden público. No obstante, alrededor de 500 escoltas privados, bien armados y con modernos equipos de comunicación, fueron ubicados en la vía que de Montería conduce al municipio de Puerto Escondido (y a la entrada de la finca Puerto Amor), para garantizar la seguridad de los novios, sus familias y su selecto grupo de invitados. Asimismo para evitar que personas no invitadas se colaran en la exclusiva celebración. Incluso se 13
IV ÁN CEPEDA Y JORGE ROJAS
dice que para efectos de garantizar pleno control, se recomendó no llevar teléfonos celulares ni cámaras, cuyo uso fue contratado de manera exclusiva por los organizadores, en coordinación con el equipo de seguridad. Ni siquiera el periódico local, El Meridiano de Córdoba, cuyo director y propietario asistió al matrimonio, publicó en su leída página social el magno acontecimiento. El novio era en ese momento, y aún hoy, un personaje muy importante de la sociedad monteriana que había logrado un gran renombre nacional e internacional. En esta ciudad se movilizaba en medio del saludo constante y las muestras de cariño de la gente de todos los estratos sociales, al punto que, a veces, se bajaba del vehículo, casi siempre una camioneta con vidrios polarizados y aire acondicionado, para firmar autógrafos en pleno centro de Montería. A pesar de estar confinado en un corregimiento del municipio de Tierralta, en el Alto Sinú, llamado Santa Fe de Ralito, en desarrollo de las conversaciones que sostenían las Autodefensas Unidas de Colombia, AUC, con el gobierno del presidente Álvaro Uribe Vélez, el señor se movía libremente entre Medellín, Bogotá y Montería, "en desarrollo de las actividades propias del proceso de paz", según aclaraba cada vez que era preguntado por los periodistas el alto comisionado para la Paz, Luis Carlos Restrepo. Pero aún desde antes del proceso, es decir, en los tiempos de la guerra, el señor era conocido en la sociedad local. Su familia, de origen italiano, había hecho una fortuna en el comercio de vehículos y en la adquisición y explotación de tierras en los valles del Sinú y el San Jorge, considerados los más fértiles del país. En la última etapa había incursionado en negocios de finca raíz, en construcción de importantes edificios y con algunos de sus socios fundó el mejor restaurante italiano de la ciudad conocido como La Vittoriana. Por eso sus segundas nupcias con una joven oriunda de Medellín era un acontecimiento social de primer orden en la región y un reflejo del esplendor que vivían las AUC en la sociedad, no sólo local sino también regional y nacional, si se incluye al vecino departamento de Antioquia y los departamentos que integran la Costa Caribe de Colombia: Sucre, Bolívar, Atlántico, Magdalena, Cesar y Guajira. Hay quienes dicen que 14
A LAS PUERTAS DE EL UBÉRRIMO
ese reconocimiento llega hasta el departamento de Norte de Santander en la frontera con Venezuela. La boda estaba programada para las cinco de la tarde, así que los invitados de fuera de Montería arribaron al mediodía y tomaron desde las primeras horas de la tarde el transporte, debidamente organizado en el aeropuerto, rumbo a Puerto Amor. Los invitados de Montería se trasladaron más tarde por la carretera que sale de la margen izquierda del río Sinú, calculando que en menos de una hora arribarían al sitio anunciado para la ceremonia. Políticos de la región, ganaderos de Córdoba, bananeros de Urabá, comerciantes de Montería, funcionarios públicos, actrices y modelos, periodistas, arroceros del bajo y medio Sinú, caballistas y ganaderos de Antioquia, algodoneros de Cereté, empresarios de turismo y algunos de los miembros más cercanos del Estado Mayor Conjunto de las Autodefensas Unidas de Colombia, hacían parte de los 250 asistentes a la ceremonia. Por múltiples razones explicadas o no a los novios, más de 700 personas se abstuvieron de asistir a la boda del año. Entre los asistentes era facil reconocer personajes de la sociedad local que expresaban sin tapujo la admiración por el personaje y por su historia, tan ligada a los intereses de los grandes inversionistas del departamento y, como se supo después, a ciertos políticos reconocidos por administrar el departamento de Córdoba. La característica principal era que todos iban "de blanco hasta los pies vestidos". Un Juez del circuito municipal se encargó de las palabras iniciales: "Nos hemos reunido hoy aquí para la celebración de un acto jurídico, y por lo tanto muy serio, como es el contrato matrimonial del señor Salvatore Mancuso Gómez, y la señorita Margarita Zapata González". En medio de los aplausos y el regocijo general, los novios se dijeron mutuamente el sí. El brindis con "la segunda botella más cara de champaña que se consigue en el mercado" estuvo a cargo de Mancuso, quien agradeció a los invitados su decisión de acompañarlo en un momento tan importante de su vida e hizo el esperado anuncio del inicio de la rumba con la música de Juan Carlos Coronel, cantando su canción "Patacón pisao", en una inolvidable noche que se prolongó hasta las seis de la mañana del 4 de diciembre. 15
IVÁN CEPEDA Y JORGE ROJAS
Dos temas coparon la atención de la gente en medio del jolgorio: los tres vestidos que lució la novia, uno de ellos elaborado, según las damas más entendidas en esos menesteres, por la colombiana Silvia Tcherassi, "la diseñadora latinoamericana de mayor proyección internacional". El otro tema era el "proceso de paz de Santa Fe de Ralito" que involucraba por esos días al novio. Era un conversatorio ameno que partía del reconocimiento social y político de Mancuso en la región. "En Montería se acepta a Mancuso como jefe, como la persona que salvó a Córdoba de la guerrilla, así haya cometido algunos crímenes o masacres; tal vez eran necesarias para limpiar la región", dice uno de los ganaderos que participaron en la boda del año. La idea colectiva en Córdoba es que "el mono Mancuso", como le dicen los más allegados, tuvo la valentía de enfrentarse a una guerrilla que cometía delitos, especialmente secuestros y asesinatos y "el fin justifica los medios". El libro Salvatore Mancuso, su vida, una especie de biograña autorizada, indica que: "Una tarde de 1992, cuando estaba en la finca Campamento, vio acercarse a tres hombres. A la distancia supo de quiénes se trataba. En un acto reflejo tomó una de sus escopetas de cacería, la desenfundó y salió a esperarlos. Impávido, recibió el recado del comandante 'Camilo', que traían los tres guerrilleros. Pedía que el señor Mancuso fuera a uno de sus campamentos, vecino a su finca. El señor Mancuso no estaba para recibir recados. Levantó la escopeta de caza y les apuntó al pecho. 'Si ustedes me quieren llevar me tienen que cargar muerto. Pero para llevarse mi cadáver primero yo disparo esta escopeta. Díganle a su comandante que si quiere venga a conversar y arreglar las diferencias que tenga conmigo, ¡pero aquíl'. La imagen fija de los guerrilleros paralizados les desnudó su miedo. Una escena tan certera que se convirtió posteriormente en una máxima de guerra para animar a su tropa: 'el enemigo también siente miedo'. Salvatore Mancuso había tomado la decisión de su vida"!.
1 Glenda Mart{nez, Salvalore Mancuso, su vida, pp. 87 Y 88.
16
A LAS PUERTAS DE EL UBÉRRIMO
Así 10 recordaban en la fiesta de su matrimonio que se convirtió en una oportunidad para que "10 más granado de la sociedad le reiterara la admiración por su valentía y su arrojo", en palabras de uno de sus seguidores invitado al matrimonio. "Si Mancuso no hubiera existido, teníamos que inventarlo", dijo un reconocido abogado, para resumir la admiración por el jefe paramilitar. Otra visión ha comenzado a conocerse sobre la vida del jefe paramilitar: "Salvatore Mancuso Gómez, (17 de agosto de 1964, Montería, Córdoba, Colombia) conocido también por los alias de 'el Mono Mancuso', 'Santander Lozada' o 'Triple Cero', es un paramilitar y narcotraficante colombiano, comandante de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUe); desmovilizado en 2005 y extraditado a Estados Unidos en 2008. Mancuso ha reconocido su participación en por 10 menos 300 asesinatos incluido el de una niña de 22 meses y se le atribuye la autoría como comandante de la masacre de Mapiripán en la que murieron veinte campesinos en estado de indefensión y la masacre de El Aro donde fueron asesinados otros 15 en 1997 y por la cual se le dictó una condena de 40 años de cárcel (no purgada por su sometimiento a la Ley de Justicia y Paz; igualmente es señalado por la masacre de la Gabarra en 1999 donde fueron asesinadas 35 personas y la masacre de El Salado en febrero de 2000, donde fueron asesinadas más de 100 personas y es considerada una de las acciones más sanguinarias de las AUe. Mancuso confesó que el Bloque Catatumbo que él comandaba fue responsable de la muerte de cinco mil civiles y que las autodefensas habían infiltrado todas las ramas del poder público"2. Pero ese no era tema de conversación en una fiesta en la que además de la boda, se celebraba un matrimonio entre los grupos paramilitares y una sociedad dispuesta a elogiar y alabar a uno de sus jefes más reconocidos, "más allá de moralismos cachacos", como 10 dijo en Montería un cacique político que, en todo caso, prefiere ocultar su nombre. Los Hermanos Zuleta hicieron su entrada al gran salón, en medio de la euforia general, hacia la medianoche. La crítica vallenata especia-
2 Canal RCN, "Perfil de Salvatore Mancuso", 14 de mayo de 2008.
17
IVÁN CEPEDA Y JORGE ROJAS
lizada dice que "Los hermanos Poncho y Emilianito Zuleta son parte de la familia musical más prolífica y de mayor influencia en el desarrollo del vallenato. Luego de tres décadas, Los Zuleta como se les llama cariñosamente son preferidos por los colombianos de todas las edades y estratos sociales y se les reconoce como máximos exponentes del auténtico vallenato"3. La parranda vallenata se inició con una canción dedicada al novio e interpretada por Poncho Zuleta, titulada "Soy feliz" y que dice en algunos de sus apartes: Ay me siento contento porque ya encontré 10 que buscaba unos ojos lindos han atrapado mi corazón me siento orgulloso porque siempre soñaba contigo con darte cariño y declararte todo mi amor Quisiera demostrarte todo lo que por ti siento pero no encuentro las palabras para descifrarlo quiero decirte tantas cosas que en mi pecho tengo con tal de tener tu cariño por siempre a mi lado Sin duda fue la fiesta del año. Un año crucial en el que se consolidó el acuerdo que permitió la Ley de Justicia y Paz, y el proceso "entre amigos, que coincidían en negocios, en política y en ideas", según decía al final deljolgorio uno de los invitados; un representante de la elite que auspició, conoció, aceptó y, aún defiende, "las autodefensas". Las mismas que lograron copar la institucionalidad y permear todas las instancias del Estado. En Córdoba todo era esplendor.
3 <www.vaUrnato.com>.
18
Capítulo II ANTES DE EL UBÉRRIMO
Los señores del Valle del Sol "!Pobrecito del Perú si se descubre el Sinú!" dicen que exclamó el inca Garcilazo de la Vega haciendo referencia a la feracidad del valle del río Sinú, frente a la que se consideraba la región de mayor riqueza en el Nuevo Mundo, el Potosí peruano. En estas tierras prodigiosas se asentaron desde hace más de seis mil años los primeros aborígenes zenúes, también llamados "los señores del valle del sol", exponentes de una formidable cultura precolombina en la que se destaca la orfebrería y la cerámica4• Pero no eran sólo estas expresiones de arte las que suscitaban la admiración por los zenúes. También son reconocidas sus obras de ingeniería hidráulica, las capacidades adquiridas para la caza y la pesca, la adecuación del territorio para producir alimentos y su organización social. Esa ingeniería hidráulica tenía relación con el potencial acuífero de los ríos Sinú y San Jorge y también con las ciénagas que hasta promediar el siglo XX eran el espacio natural de supervivencia de miles de familias campesinas, que usufructuaban los playones yaguas de manera comunitarias.
4
5
Orgullosos de Sl/ pasado, las autoridades locales desarrollan un relato de la cultura zemí en el sitio I?ficial de la gobernación del departamento de Córdoba:
6
el territorio del departamento estáll ligados a las luchas por los playones que se forman en tiempos de verano y que sirven para UtI ciclo de cosechas, o a la displ/ta por el libre acceso a sus potellcialidades pisácolas: e/l Montería, las ciétlagas de Betal/ci, El Vidrial, Cailllallera, Martinica, El Cerrito; en Cereté, Corralito y el Viche; el/ San Pelayo, El Vichal, El Limón, La Pacha; en Ciénaga de Oro, Charco Ají y Suárez; en San Carlos, Charco Grande, Playa Rica, Los Quemados; en Ayapel, Ciénaga Grande de Ayapel, Escobilla, Las Palmas, San Lorenzo, San Fral/cisco, El Perú, Corozal, Cañagl/ate, Palotal, Los Ajíes, Palo Seco, El Tigre, Quibaba y Patico; en Clzinú, Ciél/aga del Orozco y en la zona del Bajo Simí, Ciétlaga del Bajo SinlÍ o de Lorica, entre otras. Víctor Negrete Barrera, "Nuestras ciénagas: ¿Qué estamos haciendo con ellas?", En Busca del Desarrollo, Memorias del Taller Nuestras Ciénagas, Montería 1992. La anécdota fue recordada por el abogado Roberto Yances en elltrevista concedida a los autores en Sincelejo en 2008.
20
A LAS PUERTAS DE EL UBÉRRIMO
Los sinuanos Si algo caracteriza esta región del norte de Colombia es la sencillez de sus pobladores que se confunde con una generosidad desmedida cuando se trata de atender a propios y extraños. La laboriosidad paciente que no sucumbe a la adversidad y la alegría que contagia y convoca, hacen parte del "modo de ser" de los cordobeses. Una idiosincrasia que surge de la mezcla de culturas provenientes de los pueblos indígenas zenúes, las comunidades afrodescendientes, los "turcos" (forma genérica con la cual los cordobeses se refieren a la inmigración árabe proveniente de Siria y El Líbano) y, por supuesto la influencia de Antioquia. Según la caracterización del escritor José Luis Garcés González, los sinuanos son personas con "una visión presentista de la vida, una actitud descomplicada hacia la realidad, un comportamiento anualista o semestralista ante la fiesta, una visión matutina del trabajo, una tradición en bebidas y comidas, una creencia y un ritual ante la superstición y la muerte, la valoración de la palabra empeñada"7. Por eso provoca indignación entre los cordobeses el estereotipo según el cual "los costeños son flojos". Cuentan los campesinos del Alto SanJorge, en el sur del departamento, en los límites con Antioquia, que algunos hacendados provenientes del interior solían decir en Medellin que Córdoba era una tierra muy prodigiosa, pero que era común ver a los cordobeses durmiendo en chinchorros o hamacas a las once de la mañana. Lo que no decían era que a esa hora regresaban los "chilapos", así llamaban a los campesinos sinuanos, luego de arduas jornadas de deforestación de la selva ("tumbando monte"), que empezaban a las tres y terminaban a las diez de la mañana, para evitar las altas temperaturas propias de la región8 •
7 José Luis Garcés González, Cultura y Sinuanología,gobemaaón de Córdoba, Montería 2002. El autor agrega: "Este tejido de comportamientos, cremaas y actitudes COf!{ormó 1/11 tipo de hombre apegado a su tierra, mandón en su casa, que sabía distin.~uir elltre la ,tiesta y el compromiso, que poseía una cosmovisión que fll/ctuaba entre lo mítim y lo real y ql/e gl/iado por la generosidad ictirifaga del río y la fertilidad del Sl/elo l/O lo acosaban preoCl/paaones mayores de suIJsistenaa". 8 No obstante esta laboriosidad de sus gentes y 1/11 "Sl/elo generoso hasta el extremo (que) actúa esplél/didammte para revefltar semillas y el/gordar vaamos", hubo quien advirtiera
21
IVÁN CEPEDA Y JORGE ROJAS
La disputa por las ciénagas En Córdoba no sólo se disputan las tierras sino también las ciénagas de los ríos. Cuando se inició la tímida y fracasada Reforma Agraria de la década de 1960, la desecación de las ciénagas de Córdoba para ampliar la frontera agrícola se convirtió en el procedimiento que garantizaba invertir los préstamos de las agencias internacionales para adquirir tierras sin afectar la estructura de tenencia latifundista, lo que fue considerado un "crimen ecológico masivo"9. Como lo diagnosticaron algunos analistas: "La consecuencia más funesta que dejó la acción del Estado en esos ecosistemas cienagueros fue que abrió las agallas de la codicia de los terratenientes, quienes siguiendo el ejemplo del Instituto Colombiano de la Reforma Agraria, en forma privada se han dedicado a desecar las zonas pantanosas en todo lo largo y ancho de la geografía de este departamento con el propósito de aumentar el tamaño de sus propiedades. La acción de los terratenientes por acabar con los pantanos ha exasperado al máximo la preocupación de los campesinos como producto del desarrollo capitalista del campo. Ahora ven desplomarse como castillos de naipes la última oportunidad de seguir viviendo en la vasta gama de pueblos de ciénagas que derivan el sustento directo de la gran
9
cierta pasividad yfalta de empuje e iniciativa: "Erguidos sobre 1111 piso ubérrimo, los sinua/lOS somos víctimas de lagenerosidad de la 1/aturaleza.Apenas somos empíricos agricultores y pastores. No 1/0S seduce el trabajo intelectual, 1/i nos acucia la inquietud cietttljica ni /lOS empuja el q{án mercantilista, ni aspiramos a la dirección política, ni prete/ldcmos remplazar a Dios en su lento trabajo cósmico. Acaso tendremos que esperar que el suelo se seque, que nos apriete el infortunio, que las tierras d¡;;e/l de ser geuerosas, para consegllir la modificación de /luestro carácter, de /luestras il/quietudes, de nuestra actividad", escribía con cierta premonición en los años 50 el abogado y escritor monteria/lo RcifaelYances Pil/edo. Proceso y destil/o de los pueblos de Córdoba, en Memorias de Sa/ldio, Imprenta Departamental, Momería, 1968. En desarrollo de este procedimiento, el/ 1967 el Instituto Colombial/o de la Rt:{orma Agraria, INCORA, desecó los cuerpos de agua dulce cOl/ocidos como LA Coroza, Pozona, LA Pisinga, Rascaculo y Playa Rica, con graves tifCctos para el medio ambiente y para las formas de supervivencia de los campesi/los de la región. El historiadorJosé Caleano expresó Sl/ indignació" por esta práctica en Sil artículo "¡Que vivan las Ciénagas!", En Busca del Desarrollo, p. 63.
22
A LAS PUERTAS DE EL UBÉRRIMO
biodiversidad de fauna y flora que éstas les ofrecen. Además les sirven como escudo de defensa ante los pocos y míseros salarios que ofrecen las haciendas ganaderas"lO. En Córdoba es conocida la disputa por la ciénaga de Martinica, ubicada a 15 kilómetros de Montería "un ejemplo espeluznante de desecación privada, ante la mirada impotente del campesinado y la indiferencia o complicidad de las entidades gubernamentales que tienen la misión de velar por su conservación o intervenir como mediadoras en los conflictos que allí se presentan" 11 •
La ganadería y el poder político Esas tierras inhóspitas fueron incorporadas a la frontera agrícola del país gracias a estos campesinos sin tierra que, desde comienzos del siglo XX, convirtieron en zonas aptas para la ganadería y la agricultura suelos que hoy son calificados de fertilidad moderada y alta. Esos territorios representan el 45% del total de una extensión de 25.020 kilómetros cuadrados. Sin embargo, el 60% de esa zona está dedicado a la ganadería extensiva; una forma muy atrasada de la economía rural en la que "las vacas son más importantes que la gente", según dicen los campesinos pobres de la región. En Córdoba hay 1.3 cabezas de ganado por hectárea de tierra, lo que significa que el 60% de las tierras, que podrían producir alimentos, están dedicadas a la ganadería l2 •
10 José Caleano,Academia de Historia de Córdoba, obra citada,p. 64. 11 Desde 1992, José Caleano había advertido la intención de algunos terratenientes de apropiarse de las tierras desecadas de la Ciénaga: "Los hacendados Elías Milane Calume, WiIliam Salleg y Ubaldo Abdala se han apropiado de más de 1.000 hectáreas de las 4.000 que delimitó el Incora en 1973 (Resolución 788 del 8 defebrero) y que en 1975 fueron reducidas a 2.816 por otra medición presionada por los finqlleros". Ídem, p. 64. 12 Según el investigador Víctor Negrete Barrera, el modelo de ganadería extellsiva que prevalece en Córdoba se remonta al siglo XIX y tiene relación con rezagos semifeudales que aún persisten. "El área destinada a la ganadería era de 1'640.000 hectáreas, el 65.5% del área total del departamento que es de 2'502.000 IlCctáreas con una carga de 2'267.694 bovinos, lo que representa 1.3 cabezas de ganado por hectárea". Estaforma de ecollom{a rural, prC?fundamente inequitativa, ha afectado el uso de aguas, bosques y tierras etl de-
23
IV ÁN CEPEDA Y JORGE ROJAS
Por su poder político y económico, los ganaderos son considerados el sector social más importante del departamento. La ciudad de Montería fue declarada capital nacional de la ganadería y sede del reinado nacional que lleva el mismo nombre, que se celebra el 18 de junio de cada año, en recordación de la fecha en que Córdoba se convirtió en departamento; hecho que se conmemora como la independencia frente al vecino departamento de Bolívar. La independencia administrativa y política le permitió al nuevo departamento tener gobernador, elegir diputados a la asamblea y acceder a precarias rentas. Esos dineros provenían de la vocación agropecuaria, es decir, de la ganadería y los cultivos, aún no industrializados de arroz, maíz, sorgo y algodón. "El pancoger se daba silvestre", solían decir los campesinos, que subsistían del plátano, la yuca, el ñame y, sobre todo del bocachico, el pez por excelencia del río Sinú, cuya fama era tal que, según la leyenda, "quien come bocachico se queda en Córdoba". Al parecer esto fue lo que sucedió con muchos antioqueños que llegaron a colonizar el departamento, se apropiaron de las mejores tierras y se dedicaron al negocio de la ganadería. Uno de los primeros antioqueños que adquirió tierras en Córdoba y que propuso tecnificar la ganadería como una opción rentable para la región fue el presidente de la República Pedro Nel Ospina, de quien se recuerda que adquirió la hacienda Marta Magdalena, ubicada en la margen izquierda del río Sinú en la zona sur de Montería, dedicada a la cría y explotación del ganado Cebú. Esta raza bovina fue pionera en la región y consolidó la ganadería extensiva 13 • Otros inversionistas paisas -pero también de otras regiones del paísllegaron para industrializar los cultivos y el procesamiento del algodón, el arroz, el sorgo, a intentar con la soya y a apropiarse de parte de este
trimellto de los campesi/los más pobres de la regiólI. Víctor Negrete Barrera, ~fectos del cOI!fiict(1 armado y la desl//(lvi/izacióII en la ecollomía de Cárdoba, en D(IC/lllleIlfOS para la rtjlexiáll NlÍmero 3, U"ifJersidad del Simí, Momeríd, 2008. 13 Pedro Nel1ilmás de Villatllleva Ospilla Vázq/lez ejerciá Id Presidellcia de la República elltre 1922 y 1926. File gobernador del departamellto de Alltioq//ia entre 1918 y 1920 Y vdrias veces represet/tallfe de esta regió/I e/l el CO/lgreso de Colombia.
24
A LAS PUERTAS DE EL UBÉRRIMO
territorio que era "una despensa, un paraíso y un remanso de paz", según decían los lugareños, con cierta dosis de nostalgia y algo de resignación. No todos, por supuesto, provenían de Antioquia, también había ganaderos, terratenientes y latifundistas "criollos", es decir, cordobeses. Tal vez el más notable de mediados del siglo XX era Don Rosendo Garcés, un campesino que logró acceder a miles de hectáreas de tierra, de quien se decía que tuvo alrededor de 50 hijos con decenas de mujeres, muchas de ellas humildes campesinas, una costumbre de los ganaderos de la región que usaban su inmenso poder para ejercer una suerte de "derecho de pernanda". Tenía tanto dinero que decidió construir en la década de 1960 el edifico más grande de Montería, una construcción de nueve pisos que fue bautizada con el nombre de Edificio Garcés. Eran campesinos ricos que cedían a sus trabajadores pequeñas parcelas para producir alimentos para sus familias, aceptando una parte para vender en el mercado como forma de ingreso. Además, bautizaban a los hijos de sus trabajadores, lo que generaba una relación de compadrazgo, y en cada cosecha convocaban fiestas llamadas corralejas en las que regalaban licor a los campesinos en una plaza cercada en la que ingresaban toros y becerros justo en el momento en que ellos arrojaban billetes a la multitud. Había algunos muertos y heridos, lo cual no impedía que la fiesta continuara, amenizada por la música de bandas de viento, que en Córdoba se llaman "pelayeras" en homenaje al municipio de San Pelayo, sede del Festival Nacional del Porro. La alegría propia de estas gentes del Caribe no ocultaba el conflicto social por la tenencia, el acceso y el uso de la tierra. Entre corraleja y corraleja irrumpieron movimientos campesinos que reclamaban "la tierra para el que la trabaja", que ocuparon algunas haciendas y enfrentaron a las autoridades judiciales, militares y de policía que actuaban en defensa de los intereses de los dueños de las tierras, o mejor, de quienes ostentaban la propiedad sobre las tierras, porque muchas de ellas correspondían a baldíos de la nación. Los "blancos", como llamaban los campesinos a quienes llegaban a arrebatarles las tierras, consolidaron su poder desde comienzos del siglo XX. Para ello usaron formas arbitrarias que incluían la imposición de cercas que se extendían paulatinamente hacia tierras ocupadas por 25
IV ÁN CEPEDA Y JORGE ROJAS
campesinos pobres o hacia territorios baldíos, el uso del ganado para arrasar los cultivos de los parceleros, las amenazas y el uso coercitivo de la Fuerza Pública. Un relato de los propios campesinos da cuenta de la intensidad de las luchas, de los enfrentamientos y de las formas de resistencia: "Apenas llegaron los blancos intentaron apoderarse de la Ciénaga y los playones de varias maneras: los primeros que vieron los faldones cfrecieron comprar a precios bajísimos los puestos sin cerca que teníarl cada cual. El que no vendía tenía que soportar el ganado que le soltaban para que estropeara los cultivos. Líli Méndez apostó hombres armados las 24 horas del día en los pozos LA Vieja y De los Corazones, con el fin de no dejar pescar y, en varis ocasiones, intentó cercar partes de El Cerrito y Rascaculo, esta última perseguida también por los Calderin. En 1917, Lázaro María Pérez, levantó las cercas de las haciendas Mal Abrigo y Soledad para engrandecerlas con tierras de la ciénaga. Ese mismo año, el turco Miguel Pedro Bader [. .. J empezó a cercar tierras de los playones para vendérselas a los blancos que tenían propiedades por los alrededores. Los comerciantes turcos radicados en Montería, Miguel Rumié y Emilio Cu, propietarios de la hacienda Paso de Lora y los hermanos Travulce de "Turquía" consiguieron que Miguel Pedro se las administrara [ ... J a cambio le suministraban mercancías para la tienda que montó en el pueblo y que llegó a ser la más grande que se ha visto por estos lugares. En 1927 César Bula, que había comprado a Miguel Pedro, pasó la cerca por el mismo pueblo. En esta acción contó con la ayuda de Pío Escobar, en ese entonces alcalde de Montería, quien le propuso cambiar estos terrenos por otros. LA operación se llevó a cabo con escritura y todo. Esta primera pelea nuestra COIl los blancos duró hasta 1930. Bastó que nos quitaran los faldones para entender que se querían quedar con todo: montañas, playones yaguas. No tuvimos otro remedio que defendernos porque estaba en juego nuestra vida, ya que aquello que nos estaban haciendo era a{~o así como un canto de alambre de púas apretándonos el pescuezo. [ ... Jy conste que la pelea no era fácil porque tuvimos que enfrentarnos con corregidores como Óscar Pérez y Pedro Hoyos, a alcaldes de Montería como Pío Escobar, a los gobernadores de Bolívar como Lázaro María Pérez ya los comerciantes turcos"14.
14 El relato corresponde a líderes campesillos de El Cerrito, un pequeño corre~imiento I/bicado a 15 kilómetros de Montería, desde donde se diri~ió Iwa ocupación de tierras el 5 de marzo
26
A LAS PUERTAS DE EL UBÉRRIMO
Las cárceles estaban llenas de dirigentes de esos movimientos campesinos y los "señores de la tierra" aprovechaban el desorden para ampliar las cercas y extender sus dominios con cabezas de ganado que eran "más importantes y mejor cuidadas que la gente pobre", según repetían los campesinos que eran arrinconados en la laderas del Alto Sinú y Alto San Jorge. Nunca hubo una Reforma Agraria y la resistencia de la clase tradicional a cualquier intento de reordenamiento de la tenencia y uso de la tierra ha sido constante. La iniciativa de mediados del siglo XX de redistribuir la tierra en el Bajo Sinú para aprovechar 400 mil hectáreas aluviales generó la resistencia de terratenientes y ganaderos. Según el abogado y escritor Rafael Yances Pinedo, para la época, en el Sinú medio se contaban 80 propietarios que controlaban el 40% de las tierras, mientras que 2.000 campesinos accedían al 3% de esos tertiles suelos. "No es posible entregar a campesinos pobres tierras explotadas adecuadamente", decían los grandes y ambiciosos propietarios y a renglón seguido, sentenciaban que "era absurdo despojar a los actuales y laboriosos ganaderos para entregar los fundos a millares de campesinos desnutridos, analfabetos, viciosos, alcohólicos perezosos, parasitados"15. Cuando el programa oficial de adecuación de las prodigiosas tierras del Sinú medio se consolidó, los enemigos de la Reforma Agraria cuestionaron la capacidad de los campesinos para asegurar la productividad de las cosechas, invocaron las dificultades del crédito, las deficiencias en la asistencia técnica e, incluso, hablaron de "falta de agua para garantizar el riego", a pesar de que el río Sinú bordea este tertil valle. Aún con estos pronósticos, los resultados del programa de Reforma Agraria en el Sinú medio fueron halagüeños para los parceleros -nombre asignado a los beneficiarios- agrupados en asociaciones campesinas,
de 1982, dummellte reprimida pI)r las autoridades locales, siempre al semicio de los terratenielltes. José Galeatlo y Víctl)r Ne..f!rete, El Cerrito, el pueblo que se quedó sill cié/la.~a y desde etltOf/ces srifre de época mala pemiciosa, FII/ldación del Sinrí, Montería, 1982. 15 Rt!fael Yances Pi/ledo, Calamidades y realidades de la Reforma Agraria, etI Memoria de Satldio, rmprellta Departamental de Córdoba, MO/ltería, 1968.
27
IVÁN CEPEDA Y JORGE ROJAS
que demostraron la abundancia de cosechas y ganancias económicas, que aseguraban el pago de las parcelas adjudicadas y, por consiguiente, la democratización de la propiedad. Los campesinos probaron que podían garantizar la propia subsistencia de cientos de familias y la producción de alimentos para toda la población. Esto ocurría en la década de 1960 en corregimientos de Montería conocidos como El Sabanal, Mocarí y Berástegui, en donde se construyeron los distritos de riego que finalmente sirvieron para valorizar los predios de los beneficiarios de la incipiente Reforma Agraria, pero también de los grandes hacendados que, al final, ganaron el dominio sobre la tierra e impusieron sus formas de explotación y uso. En otras zonas del departamento y en otras regiones del país se producían duras luchas por la tierra en el marco de una Reforma Agraria promovida por el presidente liberal Carlos Restrepo Lleras (19661970), que al final colapsó en el llamado Pacto de Chicoral en el que el Gobierno sucumbió ante las presiones de los grandes latifundistas, terratenientes y ganaderos l6 •
Los tiempos de la violencia En Córdoba, los frecuentes desmanes de la Fuerza Pública, la arbitrariedad de una justicia al servicio de los grandes dueños de la tierra y la inequitativa distribución de la riqueza sirvieron de pretexto y justificación para la creación de grupos de guerrillas que alegaban que su alzamiento en armas era para defender a los campesinos si~ tierra. Ya en el departamento se había conocido otros intentos de insurrección armada a mediados del siglo XX, cuando ocurrió la llamada época de La Violencia 17.
16 El Pacto de Chicoral fue resultado de IlIIa reullión que se celel",1 ell 1968 eu el corre-
.I!illliellto del miSIllI) t/lll1lbre localizadl) ell el departameuto del Tolillla. Mediante die/lo aCl/erdo el Presidellte de la Replíblica cedió allte las presiot/es de los terratenietltes del país que se ne~abat/ a IlIIa redistribuciólI equitativa de la tierra. 17 Este período de la historia se ~ere al e,!(m,talllieuto elltre liberales y conservadores que dejó alrededllY de 300 lIIilmuertos y más de dos millot/es de desplazados et/tre 1948 (mio
28
A LAS PUERTAS DE EL UBÉRRIMO
Eran tiempos de violencia bipartidista en que el Partido Conservador dominaba la política y la administración pública en el gran departamento de Bolívar, del cual dependía Córdoba. Los enfrentamientos entre liberales y conservadores eran constantes y las acusaciones entre los líderes políticos estaban acompañadas de agresiones físicas. Algunos liberales participaron en la conformación de un reducto de guerrilleros de ese partido que se extendió por el Alto Sinú, el Alto San Jorge y en inmediaciones del municipio de Canalete, liderado por un campesino llamado Julio Guerra e integrado, entre otros, por Mariano Sandón y Evaristo Calonge, todos oriundos de Córdoba que se alzaron en armas hasta 1959 cuando firmaron la paz con el Gobierno. Sin embargo, las gentes de Córdoba reafirman que en esa zona del país no había una tradición de violencia e incluso sostienen que era costumbre de los parroquianos dirimir sus disputas a "puño limpio", mientras que los "cachacos" o los "paisas" acudían con frecuencia a armas cortopunzantes llamadas "peinillas" o "chambetas", en luchas que, con frecuencia, provocaban muertos y heridos. Tal vez por eso insisten en que no se puede comparar la violencia un tanto esporádica del Alto Sinú con las manifestaciones masivas y sistemáticas de crueldad que por la misma época ocurrían en otras regiones del país como el gran Caldas (que incluía a Risaralda y Quindío), Valle del Cauca, Tolima, Cundinamarca, Santander y Boyacá, regiones en donde se hizo costumbre el descuartizamiento de las víctimas y toda forma de irrespeto por la dignidad humana. Estas manifestaciones de violencia estaban mediadas por el enfrentamiento entre los partidos tradicionales y los contendientes pretendían asegurar el poder político local y la distribución de los cargos en la administración pública, aún cuando también sirvieron para asegurar la tenencia de la tierra para los terratenientes, que aprovecharon la confrontación para correr las cercas y ampliar sus dominios.
en que fue asesinado el caudillo liberal JOf',l!e Eliéccr Gaitá,,) y 1958, atio ell ql/e se i"ició el Fretlte Nacional, I/lla forma de alternación del poder duratlte 16 mios ql/e sl/f',I!ió de aCllerdos filtre los líderes de los partidos tradicionales.
29
IVÁN CEPEL>A y JORGE ROJAS
Peor el remedio que la enfermedad Los nuevos grupos guerrilleros aprovecharon el descontento campesino ocasionado por un empobrecimiento paulatino en medio de la acumulación de tierras y riquezas por parte de los blancos, que incluían a los paisas, los turcos y los cordobeses que celebraban con corralejas y fiestas su extraordinario poder. Primero fue el Ejército Popular de Liberación, EPL, una guerrilla de tendencia maoÍsta que surgió en 1967 tras la división del Partido Comunista de Colombia y que escogió las montañas de Córdoba y Antioquia para desarrollar su proyecto revolucionario, con el apoyo de núcleos campesinos, estudiantes y sindicalistas que se quedaron con la línea "pro China". justamente fue en una región del Alto San jorge, en los límites de Córdoba y Antioquia conocida como "Centroamérica" y epicentro de una dura lucha entre campesinos pobres y terratenientes, donde el EPL inició sus primeras células armadas, luego de la ruptura con la línea soviética del Partido Comunista. Esta línea se caracterizaba por la "combinación de las formas de lucha", una estrategia que alternaba la participación de sus militantes en procesos electorales así como el trabajo político legal en organizaciones sociales, con la acción armada, que se concentró en las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, FARC. En los años 60 y comienzos de los 70, el EPL ejerció un dominio casi absoluto en las zonas de influencia campesina en donde se adelantaban las luchas por la tierra y en organizaciones sindicales y estudiantiles, mientras concentraban sus tropas en el Alto Sinú y el Alto San jorge, luego de asegurar el dominio político frente a los simpatizantes de la línea soviética. Las FARC llegaron promediando la década de 1970 y se extendieron desde la zona bananera de Urabá y la región del Bajo Cauca en el departamento de Antioquia hasta la zona montañosa del Alto Sinú y el Alto San jorge en el departamento de Córdoba. En los años 80, en medio de una intensa disputa ideológica, política y militar, se crearon otras células guerrilleras que confluyeron en la creación en Córdoba de la Unión Camilista del Ejército de Liberación 30
A, LAS PUERTAS DE EL UBÉRRIMO
Nacional, ELN, que desarrolló algunas acciones rurales y urbanas en la zona de los Montes de María entre los departamentos de Córdoba, Sucre y Bolívar y, por supuesto, en el Alto Sinú y la zona costera del golfo de Urabá. Había espacio para todas las expresiones de la lucha armada y se vivía un cierto entusiasmo en capas urbanas por la presencia de guerrilleros que decían luchar por las reivindicaciones de los más pobres, que defendían a los campesinos sin tierra y que proclamaban, en medio de sus diferencias, una revolución que podía resolver los problemas de exclusión política, pobreza e injusticias que padecía el pueblo cordobés. El EPL atacaba a la Fuerza Pública durante los días de elecciones (algunos recuerdan la práctica de esa guerrilla de cortar el dedo de quienes violaban la orden de no votar), tomaba poblaciones para realizar arengas e incentivaba a sus militantes a realizar acciones violentas que denominaba "lucha directa de masas". Las FARC adoctrinaban campesinos, atacaban a la Fuerza Pública y reclutaban jóvenes para su nuevo frente de guerra y el ELN se confundía en las zonas de las luchas campesinas y estudiantiles. Más tarde las acciones guerrilleras derivaron en secuestros y extorsiones como forma de financiamiento; al principio afectando a grandes terratenientes y ganaderos y, posteriormente, a campesinos y comerciantes que fueron asfixiados económicamente en nombre de una revolución que se postergaba indefinidamente y que, en todo caso, parecía justificar todo tipo de atropellos contra la población civil en sus zonas de influencia. Todo era permitido en nombre de la revolución, todo se ocultaba en un ambiente clandestino en el que se decidía la vida o la libertad de las personas, en el que se imponía el autoritarismo armado que reducía a la mínima expresión el debate democrático. El momento de mayor auge se presentó en 1985 cuando irrumpió la Unión Patriótica en medio de los acuerdos de paz entre el presidente Belisario Betancur (1982-1986) y las FARC, conocidos como los acuerdos de La Uribe.Ese pacto permitió que el 18 frente de las FARC anunciara el 30 de mayo de 1984 la suspensión de acciones ofensivas en el departamento de Córdoba, en acatamiento a una tregua que permiti31
IVÁN CEPEDA Y JORGE ROJAS
ría priorizar la acción política legal. En ese período, el gobierno departamental designó por primera vez un alcalde comunista en el municipio de Valencia, en el Alto Sinú, el mismo que serviría como epicentro de la expansión paramilitar de la década de 1990. También suscribió acuerdos el EPL con el Gobierno en el municipio de Montelíbano, en el Alto San Jorge, que dio origen a la creación del Frente Popular, otra expresión política para la acción electoral. Algo parecido ocurría con el movimiento político A Luchar en el que confluían las ideas del ELN aunque ese grupo no participó en los diálogos de paz de la época. La gran paradoja de la acción guerrillera es que se convocó en nombre de la lucha por la tierra para quien la trabaja y en defensa de los campesinos pobres y, al final, la lucha armada persiste de manera anacrónica en medio de la más alta concentración de la propiedad en departamentos como Córdoba, en donde sigue imperando la exclusión, el empobrecimiento y la inequidad social, en medio del desbordamiento de una violencia que pareciera funcional al statu quo.
Corriendo las cercas Grandes fincas se consolidaron antes, durante y después de la violencia bipartidista de mitad del siglo XX y en medio de la dura confrontación de los campesinos por acceder a parcelas para producir alimentos. La Antioqueña, de Chepe Posada, se consolidó como un latifundio luego de que los campesinos fueron perseguidos por la Policía, tanto como los abogados que insistían en su defensa y que iban a parar a las cárceles municipales de Montería, Cereté y Ciénaga de Oro. En la defensa de los campesinos se recuerda la labor de Orlando Fals Borda y del abogado Geminiano Pérez, quienes constituyeron la "agencia oficiosa" una figura jurídica con la cual intentaron evitar el desalojo y legalizar invasiones, que a la postre fracasó en medio del poder político y económico de los señores de la tierra. Otras fincas que se consolidaron "corriendo las cercas de alambre de púas" y expulsando campesinos fueron Las Panelas, en Lorica, El Molino, en San Bernardo del Viento, Currayao, en el Alto Sinú, Jara-
32
A LAS PUERTAS DE EL UBÉRRIMO
quiel, en Montería y Las Tangas en el municipio de Valencia. El modelo ha consistido en comprar poco a poco las parcelas de los campesinos beneficiarios de Reforma Agraria y otras propiedades para asegurar el dominio sobre las mejores tierras del Valle del Sinú.
El Ubérrimo En este contexto, una de las haciendas con las mejores tierras de Córdoba estaba ubicada en el medio Sinú y era apetecida por la fertilidad de sus tierras, los canales de riego y su excelente ubicación. La hacienda El Ubérrimo se extiende desde El Sabanal (el mismo corregimiento en el que se presentaron las disputas por la tierra en la década de 1970 que, al final, ganaron los terratenientes) hasta el municipio de San Carlos. La propiedad sigue el curso del canal de riego que construyó el Instituto de Adecuación de Tierras en desarrollo de la fracasada Reforma Agraria que pretendía asegurar pequeñas propiedades aptas para agricultura y ganadería, a campesinos desposeídos. "El Ubérrimo es una mesa de billar", dicen los campesinos para destacar que son tierras planas, ubicadas de tal manera que no sufren las inundaciones que provoca con frecuencia el invierno en la región. Es una finca dedicada a la ganadería y, por la fertilidad de la tierra, es posible afirmar que posee los mejores pastos para esta actividad a~ropecuaria. En El Ubérrimo la característica principal es la austeridad y la sencillez. La hacienda está situada a 200 metros del templo parroquial y del parque central del corregimiento El Sabanal, que a su vez está ubicado a siete kilómetros del barrio Villa Cielo, la última urbanización del centro oriente de Montería. La entrada principal tiene una puerta de madera, común en las fincas de Córdoba y está rodeada de campanos, unos árboles de gran altura que los campesinos usan como recurso maderable. Además se divisan desde la puerta árboles frutales, especialmente mango y níspero, que se confunden con arbustos de limoncillo; una planta con espinas que sirve de protección y reduce la visibilidad hacia el interior. En la misma entrada está ubicado un corral de vareta, un encierro rústico de madera en el que permanecen entre 20 y 30 vacas de orde33
IV ÁN CEPEDA Y JORGE ROJAS
ño que pueden producir alrededor de 200 litros de leche diarios, que sirve para el consumo y, muy seguramente, para la producción de "suero atoyahuey", una crema ácida con sal que acompaña siempre las comidas típicas de la región. En su interior, sobresale un kiosco de bloques de cemento pintado de blanco, techo de madera y palma amarga encerrado con una malla de protección para evitar la acción implacable de los mosquitos. Hay mecedoras rústicas de cuero y madera para recibir a los visitantes en un agradable ambiente de finca sinuana. Una casa que conserva la sencillez del área construida, complementa el paisaje de la ya famosa hacienda, cuyo nombre evoca en Córdoba las grandes propiedades de las mejores tierras y que se ha convertido en un lugar de referencia nacional. El kiosco de El Ubérrimo es un lugar especial. Por allí han pasado personalidades de la economía, la política o la cultura, ministros, presidentes, pero también humildes campesinos y trabajadores, todos por igual, según advertencia permanente del dueño de El Ubérrimo, quien incluso se ocupa de servir el cate y de atender a todos los invitados. La gente en Córdoba comenta la reunión que ocurrió en este kiosco entre Álvaro Uribe Vélez con la clase política local, que acudió a El Ubérrimo a reclamar un ministro cordobés en el gabinete. La respuesta contundente del anfitrión fue: "¡Para qué necesitan un ministro, si tienen un presidente!".
34
Capítulo III NOMBRES QUE INFUNDEN TERROR
La familia Uribe comenzó a instalarse en Córdoba a comienzos de la década de 1960. Álvaro Uribe Vélez ha continuado la larga tradición de colonización paisa de las tierras de Córdoba. "Mi padre llegó en 1961 a unas tierras entre Antioquia y Córdoba", dijo en una entrevista concedida a la periodista Patricia Lara durante la campaña electoral que lo llevaría por primera vez a la Presidencia de la Rcpública lH • El futuro mandatario visitó Córdoba a los nueve años, y desde ese tiempo tejió afectos por el departamento, su tierra y sus gentes. Especialmente porque, según él, los cordobeses tienen liderazgo en "esa gran reserva colombiana contra la violencia que es la población caribe", porque Córdoba "es uno de los pocos rinconcitos de la patria donde hay paz" y cuenta además con un campesinado que "aprehende muy facil y que, bien dirigido, tiene una calificación de excelencia"I<J. Uribe Vélez conoce bien la realidad del departamento y de su capital, la ciudad de Montería. Sabe quiénes son los líderes políticos, los ganaderos y hacendados, los jefes militares, y los funcionarios públicos de la región. Muchos de ellos son sus amigos personales, y con algunos tiene relaciones de compadrazgo. Su presencia en la región ha estado siempre acompañada de numerosos actos públicos, rcunione~ políticas y sociales en las que ha podido hablar con la gente del pueblo y departir con las elites locales. Como él suele decir: en Córdoba no se siente un extranjero, sino un cordobés más.
18 Patricia Lara, SI/ple/ll/'I/to DO/llil/ieal de El Tiempo, "Alvan' Uribc VéIc::: 'Yo lile {¡,{~O »Ioler"', 7 de abril de 2002. 19 El Meridialll' de Córdllba, ClltreflÍsla a Alvaro Uribe Vélez. "Ho/llbrefl/erlc (011 al/lla dI' I'llela ", 23 de mI'''' de 2000, p. 4C.
35
IVÁN CEPEDA Y JORGE ROJAS
Se dice que a comienzos de la década de 1980, Álvaro Uribe Vélez compró la hacienda El Ubérrimo a un empresario del transporte que había sido secuestrado por la guerrilla2l1 • Como su nombre lo indica, las tierras de esa propiedad cercana a Montería son abundantes y fértiles. En esos terrenos, según el profesor Marco Palacios, engordan unas mil reses y se mantienen unos sesenta caballos finos: "El dueño de El Ubérrimo es uno de los 2.300 colombianos propietarios de más de 2.000 hectáreas y que acaparan entre todos unos cuarenta millones de hectáreas. Para ponerlo en la balanza colombiana, digamos que cerca de dos millones y medio de pequeños propietarios (de menos de cinco hectáreas) tienen apenas cuatro millones y medio de hectáreas"21. Como en todo lo que ha hecho en su vida, Uribe V élez, el ganadero y hacendado, ha trabajado incansablemente, y le ha dedicado mucho tiempo a las labores pecuarias y agrícolas, ordeño de vacas y doma de caballos. Para conservar y desarrollar su hacienda utilizó métodos que no siempre fueron bien vistos, y que le han acarreado críticas y demandas. Como, por ejemplo, el uso de cercas eléctricas que introdujo a pesar
20 Así lo relat(/ el jefe p(/ramilitar Salvatore Mancuso en el libro ManCI/so, su vida de la periodista Glellda lHartíllez: "A las 4:30 de la madrugada, la mtinaria hora en la que DOII César (/bría sus ~fidllas de Trallsportes Sinú, vio acercarse a siete muchachos vestidos COII sudadera que trotaball por la calle. El hombre de 74 años,férreo como Utl roble, se extra,ió pero siguió concentrado en llamar a lista a sus conductores. Volvió (/ mirarlos (l/ando los fIIvo endma de su campero, un viejo Toyota de 1978. Una hora más tarde, amarrado de pies y mallOS, iba camino a Canalete el! la parte trasera de 1m camión Fortl 350. Acostad¡) boca abajo, lo único qlle veía erall las pUl/tas de las botas de caucho. Pero en su cabeza rondaban otras cosas. Estaban, por ejemplo, los recuerdos del entierro de su amigo Rodo[fo Bechara Chalita, a quiell el EPL había asesinado a .finales de la década de los 70 por negarse a pagar Uf/a extorsióll. Aterrado aute la posibilidad de morir err ulla drcullstanda semejallfe {César Nav(/rro, Ilota fuera del texto ",(r¿inall había velldido dos de las .fincas que más quería, La Esperanza, y El Ubérrimo, desde 1982 propiedad del presidente Álvaro Uribe Vélez, cerca de Moutería''', pp. 62 y 63. Con el nombre de César Navarro fue designada la Termillal de Transportes que el presidente Uribe Vélez illauguró en Montería el 6 de mayo de 2008. 21 Marco Palados, "Un presidel!te de 'a caballo "', El País de Espatia, 7 de agosto de 2002.
36
A LAS PUERTAS DE EL UBÉRRIMO
del malestar de sus vecinos que se sentían afectados22 .Alguien que visitó El Ubérrimo en 1987, narró que encontró a Uribe Vélez, quien por ese entonces ya era congresista, en plenas faenas de la hacienda. Uribe le aseguró: "Me despojo de mi careta de senador, yo manejo tractor para hacer el recorrido en la finca "23 • Por esa misma época se estaba completando una transformación crucial en Córdoba, caracterizada por la irrupción de una agricultura comercial, por el crecimiento de la ganadería extensiva, y por la penetración del narcotráfico en diversas esferas de la vida social y política. Junto a esos factores emergió un nuevo tipo de' violencia que reconfiguró el orden político local. Los años finales de la década de 1980 estuvieron marcados por el inicio de las masacres y de los crímenes políticos de naturaleza selectiva24 • O en otras palabras, era el momento inicial de la formación y consolidación del proyecto paramilitar en Córdoba. Uribe Vélez se había ya instalado en el departamento, conocía bien su situación y a sus líderes.
Las primeras masacres Al ritmo de la banda musical '3 de mayo', un domingo en la tarde los trabajadores del caserío Mejor Esquina bailaban porros sinuanos. La gente estaba contenta. Desde que terminaron las festividades de las corralejas, ese año no se había organizado una parranda. Después de agotadoras jornadas en las faenas del campo, por fin se podía festejar ese día. Un terrateniente de la región había pagado $120.000 para que la banda tocara toda la noche. La fiesta se hizo en la finca La Florida. Hacia las once de la noche, cuando estaba en su mejor momento, llegaron
22 Ramin) Vélez Toro, "Álvaro Uribe Vélez", columna de opinión en El Meridiano de Córdoba, 1" de abril de 2006, p. 5A. 23 JI/an E. Lyons, "Carta al presidente Uribe Vélez", coll/mlla de OpilliólI ell El Meridiallo de Córdoba, 8 de jllllio de 2002, p. 4A. 24 Una visión de esa etapa de traniformaciól/ se encuentra ('1/ el eswdio de Mal/ricio Romero, "Transformaciól/ n/ral, violellcia política y IIarcotrqtico en Córdoba, 1953-1991", eu Controversia, N" 167, Cillep, pp. 96-121.
37
IV ÁN CEPEDA Y JORGE ROJA"
varias camionetas que rodearon el sitio. Quince hombres encapuchados que venían armados de fusiles Galil y granadas de fragmentación, dispararon contra las parejas que estaban bailando. Como lo narró una sobreviviente: "Llegaron al patio y les dispararon a todos los concurrentes. Los que lograron penetrar a la casa fueron perseguidos y rematados. [... ] Los gritos de los heridos se confundían con los de las personas que huían despavoridas. El suelo se manchaba de sangre y los cuerpos quedaban inermes, tendidos en la tierra en la forma como caían. Nada valía, ni siquiera las súplicas de las mujeres. Algunos dijeron que los sicarios seleccionaban a sus víctimas, otros señalaron que mataban indiscriminadamente. El final de un fandango que nadie esperaba"25. Los primeros en caer fueron el profesor de la escuela y su pareja. El resto de las víctimas eran campesinos y campesinas jóvenes. Antes de dejar la finca, los encapuchados dispararon también contra las reses y otro~ animales domésticos. La matanza perpetrada el 3 de abril de 1988 en Mejor Esquina, municipio de Buenavista, no fue la primera cometida en Córdoba.Tampoco tue la última. No obstante, deJÓ una imborrable sensación de terror en la región y en el país. Era uno de los primeros episodios en el que hacía irrupción la nueva fase de una vieja modalidad criminal: la masacre. En Mejor Esquina la masacre aconteció en una fiesta que sirvió como trampa mortal para que las víctimas fueran sorprendidas en el momento en que estaban bailando la música del conjunto contratado por quien ordenó el crimen. La cantidad de víctimas era muy significativa: treinta muertos -en su mayoría jóvenes- y más de una decena de heridos. Las masacres impactaron a la sociedad colombiana porque representaban espectáculos públicos de terror: asesinatos colectivos que ocurrían en los sitios y en las ocasiones en que se reunía la comunidad. Fernando Botero. el célebre artista, pintó en uno de sus lienzos la escena del festejo brutalmente interrumpido. Al día siguiente de los hechos llamó la atenCIón el pronunciamiento del gobernador de Córdoba,José Gabriel Amín Manzur, quien declaró
25 Col('c/il'o Peritldis/as pllr la Vida, Córd¡l/l(/. N,l /Od¡l eS/tí l'('rdido, 1990, p. 6.
38
A LA'> PUERTAS DE EL ULlÉRRIMO
ante la prensa: "Hubo una lamentable equivocación de los sicarios. La Mejor Esquina no es zona de guerrilla"21o. Algunos testimonios afirmaban que los sicarios se identificaron como pertenecientes a la banda 'Los magníficos', pero en realidad en la región todo el mundo eñuela, ya detenido, dirigía la Convivir Papagayo, la cual tenía estrecho vínculos con las ACCU y era financiada por empresas bananeras de Urabá e intermediaba para que la trasnacional Chiquita Brands financiara los grupos paramilitares de la zona bananera86 • La alianza entre "autodefensas" y las llamadas Convivir entonces era evidente. "Los paramilitares promovieron la conformación de por lo menos, diez de las Convivir que operaban en el norte del país" declaró Mancuso en el desarrollo de las audiencias de versión libre87 . La lista de Convivir pertenecientes a los jefes paramilitares era larga: la Convivir Horizonte y la Convivir Guayrnaral eran dirigidas por Salvatore Mancuso;Jesús Ignacio Roldán, alias 'Monoleche', pertenecía a la Convivir Avive; Arnoldo Vergara, alias 'el Mochacabezas', era miembro de la Convivir Costa Azul; Rodrigo Pelufo, alias 'Cadena', hacía parte de la Con-
85 Audiencia de versión libre de Éver Veloza Carda, alias 'HH', 26, 27 Y 28 de marzo de 2008. 86 Natalia Sprillger, '''Todas las banatleras nos pagaban': ManCllso", El Tiempo, 14 de mayo de 2007. El acuerdo, según declaró el jefe paramilitar se produjo con empresas como Chiquita Brands, Dole, Batlacol, Uniban, Proban y Del Monte. "Nos pagaban Utl centavo de dólar por cada caja que salía del país. El resto de empresas del sector hada/l UII aporte semestral. La empresa Dole se encargaba de recoger el dinero y finalizar la operación, de la que se tenfa pleito conocimiellto en las compañías y que se cal!ficabú como ulla colltribución a la Convivir Papagayo. [. .. / El producto de esas contribuciotles se distribuía proporcionalmente entre la Casa Castaño, el Bloque Ballanero, una parte para illversió/I social y otra para pagar cormpciótl de itlstitllciones del Estado". 87 Audiencia de versión libre relldida ante la Uuidad de Justicia y Paz de la Fiscalía Celleral de la Nación, 15 de mayo de 2007, MedeUftl.
64
A LAS PUERTAS DE EL UBÉRRIMO
vivir Nuevo Amanecer, el paramilitar Juan Francisco Prada integraba la Convivir Los arrayanes; Rodrigo Pérez, alias 'Julián Bolívar' trabajaba en la Convivir Bellaván;Jaime Alonso Castrillón Echeverría, desmovilizado del Bloque Bananeros de las AUC, fue el representante legal de la Convivir Tagua del Darién, con licencia refuncionamiento hasta el 2001; el desmovilizado Aurelio Antonio Quintero, fue representante de la Convivir California, con sede en Puerto Triunfo; el jefe paramilitar Arnulfo Peñuela dirigía la Convivir Papagayo; el jefe paramilitar José María Barrera Ortiz, alias 'Chepe Barrera' también dirigía una Convivir. Luis Alberto Villegas Uribe,jefe de la Convivir El Cóndor, en San Roque y asesinado en el 2004, era hermano de Juan Guillermo Villegas Uribe, candidato a la Cámara en 2002 a quien el candidato presidencial conservador Juan Camilo Restrepo señaló como vinculado a los paramilitares88 • Las empresas de seguridad actuaban contra la población civil sin uniforme ni identificación visible, a veces encapuchados o en vehículos sin placas. En Córdoba aumentaba la campaña por lograr que ca.-la municipio tuviera al menos una de estas empresas. Jorge Visbal Martelo, ex presidente de Fedegan, amigo de Álvaro Uribe y nombrado por éste como embajador en Canadá declaró: "Las Convivir no deben desaparecer para darle gusto a la guerrilla. No defenderse sería una insensatez, hacerlo es apenas un asunto de supervivencia"89. Las Convivir se convirtieron en un nuevo foco de violencia para la región, por lo cual la Policía departamental pidió que se les retiraran los permisos para portar armas de uso privativo de la fuerza pública, que se ejerciera mayor control sobre sus miembros e incluso llegó a amenazar, de ser necesario, con desarmar a sus miembros90 • El caso más claro de esta situación fueron
88 Congreso de la República, debate sobre los gntpOS paramilitares en Alltioqllia convocado por el setlador Gllstavo Petro, 17 de abril de 2007; revista Semana, "Cotlvivir y paras: amor a primera vista", 14 de abril de 2007. 89 El Meridiano de Córdoba, "LAs Convivir no dellen desaparecer", 20 de septiembre de 1997,p.3A. 90 El Meridiano de Córdoba, "Frentes sin armas". Polida dice qlle desarmarán los Frentes de Segllridad", 26 defl'brero de1997,pp. lA Y 3A.
65
IVÁN CEPEI>AY JORGE ROJAS
los llamados frentes de seguridad ciudadana. Algunas de estas entidades -como el frente de seguridad en Cantaclaro- respondieron afirmando que continuarían con su trabajo de vigilancia y que nada los haría desaparecer. "'Que no se les trate como grupos armados al margen de la ley' reclamaron sectores influyentes de Córdoba"91. Mientras tanto en Antioquia había comenzado el debate público por acusaciones acerca de que las Convivir estaban siendo utilizadas para cometer masacres. La polémica se intensificó a raíz de la violencIa que se desató en la población de Ituango.A finales de la década de 1990, se cometieron más de 150 asesinatos selectivos y dos masacres en ese municipio. De estos hechos, el más cruento fue el del corregimiento de El Aro. Paramilitares, bajo las órdenes de Salvatore Mancuso y Carlos Castaño, tomaron a la población, congregaron a sus habitantes en el parque central, asesinaron y torturaron públicamente a líderes de la localidad. De acuerdo a testimonios de los sobrevivientes, al segundo día de la incursión, un helicóptero del Ejército Nacional aterrizó en la plaza central y uno de sus tripulantes entregó municiones al grupo paramilitar. Antes de retirarse fueron incendiadas la mayor parte de las casas del casco urbano. El abogado y defensor de derechos humanos Jesús María Valle denunció que las tropas de la cuarta brigada del Ejército y los paramilitares actuaban conjuntamente en Ituango. A través de cartas y derechos de petición, expresó sus quejas al entonces comandante de la Brigada, general Carlos Alberto Ospina, y al entonces gobernador de Antioquia, Álvaro Uribe Vélez. Ellos lo demandaron por calumnia. La discusión sobre la legalidad de la actuación de las Convivir entre el abogado y el Gobernador llegó a las primeras planas de la prensa. Valle afirmó: "Los militares y las Convivir se confunden en los uniformes, en las sedes, en los vehículos que utilizan". Uribe lo llamó públicamente "enemigo de las Fuerzas Armadas". El 27 de febrero de 1998, sicarios entraron a la oficina del abogado y, en presencia de su hermana, lo asesinaron. En una carta abierta en la que negaba haber incitado a la
91 El Meridiano de Córdoba, "Frentes de Seg'ITidad. Nada nos hará desaparecer", 3 de mayo de 1997,pp. 1A y 3B.
66
A LAS PUERTAS DE EL UBÉRRIMO
violencia contra el defensor de derechos humanos, el gobernador Uribe dijo que la creación de las Convivir se basaba en la convicción de que eran "un modelo transparente de cooperación ciudadana con la Fuerza pública". En julio de 2006, la Corte Interamericana de Derechos Humanos condenó a Colombia por las masacres de Ituango n . El debate en torno a la conveniencia o no de otorgar a las Convivir la categoría de agencias de seguridad privada se intensificó con el examen que hizo la Corte Constitucional. La legalidad de estos grupos fue demandada ante la Corte que si bien no exigió la inmediata derogación de la norma que las habilitaba, resolvió, mediante la sentencia C-296 de 1997, que el porte de armas largas de uso exclusivo de la Fuerza Pública, en manos de civiles y de los grupos Convivir era inconstitucional. La Corte advirtió que las Convivir no podrían convertirse en escuadrones de la muerte ni en agentes de atropello y violaciones de los derechos humanos
7A. 90
A LAS PUERTAS DE EL UBÉRRIMO
cuñada del jefe paramilitar Carlos Castaño Gil. La investigación mostraba que tras la fachada de Funpazcor había una estructura nacional que canalizaba y manejaba los recursos para financiar a los paramilitares incluso en el sur del país. La estructura financiera funcionaba en todo Córdoba, Antioquia y Valle. Según el fiscal Gómez Méndez hubo que solicitar apoyo de unidades del Ejército, distintas a la brigada 11, pues sabían que a veinte minutos de la ciudad, Salvatore Mancuso tenía a su gente en una finca que funcionaba como cuartel general de las Autodefensas Unidas de Colombia. A esa base de operaciones la Fiscalía le había hecho un largo 1110nitoreo logrando interceptar y grabar conversaciones entre Mancuso, Castaño y alias 'Jorge 40'. Desde esa base se impartían las órdenes y se recibían los partes desde los frentes. No obstante, al parecer la brigada 11 filtró la información de la visita de los fiscales, y no se pudo capturar a nadie 147 • En cambio se pudo obtener abundante información de la contabilidad de Funpazcor y empezó a procesarse. La información recaudada mostraba que políticos y ganaderos de la región hacían aportes regulares a las arcas de los paramilitares y que Funpazcor legalizaba dineros que se repartían en cuentas personales. Estos datos encontrados en Montería se vieron corroborados meses después cuando la Fiscalía confiscó un computador portátil en Pasto, Nariño, en el que se reseñaban sesenta empresas de Córdoba y Antioquia que al parecer estaban involucradas en la financiación de las AUe. En la contabilidad hallada aparecían los nombres de 357 políticos y ganaderos que tenían nexos con los paramilitares a través de Funpazcor l4M • Con los datos recaudados, la Fiscalía había logrado elaborar una lista de 615 personas que aparecían como presuntos financiadores de los paramilitares. Allí figuraban los nombres de algunos de los principales jefes paramilitares y de varios dirigentes sociales y económicos de Córdoba. En esa lista estaban, entre otros, los hermanos Maroso, Salvatore, Anto-
147 Emrevista al ex.fiscalAlfollstl Gámcz Méndez, Btl,l!otá, 27 de a,l!osto dc 2008. 148 El Meridiano de Córdoba, "Co,!tisca" computador. 111I'cstígall.filwllcíací6" ", 24 de Julío dC'2001.p.6A.
IV ÁN CEPEDA Y JORGE ROJAS
nio, Doménico y Pascual Mancuso; el director del periódico El Meridiano de Córdoba, William Salleg Taboada, y su padre William Salleg Sofan; los ganaderos Elias Milane Calume y Salim Haddad, Sor Teresa Gómez, presidenta de Funpazcorl4lJ • El resultado de los allanamientos corroboraba un hecho que sería puesto de presente por el jefe paramilitar Salvatore Mancuso: los ganaderos y hacendados más pudientes de Córdoba habían contribuido al financiamiento de las AUC I511 • Ante los allanamientos, los ganaderos de Córdoba hicieron pública su indignación y solicitaron la intervención de la Procuraduría General de la Nación. Jorge Visbal calificó la investigación de "abusiva e irresponsable" y exigió a la Fiscalía que se garantizara que los archivos confiscados fueran "ucilizados debidamente" para evitar que la información se filtrara a grupos subversivos. El ganadero Rodrigo García se escondió por un tiempo, pues contra él se dictó orden de captura 151. Los políticos y líderes gremiales constituyeron un comité por "la dignidad de Córdoba", que organizó una manifestación contra la forma en que las investigaciones mostraban la realidad del departamento ante el país. El senador Enrique Gómez Hurtado visitó Montería y declaró: "Considero que esos procedimientos de atropello a lo único que pueden conducir es a producir la sensación de alegría en el corazón de los violentos cuando ven que desde el Gobierno mismo se ataca la solidaridad que el pueblo de Córdoba ha demostrado para defender el imperio de la justicia y de la ley en el departamento"152. En este ambiente de animadversión, el fiscal Gómez Méndez denunció que el CTI había conocido amenazas en su contra provenientes del jefe paramilitar Salvatore Mancuso 153.
149 Fiscalía Geueral de la NacióII, SeccióII de I'!formación y Allálisis, "Financiadores de las al/todt:feusas de Carlos Casta/io Gil a nivel nacional", 21 de./cbrm) de 2001. 150 VersióII libre de Salvatore lHallCl/so ante losjiscales deJI/sticia y Paz, Medellíll 15 de //Ia)'o de 2007. 151 Ellfrl'vistll al Fiscal A[/il/lso Gíllll'Z Mélldl'z, B(~~otá, 27 de a.~osto de 2008. 152 El M,'ridiallo de Córdoba, "Ú)S violellt()s n() tolera" la paz eu Córdoba", 1 dejl/llio de 2001, lA, 2A, 3A Y lC.Acerca de la visita del senad()r Ellrique Gómez Hurtado al .it:fe paramilitar Carlos Casta/i() pl/ede ,'em' Mi Co,!{esi¡ÍII,pp. 179- 181. 153 Ellfrel,ista al ex Fiscal A [/il/lSO GÓl/lez Mélldl'Z, BO.~(l(á, 27 de axosto de 2008.
92
A LAS PUERTAS DE EL UBÉRRIMO
A pesar del esfuerzo de Gómez Méndez, las investigaciones nunca prosperaron. Su período como Fiscal General terminó un mes después de los allanamientos. Quien lo reemplazó, Luis Camilo Osorio, era conocido en Córdoba, pues se había desempeñado como profesor en la Universidad del Sinú, y contaba entre sus amigos personales a varios de los políticos firmantes del Pacto de Santa Fe de Ralito, como Eleonora Pineda. Osorio se encontraba en Montería precisamente cuando se realizó la manifestación en contra de su predecesor 154 • No hizo ningún pronunciamiento sobre el particular. En cambio, una de sus primeras actuaciones consistió en paralizar las investigaciones para luego desarticular o acabar con el caso de Funpazcor sobre el que se efectuaban avances. El expediente lo remitió a MedelIín, donde fueron cerradas las investigaciones contra Sor Teresa Gómez y contra los hermanos Castaño Gil 15S • Por el mismo período en que ordenaba estas actuaciones, el nuevo Fiscal General fue condecorado en Córdoba. La Universidad del Sinú le otorgó la medalla 'Elias Bechara Zainum' en su calidad de docente del postgrado de derecho en ese centro académico. En el acto de condecoración, el Fiscal estuvo acompañado por Perla Emperatriz Dávila a quien nombró directora seccional en Montería 1'i6. La fiscal Dávila ha sido investigada por presuntos nexos con la estructura paramilitar de Daniel Rendón Herrera, alias 'Don Mario', y por haber intentado obstruir las investigaciones que se adelantaban contra él y su organización. La prensa reveló grabaciones en las que la fiscal Dávila solicitaba dineros a miembros de la estructura paramilitar de 'Don Mario' para hacerse una cirugía plástica a cambio de entorpecer investigaciones en
154 El Meridia/lo de Córdoba, "Lista tema para Fiscal", 2 deJ/l/lio de 2001, p. lA. 155 Posteriormellf(', ('/1 abril de 2007, dl/rallfe la admi/listració/l deljiscal Mario I)!/lartÍ/I, se libró /lIIa ordl'll de captllra collfra Sor Teresa Gómez, reprl'Sellfallf1' It:!!al de F/l/lpazcor, p,'r el asesillato de la líder de las víctimas de desplazamiellf", Y(,lallda Izql/ierdo. 156 El Meridintra el ex general Rito Alejo del Río, acusado de conformar y apoYar grupos paramilitares en Antioquia, debilitó la Unidad de Derechos Humanos y Derecho Humanitario de la Fiscalía, y sacó de su cargo al fiscal Pablo Elías González, que había adelantado las investigaciones en Córdoba y ordenado la detención del general Del Río 160 • Osorio acusó a González y a Pedro Díaz, coordinador de la Unidad de Derechos Humanos, de ser 'desleales' por haberse reunido con Hina Jilani, relatora de Naciones Unidas, que criticó abiertamente el cierre de los procesos en la Fiscalía. Un día antes de las elecciones presidenciales, el nuevo fiscal dictó resolución inhibitoria con relación a las investigaciones solicitadas por el candidato liberal Horacio Serpa sobre presiones de grupos paramilitares
157 El Tiempo, "FI/tl/ro político de ministro Fabio fiálel/cia Cossio, fII ellfredic/", por escándalo de Sil /rermal/(I", 21 de '!. Una actriz nacida en Montería, Adriana Ricardo, que había
167 Como se rcwrdará, cada 1/1/(1 de cllos ha q{rolltado dipcrsas aC/lsaciolu's por píllC/llos COII los .!!"'pos paramilitares y pO/ C PUERTAS DE EL UBÉRRIMO
y que controlaban buena parte de la actividad económica. Era imposible ignorar que a corta distancia de Montería se hallaban los cuarteles, los centros de entrenamiento y exterminio de las AUC, y no identificar a quién pertenecían muchas de las haciendas donde estaban ubicadas esas bases de operación. Era imposible desconocer qué pasaba en la hacienda Las Tangas a mediados de la década de 1980 y quiénes eran los hermanos Castaño Gil. Era imposible desconocer la realidad de los desplazado~ que venían a Montería huyendo desde municipios que estaban a un centenar de kilómetros, era imposible no conocer la historia de las vlllda~ y sus esposos desaparecidos. Era imposible no saber quiénes eran los miembros de la familia del jefe paramilitar Salvatore Mancuso, y no darse cuenta de las posiciones que ocupaban en las instituciones locales. Era imposible ignorar lo que acontecía en la relación entre los políticos y 1m jefes de las AUC, en especial cuando los primeros eran miembros de los movimientos y partidos de los que se era dirigente. Era imposible no saber lo que estaba aconteciendo en el plano político y en la vida social, cuando el diario local difundía cotidianamente su crónica. Es obvio que para quien viviera o viSItara la ciudad o las haciendas vecinas era Imposible ignorar la realidad de los crímenes, las alianzas, los escándalos, la corrupción que emergía bajo la doctrina de la autodefensa, la omnipresente influencia que los paramilitares alcanzaron en Córdoba. Todos los personajes principales que aparecen en este texto han sido denunciados e investigados por estar presuntamente ligados a los grupos paramilitares, bien sea C01110 ~us miembros, ideólogos, auspiciadores, financiadores, testaferros o promotores sociales. Algunos pocos han sido condenados por la justicia. En su gran mayoría han estado ligados al dueño de El Ubérrimo, Álvaro Uribe V élez, a la historia de su hacienda, ,1 su labor como ganadero, y a su carrera política. Han sostenido con él relaciones personales, de amistad y compadrazgo, han apoyado abiertamente sus aspiraciones presidenciales, y se han beneficiado, de diverso modo, con esa amistad y relación política. A las puertas de El Ubérrimo, a escasos kilómetros de e~a hacienda, en su entorno político y social, nació y alcanzó su ascenso en los últimos veinticinco años el proyecto paramilitar. Su dueilo aspira seguir gobernando a Colombia. 155