problemas de IingUistica · general II emile benveniste
lingiilstica
traduccwn de JUAN ALMELA
PROBLEMAS DE LINGUIST...
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problemas de IingUistica · general II emile benveniste
lingiilstica
traduccwn de JUAN ALMELA
PROBLEMAS DE LINGUISTICA GENERAL .. ,
II por EMILE BENVENISTE
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edtores
))((I siglo veintiuno editores, S.8. de c.v. CERRO OEl AGUA 248, DElEGACIQN COVOAcAN, 04310, MEXICO, D.F.
siglo veintiuno de espana editores, s.a. PRiNCIPE DE VERGARA 78 2'1 DCHA. MADRID, ESPANA
portada de anhelo hernandez primera edici6n en espaiiol, 1977 decimoquinta edici6n en espaiiol, 1999 C siglo xxi editores, 5.a. de c.v. ishn 968~23-O029-0 (obra completa)
isbn 968-23-0333-8 (volumen 2) primera edici6n en frances, 1974 © editions gallimard, paris, francia titulo original: prohlemes de linguist/que genera/e, 2
derechos reservados can forme a la ley impreso y hecho en mexico/printed and made in mexico
INDICE
Prefacio I.
9
TRANSFORMACIONES DE LA LlNGUiSTICA
1. Estructuralismo y lingiilstica 2. Este lenguaje que hace la historia
II.
LA COMUNICACION
3. Semiologia de la lengua 4. EI lenguaje y la experiencia humana S. EI aparato formal de la enunciaci6n
III.
ESTRUCTURAS Y ANALISIS
6. 7. 8. 9. 10.
Estructura de la lengua y estructura de la sociedad Convergencias tipol6gicas Mecanismos de trasposici6n Las transformaciones de las catcgorias lingiHsticas Para una semantica de la preposici6n alemana vor
IV.
9S 107 117 130 141
147 164 178
EL HOMBRE EN LA LENGUA
14. EI ant6nimo y eI pronombre en frances moderno IS. La forma yel sentid6 en e1lenguaje
VI.
47
70 82
FUNCIONES SINTACTICAS
11. Fundamentos sintacticos de la composici6n nominal 12. Fonnas nuevas de la composici6n nominal 13. Estructura de las relaciones de auxiliaridad V.
13 32
199 217
LEXICO Y CULTURA
16. Difusi6n de un termino de cultura: latin orarium [7J
243
8
17. 18. 19. 20.
fNDICE
Genesis de! termino scientifique La blasfemia y la eufemia C6mo se form6 una diferenciaci6n lexica en frances Dos mode!os lingiHsticos de la ciudad
249 256 260 274
PREFACIO
Para sus Problemas de lingiifstica general, Emile Benveniste e1igio veiutiocho articulos entre sus publicaciones de 1939 a 1964, y los clasifico en seis partes: trans formaciones de la Iingiiistica, la comunicacion, estructuras y am\lisis, funciones sintacticas, el hombre en la lengua, !exico y cultura. Ahora bien, de 1964 ad ha publica do numerosos estudios importantes en diferentes compilaciones y publicaciones periodicas, a veces de dificil acceso. El inmenso inten~s despertado par los Problemas de lingiiistica general, traducidos bien pronto al ingles, eI italiano y e1 espanol, suscito en buen numero de amigos y discipulos eI deseo de que la empresa siguicra adelante y aparecicse un nuevo volumen. Cuando expusimos, can M. Lejeune, este anhelo a Emile Benveniste, estuvo gustosamente de acucrdo y nos autorizo para cscoger entre sus articulos recientes (de 1965 a 1972). Reunimas asi veinte estudios (los dos primcros en forma de conversaciones), repartidos bajo las mismas seis gran des rubricas del primer volumcn, bajo la estrecha vigilancia de Emile Benveniste en persona. M. OJ. MOINFAR
[9)
I. TRANSFORMACIONES DE LA LlNGOISTICA
I. ESTRUCTURALISMO Y LINGOrSTICA 1
PIERRE DAIlC En los ultimos treinta, y aun cuarenta, ailos ha vivido usted la transformaci6n de la lingiiistica y de paso su acceso a una especie de posici6n central en las ciencias humanas, de "ciencia piloto", como dicen. Quisiera preguntarle que es 10 que Ie parece que caracteriza esta evoluci6n, esta transformaci6n, desde el punto de vista de la lingiHstica. Pero, de no tener usted inconveniente, me gustaria, a fin de situar mejor las cosas, hacerle una pregunta personal correspondiente a una que fue planteada a Jakobson en mi revista. ~Que 10 condujo a usted a la lingiiistica?
Tuve la suerte de abrazar muy joven la carrera cientifica, en gran medida bajo la influencia de un hombre que fue un gran lingiiista, que contribuy6 mucho a formar los lingiiistas y modelar la lingiiistica durante -diriamos- los veinte 0 treinta primeros ailos de este siglo: mi maestro Antoine Meillet. Su encuentro result6 decisivo para mi en vista de mi extrema juventud cuando estudiaba en la Sorbona y de que sin duda me atraia mucho mas la investigaci6n que la rutina de la enseilanza. Meillet enseilaba estrictamente gramatica comparada. Aqui hay que remontarse algo atcis, pues a traves suyo es la enseilanza de Ferdinand de Saussure la que fue trasmitida en parte a los discipulos de Meillet. Esto es muy importante para quienquiera trace de alglin modo la biografia intelectual de la lingiiistica francesa, con todo y que el Saussure que enseil6 durante diez aiios en la Ecole des Hautes Etudes no fuese el Saussure de quien tanto se habla en todas partes hoy en dia. EMILE BENVENrsTE.
P. D.
Era en cierto modo el comparatista.
E.
Era estrictamente el comparatista, extremadamente joven y
B.
1 Conversacion de Pierre Daix con !milc Benveniste, Lcs Lettres lli2 (2".30 de julio de 1968). pp. 10·13.
[13]
fran~ises.
nUm.
14
TRANSFORMACIONES DE LA LINCiHSTICA
precoz, quien apenas a los 21 a 22 afios fue adivinado y adoptado par alguien que sabia conocer a los hombres, Michel Breal. Nos reman tam as can clio al verdadero nacimiento de la Iingiiistica en Francia. Brcal adivino 10 que podia ser un Saussure, 10 que era ya. Se habia afirmado can un verdadero golpe de genio en gramatica com parada y habia rcnovado la restitucion de las form as del indoeuropeo. P. D.
,:En que epoca pasaba esto?
t. B. Exactamente en 1878. Saussure fue profesor a los 24 afios en la Ecole des Hautes Etudes, donde cnsefio del 81 al 91. De Paris volvio a Cinebra, a los 34 afios, un poco a disgusto, abandonando una carrera brillante que se Ie abria en Paris y que Breal hubiera de fijo seguido apoyando. Durante aque1 tiempo, forma a varios hombres eminentes, de una misma generacion, en particular a los dos principales: Antoine Meillet y Maurice Crammont. Los forma en cuanto a la disciplina comparativa, es decir, el ana lis is y la comparacion de cierto numero de lenguas de la misma cepa, y la restitucion sistematica de los estados antiguos, que la comparacion de las lenguas historicas permite alcanzar. Tal es la disciplina y, pudiera decirse, eI horizonte, en que la Iinguistica se desarroll6 como ciencia historica, como ciencia comparativa y como ciencia enderezada a la restitucion de estados prehist6ricos. Y todos los itinerarios de la gramatica com parada cran por naturaleza rigurosos y perseguian sin cesar mayor rigor. Fue 10 que me atrajo personalmente. Era e1 caracter de las leyes que la linguistica estaba ya en condiciones de formular y, al tiempo, el horizonte que abria sobre la extension posible del metodo a otras familias de lenguas. Y efectivamente, puede decirse que la gramatica comparada, tal como fue mode1ada en particular por Saussure, tal como la desenvol. via Meillef a su zaga, ha servido de mode1o a los intentos parale10s que se siguen haciendo hoy por hoy en otras familias de lenguas. Cuando ahora se razona acerca de las lenguas de Oceania y se procura constituir su genealogia, 0 cuando se emprende e1 mismo trabajo en el inmenso dominio amerindio, siempre es ~n mayor 0 menor medida cl mode1o indoeuropeo el que gllia las indagaciones, el que permite organizarlas.
15 P. D. a sea que la lingiiistica comparada sigue desarrolhindose en la actualidad ESTRUCTURALISMO Y LINGiHSTICA
t.
B. Mucho, y con hermosos triunfos. Pero, en fin, a eso volvcremos luego. No hay duda de que todas las lingiiisticas especializadas estan destinadas a pasar por esa fase. Actualmente se trabaja muy activamente en Francia y America para constituil esas familias de lenguas, pala coordinarlas y tratar de ver como es posible representarse eI desenvolvimiento lingiiistico de los diferentes continentes. Se realizan esfuerzos considerables en el dominio africano: varias escuelas estan en ello. De modo que no se trata en modo alguno de un metoda que este envejeciendo 0 que pertenezca a' una epoca pasada; absolutamente no. Creo que, al contrario, la lingi.iistiea comparada va a renacer transformada por entero, y de hecho se transforma. Es evidente que la que hoy practicamos no se parece nada a la fisonomia de la misma diseiplina hace treinta 0 cincuenta aiios. He aqui, pues, como se definia 10 esencial del trabajo lingiiistico en aquel tiempo. Habia tambien, sl, una lingiiistica general, pero trasponia a rasgos generales las caracteristicas des lindadas por los metodos comparativos. Los datos lingiiisticos eran los que se recogian en textos. Ahora, como estos textos son la mayoria -hablo del dominio indoeuropeo- textos muy antiguos, textos homericos, textos vedicos -y hoy en dia ya conoce us ted la nueva dimension que se agrega con los textos micenicos, que hacen retroceder cuando menos medio milenio la protohistoria del griego-, habia que interpretarios en su realidad de textos antiguos, en relacion con una cultura que ya no conoeemos. Por 10 eual eI aspeeto filologieo-historico disfrutaba de un puesto de consideracion en este estudio. Habia, por tanto, ciertos preliminares antes de abordar directamente los hechos; preliminares que evidentemente no detienen a quien estudia en conjunto el frances, el ingles, las lenguas vivas .. No diria que hubiese entontes un prejuicio contra las lenguas vivas, de ninglin modo. Solo que la iengua viva ela siempre concebida como resultado de una evolucion historica. Verdad es que teniamos delante a un hombre que contaba mucho y cuyo prestigio ha palidecido un poco a estas alturas: Gillieron, con la escuela de dialectologia francesa. Gillieron y sus discipulos
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TRANSFORMACIONES DE LA LINCUiSTICA
opinaban que precisamente la restituci6n hist6rica no aIcanzaba la realidad compleja de la lengua viva y que ante todo era preciso registrar la riqueza de las hablas, coleccionarlas mediante cuestionarios y representarlas en mapas. P. D.
E.
Los datos hablados.
Datos hablados, orales, y representados en mapas; es 10 que se lIamaba geografia lingiiistica. He aqui en cierta manera los dos polos de la Iingiiistica en los prim eros anos de este siglo. En cuanto a Saussure, casi no era leido. Habia vuelto a Ginebra. Casi de inmediato se habia encerrado en eI silencio. Sin duda sabe usted esta historia. Es un hombre que ha actuado sobre todo despues de muerto. Lo que ensen6 en materia de nociones generales, y que entra en el Curso de lingiiistica general publicado por sus discipulos, 10 ensefi6, sepase bien, a reganadientes. No hay que figurarse que Saussure fuera un hombre ridiculizado, impedido para expresarse, no. Aun no se ha hecho la historia de las ideas de Saussure. Habra muchos documentos que utilizar, en particular cartas que muestran con que estado de animo trabajaba. Saussure rechazaba casi todo 10 que se hacia en su tiempo. Hallaba que las nociones corrientes caredan de base, que todo descansaba en supuestos previos no verificados, y sobre todo que eI Iingiiista no sabia 10 que hacia. Todo eI esfuerzo de Saussure -y para responder a la pregunta que usted me hacia esto tiene importancia decisiva, puede decirse que aqui esta el viraje de la lingiiistica- se concentra en la exigencia que plante6 de ensenarle al lingiiista qUIz hace. De abrirle los oios al itinerario intelectual que sigue y a las operaeiones que practica cuando, de modo en cierta forma instintivo, razona acerca de lenguas 0 las com para 0 las analiza. lCwll es pues la realidad lingiiistica? Todo comenz6 aqui y fue aqui donde Saussure plante6 las definiciones que hoy se han vuelto ciasicas, sobre la naturaleza del signo lingiiistico, sobre los diferentes eies segun los cuales hay que estudiar la lengua, la manera como se nos presenta la lengua, etc. Pues bien, todo esto 10 elabor6 Saussure dolorosamente y sin que nada haya pasado directamente a su ensenanza, salvo por tres anos al final de su vida, los anos 1907 a 1911, durante los cuales, para suplir a un B.
F.STRUCTURALISMO Y LINGUiSTICA
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colega que se habia jubilado, tuvo que dar un curso de introduccion general a sus alum nos. Es el curso que Bally y Sechehaye publicaron y sobre el cual se ha alzado, directamente 0 no, toda la Iinguistica moderna. Opino que algo de aquello, algunos de los principios fundamentales, debia asomar en las lecciones que Saussure, muy joven, impartia en Paris: lecciones de gramatica comparada, sobre el griego, el latin, sobre el germanico en particular, pues se ocupo mucho de lenguas germanicas. Y es claro que desde aquella epoca padeda Saussure esta obsesi6n a la que se entrego afios enteros en silencio, este interrogarse sobre el valor de la lengua y sobre 10 que la distingue de todo otro objeto de ciencia. De ahi que las ideas de Saussure fueran mas facilmente comprendidas en Francia, aunque para imponerse hayan tardado tanto como en los demas sitios_ Asi, pese a todo, a traves de la gramatica com parada es toda esta inspiracion de lipguistica general la que entro en la ensefianza de Meillet. A partir de entonces, el paisaje se fue modificando, conforme poco a poco las nociones saussurianas se afianzaban, 0 eran redescubiertas por otros, 0, bajo diversas influencias, sobre todo en Estados U nidos, surgian ciertas convergencias. Es poco sabido que hombres como Bloomfield descubrieron a Saussure par su cuenta, par mucho que suela tenerse la linguistica estadounidense, y en especialla coniente bloomfieldiana, por frutos de una reflexion independiente. Hay pruebas de que Bloomfield conoela las ideas de Saussure y tenia conciencia de su importancia. P. D. ~Esto
de Bloomfield nos conduce hacia los ailos cuarenta?
E. B. Hay una reseila de Saussure, debida a Bloomfield, de 1924. Muy distinta fue la formacion de Sapir, linguista y antropologo cstadounidense. Can todo, Sapir redescubrio algunas nociones csencialcs, como la distincion entre fonemas y sonidos, alga que corresponde mas 0 menos a la distincion saussuriana entre !engua y habla. Yea usted, corrientcs independientcs han eonvergido a fin de cuentas y ocasionado el nacimiento de una linglilstica tcorica Il1uy exigente, cmpel"iada en fonnularse como eieneia y progrcsando siemprc en csta 'Irea eicntifica. Es clecir, tratando de
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TRANSFORMACIONES DE LA LINCitiSTICA
darse un cuerpo de definiciones, de enunciarse como estructura organica. Esto ha producido orientaciones muy diferentes. Esta por una parte eI estructuralismo, que de ahi saM directamente. Para un lingiiista acostumbrado a practicar eI trabajo lingiHstico y .que desde temprano -es mi caso- tuvo preocupaciones estructuralistas, es un espectaculo sorprendente la boga de esta doctrina, mal comprendida, descubierta tardiamente y en un momento en que el estructuralismo en linguistica era ya para algunos cosa superada. En mi obra he seguido brevemente la pista a la suerte lexica de este termino. En este ano de 1968, la noci6n de estructuralismo lingiiistico cumple cuarenta ailos justos. Es mucho para una doctrina en una ciencia que va muy aprisa. Hoy en dia, un esfuerzo como el de Chomsky va dirigido contra el estructuralismo. Su manera de abordar los hechos lingliisticos' es exactamente inversa. P. D. lEs decir que usted identifica el estructuralismo en lingiiistica con el periodo en que se procur6 sacar a luz las estructuras lingiiisticas propiamente dichas?
E. B. Se trat6 ante todo de mo;;trar en los elementos materialcs de la lengua y, en cierta medida, encima, en los elementos significantes, dos cosas, los dos datos fundamentales en toda consideraci6n estructural de la lengua. Primero, las piezas del juego, despues, las relaciones entre estas piezas. Pero no es nada facij, ni aun para empezar, identificar las piezas del juego. Tomemos los elementos no significantes de la lengua, los sonidos. lCuales Son los sonidos de una lengua dada? No del lenguaje en general, cuesti6n que no puede plantearse, sino de una lengua dada; esto quiere decir cu:lles son los sonidos que tienen valor distintivo, que sirven para manifestar diferencias de sentido. l Y cu:lles son los sonidos que, aunque existan materialmente en la lengua, no cuentan como distintivos sino solamente como variantes 0 aproximaciones de los sonidos fundamentales? Se aprecia que los sonidos fundamentales tienen siempre nl!mero reducido, jam:\s hay menos de 20 y jamas hay mas de 60 o cosa asL No son variaciones enormes, lPor que? En todo caso, cuando se estudia una lengua hay que determinar cuales son los sonidos distintivos. Asi, que en frances se pronuncie pauvre
ESTRUCTURALISMO Y LINCUfSTlCA
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o povre no tiene la menor importancia; es sencillamente cuestion de origen local, lno?, pero que no crea diferencia de sentido. Pero hay lenguas en las que esta diferencia, 0 algo comparable a la diferencia entre pcruvre y povre, darla dos palabras totalmente diferentes. Es la prueba de que en este caso la distincion entre 6 y 0 en frances no cuenta, mientras que en otras lenguas seria distintiva. P. D. Y, sin embargo, si en frances dice usted p6le y Paul lahi Sl cuenta?
E. B. Claro, como en saute y sotte, y por consiguiente es una distincion que hay que reconocer como fonologica, pero en condiciones por determinar. En frances tenemos fJ6, tnltese de peau 0 de pot,poco importa, pero no hay po con 0 abierta, simplemen· te porque las condiciones de articulacion del frances exigen que la 0 final de un monosilabo sea cerrada y no abierta, en tanto que marchai y marchais tienen dos fonemas distintos porque diferencian dos tiempos del verbo. Ve usted que el asunto es complejo. Paso a paso, hay que estudiar toda la lengua muy atentamente para discernir 10 que es fonema y 10 que es varianteo He aqui el nivel no significante, en eJ sentido de que se ttata sencillamente de los sonidos. Hay un nivel encima, donde se aborda el mismo problema desde puntos de vista mucho mas dificiles, cuando los elementos son los siguificantes 0 las porciones de significantes y asi sucesivamente. De modo que aqui esta la primera consideracion: reconocer los terminos constituyentes del jnego. La segunda consideracion esencial para el analisis estructural es precisamente ver cual es la relacion entre estos elementos constituyentes. Estas relaciones pueden ser extremadamente variadas, pero siempre se pueden reducir a cierto numero de condiciones basicas. Por ejemplo, no es posible que tal y cual sonido coexistan. No es posible que tal 0 cual sonido no sean sihibicos. Hay lenguas como e!' servocroata en las que r sola, como en krk, forma una silaba. En frances no es posihle esto, es preciso que haya una vocal. He aqui leyes de estructura, ycada lengua tiene una multitud. Nunca se ha acabado ·de descubrirlas. Es todo un aparejo sumamente complejo, que se va extrayendo
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TRANSFORMACIONES DE LA LINCUiSTlCA
de la lengua estudiada como un objeto, exactamente como eI fisico analiza la estructura del atomo. Tales Son a grandes rasgos, muy sumariamente, los prinCipios de la consideraci6n estructum!. .Cuando son extendidos a nociones sociales, la cosa adquiere un aire mucho mas imponente. En vez de cI Y de se habla de hombres y de mujeres, 0 de reyes y servidores. De inmediato los datos aleanzan una amplitud, y al mismo tiempo una accesibilidad que los hechos lingiiisticos no pemliten, considerados en si mismos, a su nive!. Es 10 que quiz:!s explique que estas nociones se hayan degradado a partir del momenta en que el calificativo de estructural ha sido apIicado a realidades distintas de aque\las donde naciera. No obstante, al nivel de la reflexi6n seria, e! itinerario es eI mismo, tratese de mitologia 0 de matematicas. Un epjstem610go podria mostrar que la misma consideraci6n ha sido aplicada en Iogica. en matematicas. De hecho, hay una especie de estructuraci6n de la matematica, para suceder a Ia labor mas 0 menos intuitiva que los primeros matematicos tenian por unica posible. Todo esto representa en conjunto eI mismo movimiento de pensamiento y la misma manera de objetivar la reaJidad. Esto es I" importante.
e
Acaba usted de decirnos que Chomsky rompia con esta corriente de investigacion.
P. D.
E. B. Exacto; el considera la lengua como producci6n, 10 cual es del todo diferente. EI estructuralista tiene que empezar por constituir un corpus. Asi se trate de la lengua que usted y yo habIamos. primero hay que registrarla, que ponerla por escrito. Decidamos que est:! representada por tal 0 cual libro, par 200 paginas de texto que acto seguido seran convertidas en material, clasificadas, analizadas, etc. Hay que partir de los datos. En cambio para Chomsky es exactamente al reves, parte de la palabra como producida. Mas ~como es producida la lengua? No se reproduce nada .. Al parecer se dispone de cierto numero de modelos. Ahora, todo hombre inventa su lengua y la inventa toda la vida. Y todos los hombres inventan su propia Iengua en el instante y cada quien de manera dislintiva, y cada vez dc modo nuevo. Dar a aIguien los buenos di;is cada dia de la vida.
ESTRUCTURALISMO Y LINGUiSTICA
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cs una reinvenci6n cada vez. Con mayor raz6n cuando se trata de frases, no son ya los elementos constitutivos los que cuentan, es la organizacion de conjunto completa, la disposici6n original cuyo modelo no puede haber sido dado directamente y que el individuo fabrica, pues. Cada locutor fabrica su lengua. lC6mo la fabrica? Es una cuestion esencial, pues domina el problema de la adquisici6n dellenguaje. Cuando el nino aprende una vez a decir que "Ia sopa esta demasiado caliente", sabra decir "Ia sopa no esti bastante caliente", 0 bien "Ia leche esta demasiado caliente". Construira asi frases donde utilizara en parte estructuras dadas, pero renovandolas, llenandolas de objetos nuevos, y asi sucesivamente. P. D. Pero lno cree usted -sin que pretenda yo que asi haya sido en realidad- que un proceder como el de Chomsky tenia, en cierto modo, que seguir al estructuralismo, que supone el estructuralismo?
E. B. Es \1lUY posible. Ante todo como reacci6n, acaso, contra una consideraci6n exclusivamente mecanista, empirista, de la estructura, particularmente en su versi6n estadounidense. En Estados Unidos e! estructuralismo proscribia todo recurso a 10 que llamaba "mentalismo". EI enemigo, e! diablo, era e! mentalismo, 0 sea todo 10 que se referia a 10 que llamamos pensamiento. Solo una cosa contaba, y eran los datos registrados, leidos u oidos, que pod ian ser organizados materialmente. En tanto no bien se trata de un hombre hablando, el pensamiento es rey, y el hombre esta entero en su querer hablar, es su capacidad de palabra. De manera que puede presumirse que hay una organizacion mental propia del hombre y que Ie otorga la capacidad de reproducir ciertoS modelos, aunque variandolos al infinito. lC6mo se empalman tales modelos? lCuales son las leyes que permiten pasar de una estructura sintactica a. otra, de un tipo de enunciado a otro? lC6mo se invierten a negativas las frases positivas? lC6mo es que una expresi6n formulada por medio de un verbo activo puede transformarse en fonnulaci6n pasiva? He aqui el tipo de problemas que se plantean los transfdnnacionalistas, pues se trata en verdad de una transfonnaci6n. A ese nive!, entonces, y vistas asi las cosas, la estructura fone-
zz
TIlANSFORMACION~S DE LA LINCfiisTICA
matica de una lengua tiene poca importancia. Se trata ante todo de la lengua' como organizaci6n y del hombre como capaz de organizar la lengua. Es como se explica que haya en Chomsky un retorno, bastante curioso a los antiguos fil6sofos y una especie de reinterpretaci6n de las nociones de Descartes acerca de los vinculos entre eI espiritu y la lengua. Todo esto es, a la vez, muy interesante y muy tecnico, muy seco, algebraico. Pero, hablando, hemos perdido de vista una parte del legado propiamente saussuriano, que disfruta de adelantos considerabIes; hablo de 1a ciencia de los signos que preveia, de la semiologia.
p. D,
E, B, En efecto, es un gran asunto y que acaso este aun mas a la orden del dia de 10 que se sospecha. En realidad, es cosa muy nneva. Es claro que, cuando se habla, es para decir alguna cosa, para trasmitir un mensaje. Se sabe tambien que la lengna se compone de elementos aislables, cada uno qe los cualcs tiene un sentido y que se haHan articulados de acuerdo con un c6digo. Son estos los elementos que los diccionarios catalogan, y al lado de cada uno de los cuales agregan una definicion; dan pues 10 que Haman su sentido. Pero eI simple hecho de que existan diccionarios implica en realidad un mundo de problemas. lQue es el sentido? Si se mira de cerca, se advierte que los diecionarios yuxtaponen cantidad de cosas muy dispares. Si buscamos sol, encontraremos una definicion mas 0 menos desarroHada del astro asi Hamado. Si buscamos hcu:er haHaremos doce 0 quince rubricas. Buscando en frances faire en eI diccionario de Littre, hay 80, contando las subdivisiones. lEs eI mismo sentido? lHay muchos sentidos? No se sabe. Incluso somos los primeros en plantearnos este genero de cuestion.
p, D.
E. B. Absolutamente, Suele decirse entonces que eI uso de la lengu\l regula todo esto. Pero entonces topamos con cuestiones fundamentales: lC6mo es que la lengua adm\te esta "polisemia"? lComo se organiza el sentido? Mas generalmente, lcuales son las condiciones para que alguna cosa sea dQda como signifi-
ESTRUCTURALISMO Y LINGUfSTICA
23
cante? Todo eI mundo puede fabricar una lengua, pero no existe esta, en eI sentido mas literal, en tanto no haya dos individuos que la puedan manejar nativamente. Una lengua es primero que nada un eonsenso coleetivo. lC6mo es dado? EI nino nace en una comunidad Iingiiistiea, aprende su lengua, proceso que parece instintivo, tan natural como el crecimiento fisico de los seres 0 de los vegetales, pero 10 que aprende, en realidad, no es eI ejereicio de una faeultad "natural", es eI mundo del hombre. La adeeuaci6n del lenguajc al hombre es la adecuaci6n del lenguaje al con junto de los datos que Ie incumbe traducir, ]a adecuaci6n de la lengua a todas las conquistas intelectuales que pennite el manejo de la lengua. Se trata de una cosa fundamental: e1 proceso dimimico de la lengua, que pennite inventar nuevos conceptos y por consiguiente rehacer la lengua, sabre e]1a misma en eierto modo. Pues bien, todD esto es el dominio del "sentido". Por 10 demas, estan las clases e1ementaIes de sentido, las distineiones que la lengua haee constar 0 no, aS1 las distinciones de color, par tamar ull caso clasico. No hay dos lenguas que organicen los colores ele la misma manera. lDifieren acaso los ojos? No, es la lengua 10 diferente. Por consiguiente, algunos colores no tienen "sentido" en cierto modo, otros, en cambio, tienen demasiados, y asi por el estilo. Aqui, de paso, siento la tentaci6n -es 10 que trato de e1aborar en cste mom en to- de introducir distinciones. Se ha razonado con la noci6n de sentido como si fuera lma noci6n coherente, que operase llflicamente en el interior de !a lengua. Planteo, de hecho, que hay dos dominios 0 dos modalidades de sentido, que distingo respectivamente como semi6tica y semantica. EI signo saussuriano es en realidad la unidad semi6tica, 0 sea Ia unidad dotada de sentido. Se reconoce 10 que tiene' un sentido; todas las p~labras que hay en Iln texto frances tienen, para quien posee esta lengua, un sentido. Pero importa poco que se sepa emil es dicho sentido y no hay que cuidarse de e1lo. Tal es eI nivel semi6tico: ser reconocido como poseooor 0 despojado de senbdo. Esto se define diciendo que S1 0 que no. P. D.
En tanto que la semantica .. _
E.
La semantica es el "sentido" resultante del encadenamien-
B.
TRANSFORMACIONES DE LA LINCUisTICA
to, de la adecuacion a la circunstancia y del ajuste de los diferentes signos entre ellos. Es absolutamente imprevisible. Es un abrirse al m\1ndo. En tanto que la semiotica es el ~ntido cerrado sobre SI mismo y contenido, en ciecto modo, en' Sl mismo. P. D. Es decir que, en suma, el sentido semiotico es un sentido inmediato. En ciecta manera sin historia ni ambiente.
E.
SI, aSI es. Se deterrnina por unidad aislada: se trata de averiguar, por ejemplo, si la palabra role es aceptada como significativa. SI, rOle Sl; Til no. B.
P. D.
En frances, no.
E. B. En frances ril no significa nada, no es significante, en tanto que role Sl. He aqui el nivel semiotico, es un punto de vista muy distinto del de distinguir el role de la ciencia en el mundo, el role de tal actor. Este es el nivel semantico: esta vez hay que comprender y distinguir. Es en este nivel donde se manifiestan los 80 sentidos del verbo faire 0 del verbo prendre. Son acepciones semanticas. Es cosa, pues, de dos dimensiones del todo diferentes. Y si no se empieza por reconocer esta distincion, me temo que no se sale de la vaguedad. Pero esto no pasa de ser una vision personal, que falta demostrar. Tenemos que elaborar poco a poco todo un cuerpo de definiciones en estc inmenso dominio, que no comprende nada mas la lengu8. Y csto me lIeva a la cultura. La cultura es tam bien un sistema que distingue 10 que tiene un sentido y 10 que no 10 tiene. Las diferencias entre las culturas se reducen a esto. Torno un ejemplo que no es lingiilstico: para nosotros el color blanco es un color de luz, de alegria, de juventud. En China es el color del luto. He aqui un ejemplo de interpretaci6n de sentido en el seno de la cultura; una articulacion entre cierto color y cierto comportamiento y, por ultimo, un valor inherente a la vida social. Todo ello se integra en una red de diferencias, el blanco, el negro, no valen en la cultura occidental como en la cultura extremooriental. Todo 10 que es del dominio de la cultuta participa en el fondo de valores, de sistemas de valores. De .articulacion entre los valores. Pues bien, tales valores son los que se imprimen
25 en la lengua. S610 que es un trabajo muy dificil sacarlos a relucir, porque la lengua arrastra toda suerte de datos heredados; la lengua no se transform a automaticamente a medida que la cultura se transforma. Y esto es justamente 10 que provoca a menudo la panoplia semantica. Considere usted la palabra francesa homme (tomo eI primer ejemplo que me pasa por la cabeza). Tiene usted por una parte el empleo del termino como designaci6n; por otra, los nexos de que es susceptible esta palabra, homme, y que son muy numcrosos. Por ejemplo, eI honnete homme, concepci6n que data de cierta fase del vocabulario, que se remonta a un aspecto de,la cultura clasica francesa. Al mismo tiempo, una locuci6n como ie suis votTe homme se refiere a la edad feudal. Ahi tiene usted una estratificaci6n de cultura que deja rastro en los diferentes empleos posibles. Todos estos estin comprendidos hoy por hoy por la definici6n de la palabra, porque son aun susceptibles de ser empleados con su verdadero senti do en la misma feeha. Vemos aqui el correlato de una definicion acumulativa de las eulturas. A nuestra cultura de hoy csti integrado todo el espesor de otras culturas. Es por aqui par donde la lengua puede ser reveladora de la cultura. ESTRUCTURALISMO Y LINCtifSTICA
Hay una noci6n muy importante que ha subrayado usted diciendo que el hombre no nacia en la naturaleza sino en la cultura. Creo que una de las rupturas entre la lingiiistica tal como usted la practica y -digamos- sus origenes en el siglo XVIII es que los primeros lingiiistas tenian la idea de que la lengua partia de la naturaleza y trataban de dar con procesos naturales de invenei6n de la lengua por el hombre.
p. D.
E. B. Si, y en los mismos prineipios del siglo pasado, en particular durante la primera fase de descubrimientos que permitia la gramatiea eomparada, hubo la idea de que se estaba aseendiendo a los odgenes del espiritu humano, de que estaba siendo captado eI nacimiento de la facultad de lenguaje. Se preguntaban entonces si habria nacido primero el verbo 0 el nombre. Eran planteadas cuestiones de genesis absoluta. Hoy se aprecia que semejante problema no tiene la menor realidad cientifica. La gramatica com parada, aun la mas refinada, la que beneficia las circunstancias hist6ricas mas favorables, como la de las
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TRANSFORMACIONES DE LA LINGiiiSTICA
lenguas indoeuropeas, antes que la de las semiticas, atesiiguadas con todo desde fecha mlly antigua, solo nos entrega en su reconstruccion lin trecho de unos cuantos milenarios. Es decir, una fraccion muy peqllefia de la historia Iinguistica de la humanidad. Los hombres que hacia el decimoquinto milenio antes de nuestra era decoraban las cavernas de Lascaux, eran gente que hab!aba. Es evidente. No hay existencia comlm sin lengua. Es imposible por consiglliente fechar los origenes del lenguaje, ni mas ni menos que los de la sociedad. Pero nunca sabremos como hablaban. Tenemos la certidumbre de que ni la reconstruccion mas audaz nos deja alcanzar nada que sea muy elemental. La idea de que eI estlldio Iingiiistico revelaria eJ lenguaje como producto de la naturaleza no puede ser ya sostcnida hoy. Siempre vemos eI lenguaje en eJ seno de una sociedad, en eI seno de una cllltura. Y si he dicho que el hombre no nace en la naturaleza sino en la cultura, es que todo nifio cn toda epoca, desde la prehistoria mas remota hasta ahora, aprende necesariamenle con la lengua los rudimentos de una cultura. Ninguna lengua es separable de una funcion' cultural. No hay aparato de expresion tal que se pueda imaginar que un ser hllmano fuera capaz de inventar solo. Las historias de lengllaje inven· tado, espontaneo, fuera del aprendizaje humano, son fabulas. EI lenguaje siempre ha sido inculcado a las criaturas humanas, y siempre en relacion con 10 que se lIaman realidades, que son realidades definidas, por necesidad, como elementos de cultura. Realidades definidas, en cierto modo, bajo dos aspectos, por una parte la linea hereditaria, puesto que !a .cuJtura es una cosa que se hereda y trasmite conocimientos adquiridos, pero tambien, por otra parte, eI ambiente inmediato, eI presente.
P. D.
E. B. En aosoluto; y 10 que eI nillO adquiere, aprendiendo, como se dice, a hablar, es eI mundo en el cual vive en realidad, que eI lenguaje Ie entrega y sobre el cual aprende a actuar. Aprendiendo el nombre de una cosa, adquiere el medio de obtenerla. Empleando la palabra actua, pues, sobre el mundo y muy pronto. se da cuenta oscuramente. Es eI poder de accion, de transformacion, de adaptacion, 10 que es la clave de la re!acion hu-
27 mana entre la lengua y la cultura, una relacion de integraci6n necesaria. Y de paso respondo tam bien a la pregunta que me planteaba usted acerca del pape! de la lingiiistica como ciencia plloto. En la vida de rclacion hay la diferencia de que la lengua es un mecanismo inconsciente, en tanto que un comportamiento es consciente: se cree que se comporta uno de tal 0 cual manera por razones que se e1igen 0, cuando menos, que puede uno elegir. En realidad no es esto 10 importante sino el mecanismo de la significaci6n. Es en este nivel donde eI estudio de la lengua puede tomarse ciencia piloto, ilustrandonos acerca de la organizacion mental que resu~ta de la experiencia del mundo 0 a la cual la experiencia de! mundo se adapta, no se bien emil de las dos cosas. Hay, en particular, una manera de organizar relaciones logicas que aparece muy pronto en eI niiio. Piaget ha insistido mucho en esta capacidad de formar esquemas operatorios, y esto va aparejado a la adquisici6n de la lengua. Esta red compleja reapareceria a nivel profundo en los grandes menesteres intelectuales, en la estructura de las matematicas, en las relaciones que constituyen el fundamento de la sociedad. Opino que algunos conceptos marxistas pudieran ir ingresando a su vez, ya debidamente e1aborados, en este circulo de nociones articuladas por las mismas relaciones basicas de las que la lengua ofrece la imagen mas facilmente analizable. Pero hago mal en hablar de todo esto como de teorias ya expuestas que bastaria con buscar en un libro, cuando que son cosas en las que reflexiono, pero que aun estan en e1aboracion. ESTRUCTURALISMO Y LINCUiS'l'1CA
P. D. La historia que acaba usted de contar se origina en e! tiempo de la lingiiistica comparada. Se procuraba entonces, en eI fondo, merced a la comparaci6n de las lenguas mas antiguas a nuestro alcance, reconstituir aquel mecanismo del espiritu humano, 0 al met:lOS sus mecanismos fundamentales. Y se advierte que luego de echar por tierra muchos metodos y direcciones de investigaci6n, la lingiiistica a fin de cuentas vuelve a su objeto primitivo, pero por caminos del todo diferentes, que creo mucho mas cientificos.
E. B. Mucho mas cientificos, pues no se trata ya de los origenes sino de Ios fundamentos, y en eI fundamento de todo esta la simb6lica de la lengua como poder de significaci6n.
28 P. D.
TRANSFORMACIONES DE LA LINGUiSTICA
La sim bolizacion.
E. B. La simbolizacion, el hecho de que precisamente la lengua sea el dominio del sentido. Y, en el fondo, todo el mecanismo de la cultura es un mecanismo de caracter simb6lico. Damos un sentido a ciertos gestos, no damos lIinguno a otros, en el interior de nuestra cultura. Asi es, pcro Ipar que? Sera cosa de iden· tificar, de descomponer y luego clasificar los elementos significantes de nuestra cultura, es un trabajo todavia por hacer. Se requiere una capacidad de objetivacion bastante rara. Se veria entonces que hay como una semantica que pasa par todos estos elementos de cultura y que los organiza -que los organiza en varios niveles. Esta luego la manera como estos elementos se rigen unos a otros en su valoraci6n, el predominio que hoy se concede a algunas imagenes: la jerarquia que se establece entre valores nuevos. La importancia que ganan hoy por hoy, diga· mos, ciertas cuestiones de genera cion; hace treinta anos, la nocion de juventud no tenia para nada el mismo sentido que hoy. Hay un cimimiento completo que afecta a todos los elementos, materiales 0 no, de la cultura, que va desde el vestido, la actio tud, hasta los fines ultimos de la vida. La jerarquia, la accion redproca de estos valores, y por consiguiente los modelos que uno se prop one, los objetos que uno anhela -todo se esta mo· viendo dentro de nuestra cultma, que ya no tiene nada en co· mun con 1910 0 1930. P. D. Es decir que ahora, en cierto modo, no solo la linguistica se halla situada en la situacion central de que comenzamos ha· blando, con ese caracter de ciencia piloto, sino tambien que se vuelve indisociable del conjunto de las ciencias humanas.
E.
B, Se hace indisociable, en efecto, sobre todo en virtud del hecho de que otras ciencias confluyen con ella en pos de modelos paralelos a los suyos. Puede suministrar a ciencias cuya mate· ria es mas dificil de objetivar, como la cultmologia -de admi· tirse el termino-, model os que ya no habra por fuerza que imitar \I1ecanicamente, sino que procuran cierta representacion de un sistema combinatorio, de suerte que estas ciencias de b cultura puedan a su vez organizarse, formalizarse a la zaga de
29 Ia lingiiistica. En aquello quc ya ha sido intentado en el campo social, Ia primacia de Ia lingliistica es abiertamente reconocida. No es en modo alguno a causa de una superioridad intrinseca, sino sencillamente porque can Ia Iengua estamos en el fundamcnto de toda vida de relacion. ESTRUCTURALISl\IO Y LINGOiSTICA
n. Quisiera plantearle una pregunta que se me ocurre escu· chandolo, y qlle en el fonda, creo yo, se dirige muy naturalmente aI lIniversitario que es listed. iOpina usted qlle Ia ensei'ianza de Ia lingiiistica, quiero decir Ia ensefianza universitaria ordinaria como existia, diriamos, antes de los acontecimientos, era coherente con 10 que acaba usted de decir acerca del papel de Ia Iingiiistica en las ciencias hllmanas? P.
E. B. Par desgracia, en Ia universidad se arrastra lIna carga muy pesada; se est" (0 se cstaba) sometido -ignoro que quede- a constrefiimientos arcaicos, los de los examenes, de los programas, etc. Con todo, son numerosos los lingiiistas qlle desean renovar las ensefianzas en Ia universidad. Pertenezco, como usted sabe, al College de France, donde se dispone par este Iado de completa libertad, en vista de que no hay qlle someterse a ning6n programa y de qlle, par el contrario, es precis a que un curso nunca se repita, a mas de que no haya tam poco responsabilidad de cxamenes, de cola cion de titlilos; solo se es responsable ante Ia den cia Y lIno mismo. Ahora bien, me llama mllcho Ia atencion ver que desde diferentcs rumbos se mira hacia Ia lingiiistica, hay entre los jovenes lIna curiosidad muy viva hacia las nuevas ciencias hnmanas. Se aprecia, tanto en filosofia como entre quienes tienen conciencia de Ia realidad de las ciencias sociales, de Sll espccificidad, una comprensi6n que es un fenomeno nllevo. De sllerte qlle Ia Iengua no aparece como 10 hizo tanto tiempo, como lIna espccialidad al Iado de otras, paralela, pero no mas importante. Esto alimenta Ia esperanza de que, en los pIanos un poco idcales que se dabaran, las cosas hallaran su nivel real, aunque ... P. D.
Habra que ver ...
E.
No sc bien como marchats ritos, las costumbres, etc., signoS.20 volviendo a este gran problema en eI pun to en quc Saus'Ire 10 dejo, deseariamos insistir ante todo en la necesidad de ,'" esfuerzo previo de c1asificacion, si se quiere promover el ,·dlisis y afianzar los fundamentos de la semiologia. Nada diremos aqui de la escritura; reservamos para un exa"t'Il particular ese problema dificil. Los ritos simb6licos, las urmas de cortesia, lson sistemas autonomos? lDe veras es posi.,Ie ponerlos en el mismo plano que la lengua? Solo mantienen !1la relacion semiol6gica por mediacion de un discurso: eI 'mito" que acompana al "rito"; el "protocolo" que rige las forllas de cortesia_ Estos signos, para naeer y establecerse como L, nunca el inverso. Aq ui tenemos un principio general de jerarquia, propio para ser introducido en la clasifieaci6n de los sistemas semi6ticos y que servin! para construir una teoria semiologica. Para realzar mejor las diferencias entre los ordenes de relaciones semioticas, ponemos ahora en la Illisma posicion un sistema muy distinto, el de la mtlsica. En 10 csencial, las difcrencias van a manifesblrsenos en la naturaleza de los "sign os" y cn su modo de funeionar. La mtrsica esta hecha de SONlOOS, que tienen estatuto musical cuando han sido designados y clasificados como NOT AS. No hay en mtlsica unidades directamente comparables a los "sign os" ,de la lengua. Dichas notas tienen un marco organizador, la GAMA, en la que ingresan a titulo de unidades discrctas. discontinuas una de otra, en ntllnCro fijo, caracterizada cada HIla por un ntlmero constante de vibraciones par tiempo dado. Las gamas comprenden las mismas notas a alturas diferentes, definidas por un ntlmero de vibraciones en progresion geometrica, mientras los interval os sigllen siendo los mismos. MA INTERPRETANTE
::-J
Estc punto sera desaHoHad
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por una parte, y por medio de procedimientos accesorios, por otra. . Pero inmediatamente, en cuanto se declara locutor y asume la lengua, implanta al otro delante de el, cua)quiera que sea el grado de presencia que atribuya a este otro.Q'oda enunciaciol) cs, explicita 0 implicita, una alocucion, postula un alocutario. Finalmente, en la enunciacion,: la lengua se halla empleada en la expresion de cierta relacion con el m undo. La condicion misma de esta movilizacion y de esta apropiacion de la lengua es, en el locutor, la necesidad de referir por el discl)rso y, en cl otro, la posibilidad de correferir idcinticamente, en el consenso pragmatico que hace de cada locutor un colocutor. La referencia es parte integrante de la enunciacion. Estas condiciones iniciales van a gobernar todo el mecanismo de la referencia en el proceso de enunciacion, creando una situacion muy singular y de la cual no se adquiere la menor con· ciencia. EI acto individual de apropiacion de la lengua introduce al que habla en su habla. He aqui un dato constitutivo de la enunciacion. La presencia del locutor en su enunciacion hace que cada instancia de discurso constituya un centro de referencia interna. Esta situacion se manifestara por un juego de formas especificas cuya funcion es poner al locutor en relacion constante y necesaria con su en uncia cion. Esta descripcion un poco abstracta se aplica a un fenomeno lingliistico familiar en el uso, pero cuyo analisis teorico' apenas se esta iniciando. Esta primero la emergencia de los indicios de persona (Ia relacion yo-til), que no se produce mas que en la enunciacion y por ella: el h~rrnino yo denota al individuo que profiere la enunciacion, el termino ttl, al individuo que esta presente como alocutario. De igual naturaleza y atinentes a la misma estructura de enunciacion son los indicios numerosos de la ostensi6n (tipo este, aqll:i, etc.), terminos que implican un gesto que designa el objeto al mismo tiempo que es pronunciada la instancia del termino. Las formas llamadas tradicionalmente "pronombres personales", "demostrativos", nos aparecen ahora como una clase de "individuos lingliisticos", de forrnas que remiten siempre y
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LA OOMUNICACI6N
solamente a "individuos", tcitese de personas, de momentos, de lugares, por oposici6n a los h':rminos nominales que remiten siempre y solamente a conceptos. Ahora, eI estatuto de estos "individuos Iingiiisticos" procede del hecho de que nacen de una enunciaci6n, de que son producidos por este acontecimiento individual y, si pnede decirse, "semelnativo". Son engendrados ile nuevo cada vez que es proferida una enunciaci6n, y cada vez ... ,signan de nuevo. Otr3 serie, tercera, de terminos aferentes a la enunciaci6n esta constituida por eI paradigma entero -a menudo vasto y complejo- de las formas temporales, que se determinan por relaci6n con eI EGO, centro de la enunciaci6n. Los "tiempos" verbales cuya forma axial, eI "presente", coincide con eI momento de la enun~iaci6n, forman parte de este aparato necesario. 8 Vale la pena detenerse en esta relaci6n con eI tiempo, y meditar acerca de la necesidad, interrogarse sobre 10 que la sustenta. Podria creerse que la temporalidad es un marco innato del pensamiento. Es producida en realidad en la enunciaci6n y por ella. De la enunciaci6n procede la instauraci6n de la categoria del presente, y de la categoria del presente nace la categoria del tiempo. EI presente es propiamente la fuente del tiempo. Es esta presencia en el mundo que s610 el acto de enunciaci6n hace posible, pues -piensese bien- eI hombre no dispone de ningun otro medio de vivir eI "ahora" y de hacerlo actual mas que realizarlo por inserci6n del discurso en eI mundo. Podria mostrarse mediante analisis de sistemas temporales en diversas lenguas la posici6n central del' presente. EI presente formal no hace sino explicitar el presente inherente a la enunciaci6n, que se renueva con cada producci6n de discurso, y a partir de este presente continuo, coextensivo con nuestra presencia propia, se imprime en la conciencia eI sentimiento de una continuidad que lIamamos "tiempo"; continuidad y temporalidad se engendran en eI presente incesante de la enunciaci6n que cs el presente del ser mismo, y se delimitan, por referencia interna, entre 10 que va a volverse presente y 10 que acaba de no serlo ya. As! la enunciaci6n es directamente responsable de ciertas • EI detalJe de los hecbos de Jengua que abarcamos aquj en una ojeada sintetica es expuesto en varies capitulos de nuestros Problemes de linguistique gemErale, 1 (Paris, 1966; hay trad. esp. Mexico, 1971). 10 cual nos disculpa de insistit.
EL APARATO FORMAL DE LA ENUNCIACI6N
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clases de signos que promueve, literalmente, a 13 existencia. Pues no podrian nacer ni hallar empleo en el uso cognitivo de la lengua. Hay pues que distinguir las entidades que tienen en la lengua su estatuto plena y pemlanente y aquellas que, emanadas de la enunciacion, solo existen en la red de "indil'iduos" que la enunciacion crea y en relacion con el "aqui-ahora" del locutor. Por ejemplo, el "yo", el "eso", cl "maliana" de la descripcion gramatical no son sino los "nombres" metalingiiisticos de yo, eso, ItUlfiatul producidos en la enunciacion. Aparte de las fuerzas que gobierna, la enunciacio>1 da las condiciones necesarias para las grandes funciones sintacticas.· No bien el enunciador se sirve de la lengua para influir de algtm modo sobre el comportamiento del alocutario, dispone para ello de un aparata de funciones. Esta, primero, la interrogacion, que es una enunciacion construida para suscitar una "respuesta", por un proceso ling(iistico que es al mismo tiempo un proceso de camportamiento de doblc entrada. Todas las farm as l€!xicas y sintacticas de la interrogacion, particulas, pronombres, sucesion, entonacion, etc., participan de cste aspecto de la enunciacion. Parecidamentc sen\n atribuidas los tcnninos 0 ·forl1las quc lIamamos de intimacion: ordencs, l1amados, concebidos en categorias como el imperati,'o, cI vocatil'o, qne il1lplican una relacion viva e inmediata del cnnnciador ,. cI otro. en una referencia necesaria al tiCl1lPO de la cnunciacion. Menos evidente quiz;i, pero no mcnos cierta, es I" pertenencia de la asercioll a este misl110 repertorio. Tanto en su sesgo sintcktico C01110 en su cntonacion. la asercion apullta a comu-
nicar una certidumbre, cs la manifestacion m,\s com(\I1 dc la presencia del locutor cn la cnunciacion, hasta tiene instrun1cntos especificos que la exprcsan 0 il1lplican, las palabras sf \. 110 que asertan positiva 0 ncgativamcntc una proposiciilll. La negacion como operaci6n 16gica cs indcpcndiente de la enunciacion, tiene su forma propia en fwnecs. quc es lIe ... pas. Pero la partieula asertiva 110, sustituto de lIna proposicion, se clasifica como la particula ri, cuya cstatuto com parte, entre las fonllas que participan de la enunciacion. Mas ampliamente a(m, si bien de manera menos categorizable, se disponen aqui toda Sllcrte de l110dalidades formale •.
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LA COMUNICACI6N
lInas pertenecientes a los verbos como los "modos" (optativo, sllbjunti'Co) que enuncian actitudes del enllnciador hacia 10 que enuncia (espera, deseo, aprension), las otras a la fraseologia ("quiza", "sin duda", "probablemente") y que indican incertigumbre, posibilidad, indecision, etc., 0, deliberadamente, den ega cion de asercion. 'Lo que en general caracteriza a la enunciacion es la acentuaci6n de la relaci6n discursiva al interlocutor, ya sea este real 0 imaginado, individual 0 colectivo. . Esta caracteristica plantea por necesidad 10 que puede llamarse el cuadra figurativo de la enunciacion. Como forma de discurso, la enunciacion plantea dos "figuras" igualmente necesarias, fuente la una, la otra meta de la enunciacion. Es la estructura del ditiIogo. Dos figuras en posicion de interlocutores son altemativamente protagonistas de la enunciacion. Este marco es dado necesariamente Con la definicion de la enunciacion. Podria objetarse que puede haber di,Hogo fuera de la enunciacion 0 enunciacion sin dialogo. Deben ser examinados los dos casos. En la justa verbal practicada por diferentes pueblos, y de la cual es una variedad tipica el hain-teny de los Merina, no se trata en realidad ni de diilogo ni de enunciacion. Ninguna de las partes se enuncia: todo consiste en proverbios citados y en contraproverbios contracitados. No hay una sola referencia explicita al objeto del debate. Aquel de los dos competidores que dispone de mayor provision de proverbios, 0 que los emplea mas diestramente, con mayor malicia, del modo mas imprevisible, sale ganando y es proclamado vencedor. Este juego no tiene mas que las apariencias de un dialogo. A la inversa, el "monologo" procede por cierto de la enunciacion_ Debe ser planteado, pese a la apariencia, como una variedad del dialogo, estructura fundamental. EI "monologo" es un dialogo interiorizado, formulado en "Ienguaje interior", entre un yo locutor y un yo que escucha. A veces el yo locutor es el unico que habla; el yo que escucha sigue presente, no obstante; su presencia es necesaria y suficiente para tomar significante la enunciacion del yo locutor. En ocasiones tam bien e1
EL APARATO FORMAL DE LA ENUNCIACI6N
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yo que escucha interviene con una objecion, una pregunta, una duda, un lfisulto. La forma lingiiistica que adopta esta intervencion difiere segun los idiomas, pero es siempre una forma "personal". Ora el yo que escucha se pone en el lugar del yo locutor y se en uncia pues como "primera persona"; asi en espanol, donde el "monologo" sera cortado par observaciones a injunciones como: "No, soy tonto, olvide decide que ... " Ora el yo que escucha interpela en "segunda persona" al yo locutor: "No, no hubieras debido decirle que ... " Habria que establecer una interesante tipologia de estas relaciones; en algunas lenguas se veria predominar el yo oyente como sustituto del 'locutor, poniendose a su vez cqmo yo (frances, ingJes), 0 en otras dandose par interlocutor del &\Iogo y empleando til (aleman, ruso). Esta trasposicion del dialogo a "monologo" doude EGO ora se escinde en dos, ora asume dos papeles, se presta a figuraciones 0 trasposiciones psicodramatieas: conflictos del "yo profunda" y de la "concicncia", dcsdoblamientos provoeados par la "inspiracion", etc. Suministra la oportunidad el aparato lingiiistico de la enunciacion suirrcflcxiva que comprcudc un juego de oposiciones del pranmn hre v del antonimo (en frances ie/me/moi).' Estas situaeiones pedirian una descripeibn doble, de forma lingiiistica y de condicion figurativa. Se coutenta uno demasiado facilmente can invocar 13 freeuencia y la utilidad practicas de la comunicaeion entre los individuos para admitir la situacion de dialogo como resultantc de una necesidad y prescindir de analizar sus multiples variedades. Una de elias se presenta en una condicion social de 10 mas trivial en apariencia, de las menos conocidas en verdad. B. Malinowski la ha senalado con eI nom bre de comuni6n fatica, calificandola asi como fenbmeno psicosocial de funcionamiento lingiiistico. Trazo su configuracion partiendo del papel que tiene el lenguaje. Es un proceso don de el discurso, con la forma de un dialogo, funda una aportaeion entre los individuos. Vale la pena citar algunos pasajes de este anaJisis: ' , Vet un articulo del BSL, 60 (1965). fase. I, pp. 7 Iss. Tradueimos algunos pasajes del articulo de B. Malinowski publicado eil Ogd.:n y Richards. The Meaning of Meaning. 1923. pp. 313s. IS
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LA COMUNICAC16N
EI caso del lenguaje empleado en relaciones sociales libres, sin meta, merece una consideraci6n especial. Cuando se sienta gente alrededor
de la hoguer. del pueblo despues de concJuir su faena cotidiana
0
cuan-
do charlan para descansar del trabajo, 0 cuando acompaiian un trabajo simplemente manual con un chachareo que no tiene que ver con 10 que hacen, es claro que estamos ante otta manera de emplear 13 lengua,
COn 'otro tipo de funci6n del discurso, Aqui la lengua no depende de 10 que pasa en el momento, hasta parece privada de todo contexto ,situacional. EI sentido de cada enunciado no puede ser vinculado 31 coroportamieoto del locutor 0 del oyente, 3 la intenci6n de 10 que hacen. I Una simple frase de cortesia, empleada tanto en las tribus s.lvaies como en un sal6n europeo, cumple con una funci6n para la cual el sen·
tido de sus palabras es casi del todo indifereote, Preguntas sobre el estado de salud, observaciones sobre el tiempo, afirmaci6n de un estado de cosas absolutamente evidente, todas estas cosas son interc3mbiadas no para informar, nO en este caso para ligar a personas et) acci6n, tam. poco, de fijD, para expresar un pensamiento . ..
Es indudable que estamos ante un nuevo tipo de empleo de la lengua -que, empujado por el demonio de la invencion terminol6gica, siento 13 tentaci6n de l1amar comuni6n fatica, un tipo de discurso en el cual los nexos de union son creados por un simple intereambio de
palabras, " Las pal.bras en la corouni6n tatica lson empleadas prineipalmente para trasmitir una significaei6n que es simbo1ieamente la suya? No, de segura. Desempenan una fnnci6n social y es su principal meta, pera no son rcsultado de una reflexion intelectual y no suscitan par necesidad una reflexion en el oyente. Una vez mas podremos decir que )a lengua no funciona aqui como un media de trasmision del pen. samiento. Pero lPodemos considerarla como un modo de accion? ~ Y en que relacion esta con nuestro eonccpto decisivo de contcxto de situacion? Es evidcntc que la situacion exterior no intervienc directamcnte en la tecnica de la palabra. Pero lque se puedc considcrar como situaci6n cuando un grupo de gente charla sin meta? Consistc seneillamentc en esta atm6sfera de sociabilidad y en cl hecho de 13 cOllll1nion personal de esa gente. Mas esta es de hecho consnlllada por la palabra, y la situa. cion en todos los o::asos cs crcada por cI intcrcmnbio de palabras, por los sentimientos cspecificos que forman 1a gregaridad con\'i\'ial, por cl vaiven de los decires que constituyen cI ehacoteo ordinaria. La situa. cion entera consiste en aeontecimicntos lingiiisticos. Cada enunciacion
es un acto que apunta direct.mente a Jigar el oyente al locutor por eI ncxo de algun sentimiento, social a de otro genera. Una vez mas el len. guaje cn esta funci6n no se nos manifiesta como un instrumento de reflexion sino como un modo de acci6n.
Estamos aqui en las lindes del "dialogo". Una relaci6n per-
EL APARATO FORMAL DE LA ENUNCIACI6N
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sonal creada, sostenida, por una forma convencional de enunciacion que vuelve sobre Sl misma, se satisface con su logro, sin cargar con objeto, ni con meta, ni con mensaje, pura enunciacion de pala bras convenidas, repetida por cada enunciador. EI amilisis formal de esta forma de intercam bio lingillstico esta por hacer 6 En eI contexto de la enunciacion habria que estudiar otras muchas cosas_ Habrla que considerar los cambios lexicos que la enunciacion determina, la fraseologla que es la marca frecuente, acaso necesaria, de la "oralidad"_ Tambien habria que distinguir la enunciacion hablada de la enunciacion escrita_ Esta se mueve en dos pianos: el escritor se enuncia escribiendo y, dentro de su escritura, hace que se enuncien individuos_ Se abren vastas perspectivas al amilisis de las formas com piejas del discurso, a partir del marco formal aqui esbozado_
8 S610 ha sido objcto de unas cuantas refcrencias, por ejemplo en Grace de Laguna, Speech, Its FUlI(:tioll and Development, 1927, p. 244n.; R. Jakobson, Essais de lin· gl!l.~tiq!le gt:rH.;ralc, trad. de N. Ruwet, 196\ p. 217.
III. FSTRUCTURAS Y ANALISIS
6. ESTRUCTURA DE LA LENGUA Y ESTRUCTURA DE LA SOCIEDAD 1
Senoras y senores, voy a tratar un tema que conduce ora a enun· ciar la evidencia, ora a plantearse una contradicci6n. Se trata en efecto de examinar las relaciones entre dos grandes entida· des, que son respectivamente la lengua y la sociedad. Ellenguaje es para ,I hombre un medio, de hecho el solo me· dio, de Uegar al otro hombre de trasmitirle y recibir de el un mensaje. Por consiguiente eI lenguaje pone y supone al otro. Inmediatamente, la sociedad es dada .con eI lenguaje. La sociedad, a su vez, s610 se mantiene por eI uso comun de signos de comunicaci6n. Inmediatamente, eI lenguaje es dado con la sociedad. Asi cada una de estas dos entidades, lenguaje y sociedad, implica la otra. Pareceria que se pudiera y aun que se debiera estudiarlas juntas, descubrirlas juntas, ya que juntas nacieron. Pareceria tam bien que se pudiera y aun se debiera hallar entre la uua y la otra,entre la lengua y la sociedad, correlaciones precisas y constantes, puesto que la una y la otra han nacido de la misma necesidad. Ahora bien, todos los que mas de una vez, y aun recientemente, han estudiado esas relaciones son lIevados a fin de cuentas a conduir que no se descubre en realidad ninguna relaci6n, entre la lengua y la sociedad, que revelara una analogia entre sus estructuras respectivas. Esto es bien sabido e inmediatamen· te aparente. Verificamos, en efecto, recorriendo eI mundo con una ojeada inicial, que lenguas de estructuras comparables siryen a sociedades muy diferentes entre sl. Este hecho resulta en particular de 10 que se llama la extensi6n de las lenguas comu· nes, del hecho de que una lengua sea adoptada por sociedades de estructuras diferentes que no son en principio destruidas modificadas como tales. Se ve asimismo en la historia que lenguas, por eI contrario, muy alejadas unas de otras por su tipo
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1 Linguaggi nella socjeU. e nella tecnica (Convegno intemazionaIe OJivetti. Milan, }-4·17 de octubrc de 1968), Milan, Edizioni di Comunita, 1970, pp. 459.-469.
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ESTRUCTURAS Y ANALISIS
viven y se desarrollan en sociedades que comparten el mismo regimen social. Basta con abrir los oj os hoy y ver, por ejemplo, la situacion mutua en que se hallan en la mitad oriental de Europa, donde vemos lenguas eslavas, finougrias, germanicas 0 romances servir de organos a sociedades que tienen esencialmente' la misma estructura, Si abordamos la evolucion historica, se ve tambien que lengua y sociedad evolucionan por separado. Una misma lengua se mantiene estable a traves de los vueJcos sociales mas profundos. Desde I gI7 la sociedad rusa ha sufnl:lo una profunda modificacion estructural -es 10 menos que puede decirse-, pero no ha sucedido nada comparable a la estructura de la lengua rusa. De estas observaciones tantas veces repetidas nace ese sentimiento que a menudo ha sido expresado, entre lingiiistas y antropologos, de quela sociedad y la cultura inherente a la sociedad son independientes de la lengua. Un hombre que conoda los dos aspectos de estas realidades, Sapir, afirmo que en no importa que nivel de la cultura se encuentran tipos de lenguas simples y complejos con numero infinito de variedades, y que vistas las cosas desde aqui no hay diferencia, por tratarse de la misma lengua, entre un porquero macedonio y Plat6n. Debiera pues concluirse que lengua y sociedad no son isomorfas, que su estructura no coincide, que sus variaciones son independientes, y limitarse a hacer constar esta discordancia. Pero otros autores afirman, y es no menos evidente, que la lengua es -como dicen- e1 espejo de la sociedad, que refleja la estructura social en sus particularidades y sus variaciones y que es incluso por excelencia el indice de los cambios que se operan en la sociedad y en esa expresi6n privilegiada de la sociedad que se llama la cultura. Imposible conciliar estos puntos de vista. Muestran en todo caso que el problema anda lejos de ser sencillo, y es en efecto el problema esencial de la situacion de la lengua en la sociedad; muestian tambien que la manera como ha sido debatido este problema hasta la fecha no nos acerca en 10 mas mimmo a la ~olucion. En realidad, tenemos aqui nociones inmensas, cuyas complejidades no han acabado de seT exploradas -Ia lengua y la so-
97 ciedad respectivamentc. La idea de buscar entre cstas dos cntidades rclaciones univocas que harian corresponpowa) hileras de magueyes (mepami'-A)" haria pensar en una reccion transitiva. Pero este verbo es flexionado como un intransitivo; tiene pues igual construceion que el siguiente: i.e'k w epo'lli "e! fuego-estalla", a sea "estalla POT el efeeto del fuego (i.ci,)'~ Asimismo ),a-soci>-i>k""ilowa "alga (J.a-) el Harpinta", cs dceir "pinta alga Call flores=adorna alga can 11I1 motil'o floral". En este {lltimo ejemplo e1 verba es transitivo. Ii, par Sll flexion, pew la transitividad se aplica al pronombre objeto inddinido ).a- "alga", no a soi'jJc "flor", que tiene claramente fllneion de instrumental. Dc modo que todos estos ejemplos del azteca reproducell ell deeto clmislllo modelo que tenemos en paiute. La unidad tipo]('giea cle csta clasc de verbos compuestos es verificacla Cll clos iengll "il est grand amateur de musique" "je ne m'y connais pas beaucoup" > "je ne suis pas grand connaisseur" . Este valor implica evaluacion y apreciacion. Es susceptible, l\egado cl caso, de tcrmino contra rio, tal como pietTe: "un PietTe connaisscur" < "il s'y cannait peu, mal". II] EI otro adverbio frecucntemente utilizado es· cl calificadar bien. Tiene par traspucsto el adjetiva bon: libre- "10 4uC ocurrira"). Ihevitablemente las dos cxprcsioncs tcnian que encontrarse, y confundirse CII divcrsas circunstancias de cmplco. En tal conflicto, la forma simple del futuro viejo, debilitada ya por su dualidad forma! (-b1J /-am) y por las confusiones foneticas con e\ perfecto (amilbit - amiivit), debia ceder e\ puesto.
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TRASFORMACIONES DE LAS CATEGORIAS UNGUlSTICAS
2J Al mismo tiempo se realiza progresivamente una reduecion formal del sintagma por Ejaeion del orden de sueesion infinitivo habere Y por fusiim de los dos miembros: entre la final vou\lica de los infinitivos v la inicial voc;\liea de habere a eontinuacion, desapareee h- y e's abere 10 que en adelante sera la forma portadora de flexion: essere abetis "sereis" (s. VI), aearreando venire (h)abes, videre (h)abes y preparando asi sa/verai prinderai de los Jmamelltos de Estrasbmgo. Es esta trasformaei61l del silltagma ell una forma (mica la que 10 torno apto para adoptar ell cl paradigma el puesto del antiguo futuro. Se ve aqui cl ejemplo de una locueion naeida para responder a una funeion particular y limitada, eeHida en un marco sintactieo cstrecho, quc despliega sus virtualidades propias y entonees, par un deeto de sentido imprevisible, realiza eierta expresi6n del futuro. La lcllgua explota este recurso para instituir progresivamellte una nueva forma temporal que elimina 1ft. antigua.
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Otra trasformacion perifrastica del futuro antiguo se dio en griego, y cxhibc Ull clIIioso paralclismo con la precedente. La forma antigua. del futuro es remplazada en griego medio por perifrasis concurrentes que revclan el eonflicto entre dos expresiollcs distilltas: 11na consiste en
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FUNCIONES SINT ACTICAS
men ape\1as guardaremos como seguros tres 0 cuatro compuestos cepa.' Su misma rareza los hace tipicos e incita a considerarlos individualmente. Esta primero eI constituyente -pat; "jefe, amo", muy productivo y que desde el RV tiene un _paradigma tupido: dalllpdti"afuo de casa" (gr. des-pOtls), vi§-ptiti- "jefe de clan", ;~s-Pati "jefe de familia", etc. Tambien esta bien atestiguado putra"hijo", en ra;a-putra- "hijo de rey", brahma-putra- "hijo de brahman", asi como rajan. u rey", en iana·r~ian· "rey de la raza". De esta breve lista de la mayoria de los ejemplos primeros, se extrae ya una idea precisa de la relaci6n que habia que definir. Una forrnaci6n de compuestos cuyo segundo termino es "jefe" o "hijo" 0 "rey" se caracteriza en 16gica como una funci6n de dos variables: "ser hijo" no es un predicado aut6nomo, exige otro argumento para completarse; asi "hijo, jefe, rey" valen necesariamente por "hijo-de, jefe-de, rey-de". Los nombres de esta categoria 16gica son ante todo aquellos que indican el parentesco 0 la relaci6n con un grupo social. Este rasgo esta presente tambien en eI nombre propio divo-dasa"criado del cielo'" (con divo < divas gen:, sintagma fijado como nom bre propio). De ahi eI efectivo primero tan Iimitado de esta formaci6n. Coli todo, recibe, lIegada la ocasi6n, aportaciones imprevisibles. Puede uno, por ejemplo, sorprenderse al encontrar hiral)ya-ratha- "carro de oro", y se preguntara c6mo es que hirapya-rathtf- va a ingresar en la misma c1ase que ra;a-putra"hijo de rey", vista la diferencia de estatuto 16gico entre ratha"carro" y putra- "hijo". La relaci6n se aclara por eI valor contextual de hirapya-rathtf- (RV, I, 3D, 16): no "carro hecho de oro" sino "carro lIeno de oro" (golclbe/adener Wagen: Wackernagel; ein Wagen voll QoId: Geldner); ratha- es tornado aqui como nombre de continente; se traduciria mejor: "carretada de ~ Asi, de la listita que da Wackemagel (op. cit .. p. 241, S 97) siguiendo a Arnold, para las porciones mas antiguas del. RV, habria que eliminar varios ejemplos:
n.llva-;vara-, mahll-dhana-, mahll.vira; traen adjelivos como primer termino y pertenecen asl a otra categoria, la de cancira-ml!- (d. Wackemage1. S 101); devaJcf3tra- (RV, Y, M. 7) hay que tornado como, nombre propio, de acuerdo con
Geldner (trad. ad loc.) y Renou (Et. vCd. '" pan., V, 1959. p. 80; VII, 1960, p. 45); en tal calidad se interpretacl. mucho mejor como un bahuvrThi: "cuyo kptra viene de los devas"; , ' dru-pada-. es un bahuvrThi "pie de madera", como indica ya A. J;>ebrunner (Nach· tr.ge a Wack., 11, 2, pp. 3405); sobre divo-dls.a- y hiraI,lYIiI-ratha-, ct. mas adelante.
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SINTAXIS DE LA COMPOSICI6N NOMINAL
oro". Can ella hira1Jya-rathti- se torna simetrico can ra;a-putrd-. Funciones como "carretada de (heno), pUfiado de (grana)" tienen la misma estrnctura logica que "hijo de (rey), jefe de ( familia) ", y el nexo continente-contenido es asimila ble al de miembro-totalidad, ya sea el de head hacia arrow en arrow-head, lit. "cabeza de flecha", a el de sanscr. pati- "amo (de)" hacia dam- "casa, familia" en da1Jl-pati- "amo de casa". Esta clase de compuestos cnuncia pues funciones de dos variables bajo la forma sintactica de la predicaci6n: "x es de y" realizada como "hijo cs de rey, jefe es de familia". EI compues· to se constituye can nombres que son par TUlturaleza terminos relativos que piden t~rminos complementarios, tales como nombres de parentesco a de posicion socia!. Este nucleo inicial crece can designaciones participantes de otras categorias semanticas, pero que contraen par su empleo la misma relacion logica can sus terminos complementarios. A la vez queda fijada la demarcacion de principia entre este compuesto llamado de determinacion nominal y el sintagma: este no esta some tid a a ninguna restricci6n logica y puede reunir en esta relaci6n sintactica nombres de todas clases. 4] EI tipo que podria llamarse clasico es el compuesto de primer miembro nominal, determinante, y de segundo miembro verbal, determinado: gr. hippo-damos "que doma caballos", lat. signi-fer "que porta la ensefia", sanscr. havir-ad- "que come la oblacion", a. persa ar~ti-bara- "que neva la lanza", ing!. shoemaker "que hace zapatos", ruso medv-ed' "comedor de miel" (= oso). La relacion es la misma, en orden inverso, sin eleccion ]llosible, en el tipo esp. portamonedas. Tan clara como ampliamente desarrollada, esta formacion descansa en una pro posicion libre can forma personal del verba transitivo que rige un ter· mino nominal: gr. hipp6-damos "doma caballos"; lat. signifer "lleva la ensefia", etc.' Tropezamos sin embargo con una curiosa anomalia. Par evi, Basta can aiiadir, en vista de que nuestro objeto no es la descripci6n de los com· puestos por 51 mismos, que la rclaci6n objeto nombre verbaJ transitivo sc invierte ell rccci6n pasiva clIando el t('rmino verbal del eompuesto cs cI adjetivo en ·"'to. 0 cl pal'l:icipio pasado: ingles halld·made, gr. kheiro.pojetos, lat. manu·factus, y que 1a funci6n verbal intransitiva apareee en sanser. Iathe·~tha "que csta cn cI carro", La sin· taxis de las tres diatesis se lefleja de este modo en los compuestos.
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FUNCIONES SINTACTICAS
dente que parezca la relacion planteada entre este compuesto y la proposicion libre con reccion transitiva, no puede dar. razon de la existencia de un tipo paralelo, donde los mismos elementos estan unidos por la misma relacion intema, pero en orden inverso: determinado verbal + determinante nominativo, y sin embargo con el mismo sentido global. Este tipo esta represen· tado en la mayor parte de las lenguas indoeuropeas antiguas, muy especial mente en griego y en indoiranio: gr. arkhe-kakos "que comienza el mal, que es responsable de una desgracia", phereoikos "que lleva su casa", sanscr. trasa-dasyu n. pr. "que asusta al enemigo", k~ayat-vlra- "que manda a los hombres", a. persa x§ayiir§an- n. pr. (xsaya-ar§an-) "que manda a los heroes", avo bariJ.za06ra- "que trae la ofrenda". Al parecer este tipo supone tam bien eJ una construccion libre de un verbo transitivo y de su regimen: gr. phere-oikos "lleva su casa", sanscr. trasa-dasyuUasusta al enelnigo", etc. Los dos tipos de compuestos, formalmente distinguidos por su sucesi6n, han sido siempre considerados como funcionalmente analogos y de igual sentido. Los lingtiistas que los han descrito los consideran sinonimos, tanto mas cuanto que a veces son los mismos lexemas los que estan dispuestos en orden inverso, y se dispone as! de compuestos reversibles, por ejemplo cn avestico baro.za06ra- y za06ra.bara-, que significan uno y otro "que trae (bara) la oblacion (za06ra-)". Nunca ha sido ni planteada la cuestion de una posible difereneia entre los dos ordencs. Sin embargo, es dificil pensar que los dos ordenes de composicion nominal verbal 0 verbal nominal puedan pennutarse a voluntad y exhiban variacion libre. A priori no sedan tolerables semejantes pleonasmos en una lengua donde la composieion obedece a normas fijas. Aun menos imaginable sera cI que se hayan desarrollado como 10 hicieron, si no pasaran de ser variantes cstilisticas. Tenemos que preguntamos como dos tipos de compuestos, diferentes por e1 orden de los terminos, pueden uno y otro fundarse· en la misma construccion libre de un enunciado predicativo en presente. Debe existir, en el fundamento mismo de esta construccion, una doble posibilidad sint{lctica que sc prolonga en \a doble ordenacion de tcnninos de los compucstos. En cfecto, csta presnncioll es verificada ell \a sillta,is del CIIHII-
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SINTAXIS DE LA COMFOSICl6N NOMINAL
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ciado. No en la variacion del orden entre el verbo y el regimen, puesto que este orden es libre, no condicionado, y sin efecto sobre el sentido, sino en el doble valor inherente a una forma de presente. En "lIeva ... " puede verse 0 un presente intemporal de definicion: "lIeva. . . = es portador de ... ", 0 un presente actual de descripcion: "lIeva ... = desempefia eI acto de lIevar". Tal es la diferencia qne hay que reconocer entre el compuesto griego en -<poQOC; "portador por vocacion 0 naturaleza" (definicion) y aquel en OQOC; "( camino) que lIeva a la gente" (= frecuentado); fWO
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FUNCIONf.S
SINT..\CTICAS
rcaliza por medio de dos auxiliantcs. avoir y eire, que estan en distribuci()I1 complementaria. 1 ' Avoir sirve en I" gran mavor!a, de hecho en ]a generalidad de los casas; etre en un ntnnero restringido de vcrbos. llllOS vein· te en total. . Tiene interes, a causa, ni mas ni menos, de su car:leter de excepeiones, definir 10 que parcce partienlar a esos verbos para que pidan cl auxiliantc etre. Se enumeran en seguida: aller. veniT, devenir, intervenir, stlTvenir, retourner, accounT, partir,
arriver, rester, entrer, sortir. naitre, (§Clore, 11I0urir, deceder, t011lber, echoir, monter, descendre. Estos ,-erbos son intransitivos y de ]a esfera personal. Denotan Il1ovimientos instant;,neos y de pura efectuaei{m, que eareeen de duracion y de porvenir, euya realidad coincide can su rcalizaci6n, y que no pueden proseguirse sin ncgarse: naitre y mourir, entrer v sortir: otros tantos umbralcs traspuestos, despuCs de los wales cl acto elesapareee y deja lugar al estado que cnuneia cI perfecto. Una vez rcalizado el "naeer", se "est ne" v ya nada ·cambia,,' las casas. "Partir", "Ilegar", apenas efeetuados. se "cst parti, arrin''', v cst! dieho tOdD. Una vez que sc "cst vcnu" no pucdc continuafse viniendo. En tanto que courir tiene por a uxiliante "avoir", accourir s610 admite "etre": es que significa "wnir cn courant". Estc movimicnto no puede smn ser dCl1ominado en d punta en que sc consllma; no hay mas allil. Se observara que ninguno de estos verbos pueele emplcarsc en cl presentc durativo, sino nada mas en cI presente ele definicion 0 en eI presentc historieo. l\10nter y descelldre no son execpei(\n en su "alor estricto, que es enuneiar como efeetuaeion instantanea cl movimiento haeia arriba 0 haeia abajo. Pero, en el uso, son emplcados tambien para describir el proeeso de aseCnso 0 de deseenso, y en tal easo pucden ir aeompafiados de llll termino de extension espaeia\. No es una easualidad que se introduzea entonees una situaeion flotante en la elceeion del auxiliante: "il est montC" y "il a monte trois Clages"; "il est descendu" ~' "il a descendu la pente". Tocios los demas verbos tienen el auxiliante "avoir", sean 0 l~
Dv IfiJ.l.W'V) con las alas de los angeles. • "Se advertira 1a representaci6n de OJ inacentuada por esl. u" (Meillet, £t. sur l'etym. et Ie vocab. du v. sJave, p. 187) .
lIbrio cri~tiallo Cll ,ogdiano ~ ell tnrc'~ antiguo en la compilaciclIl intitllladJ COri("lIft t"rr,tiarllJ !ltlJ~ ,fOlld JdlJ cil"iJta. Accad. dei Lincei, Rom3, 1964, pp. ~5"-91.
17. GENESIS DEL TERMINO SCIENTIFIQUE 1
La constituci6n de una terminologia propia marca en toda ciencia eJ advenimiento 0 el desenvolvimiento de una concep' tualizaci6n nueva, y con clio senala un momenta dccisivo de su historia. Hasta podria decirse que la historia propia de una ciencia se resume en la de los terminos que Ie son propios. Una ciencia no comienza a existir ni puede imponerse mas que en la medida en que hac;e existir 0 impone sus conceptos en su denominaci6n. No tiene otro modo de establecer su legitimidad sino especificar, denomimlndolo, su objeto, quc puedc ser un orden de fen6menos, un dominio nuevo 0 un modo nuevo de relacion entre ciertos datos. EI instrumental de la mente consiste primero en un inventario de tcrminos que enumeran, eonfiguran 0 analizan la realidad. Denominar, es deeir crear un con· cepto, es la operaci6n a la vez primera y [lltima de una eiencia. Considcramos asi la aparici6n 0 la transformaci6n de los ter' minos eseneialcs de una ciencia eomo aeonteeimientos principales de su evolucion. Todos los trayectos del pensamiento estin jalonados por estos terminos que indican progresos decisivos y que, incorporados a la ciencia, suseitan a su vez nuevos conceptos. Es que, siendo por naturaleza inveneiones, eslim,",Ian la inventiva. Can todo, Ia historia de la ciencia todav!a no pone cstas creaciones cn cl lugar que merccen; pasan por no interesar sino a los lexicografos. Pero hay que distinguir. Nombres de matcrias, de cuerpos nuevos -apareccn sin cesar en quimica-, tiencn un intcres de nomenclatura, pero restringido a la especialidad y, par 10 demas, como a menudo Son inventados en eJ instante 0 por asociacion arbitraria, represcntan cl cxtremo dc la paitieularidad. Los terrninos instmctil'os son los que se vinculan a un concepto nuevo designado a partir de una noci"n tcbriea ("civilizacibn", "c\'oluci6n", "transformismo", "informacion", etc.), pero tam1 L'Age de la Science, Aix, II \1969), llum 1, pp. 3-7.
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Lf:XICO Y CUL TURA
bien aqnellos que, derivados de una noci6n anterior, Ie agregan una determinaci6n nueva. Can el fin de estudiarlo aqui, proponemos un ejemplo bpieo, eI de un adjetivo tan usual que nadie Ie busea comienzo, y tan necesario que ni se imagina uno que tuvo quc comcnzar; eI adjetivo scientifique. Parece dado con la noci6n misma de science, de la que instintivamente se Ie creeria contemporaneo e inmediatamente derivado. Pero las apariencias nos cngafian tanto acerca de la relaci6n can el termino hasico como sobrc el concepto que introducc. Entre science y scientifique la relaci6n de derivaci6n formal no cs ni clara ni usual. Los adjetivos extraidos de terminos notables en las grandes provincias de la cicncia acaban generalmente en -ique (tipo sphere: spherique; atmne : atomique) 0, por via cnlta, en -al (espace: spatial; genre: general). Nada impedia la creaci6n de un adjetivo como *scientique 0 *sciential; incluso hubiera sido la forma mas natural, la que se presentaba de buenas a primcras. A la generalidad del concepto de science hubiera respondido un derivado de c1ase muy general. Asi han procedido por su cucnta Jas lenguas modernas que, fuera de la tradici6n latina, tuvicron que crear scmcjantc adjetivo. De Wissenschaft "ciencia", el aleman sac6 wissenschaftlich, de nauka "ciencia" el ruso hizo naucny;. En los dos casos el adjetivo aplica una forma sufijal, -lich en aleman, -ny; en ruso, de funci6n muy amplia y asi de debil especifieidad. Del todo opuesta es la relaei6n entre scientifique y science. Este tipo de adjetivo derivado en -fique sobre la base de un sustantivo abstracto no tiene otro representante en frances mas que precisamente scientifique, y este ocupa una situaci6n singular con respecto a la formaci6n de que participa. Si se exceptua cierto nttmero de fermas vueltas inanalizables (prolifique), los derivados en -fique no son nunca simples adjetivos de relaci6n, como 10 es scientifique ante science. Muestran una funci6n "factitiva" muy pronunciada: calorifique, frigorifique. soporifique "que produce calor, frio, suefio", pacifique "que trae la paz", honorifique "que procura honor". Repuesto a esta serie a la que ciertamente pertenece, scientifique significar:i propiamente no "de ciencia" sino "que hace ciencia". Es 10 que obsetva con raz6n Lalande:
GENESIS DEL TERMINO HSCIENTIFIQUE"
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Scientifique. Propiamente, que sirve para construir la ciencia. De Ofdinario y mas ampliamente: que cancieme a la ciencia 0 que pertenece a la ciencia.:.!
Pero no se ofrece ninguna interpretacion de este sentido propio, y no sc ve por que science -y solo science- habria recibido como adjetivo un derivado en -fique que significa "que hace (ciencia) ", mas bien que un simple adjetivo de relacion facil de formar con uno de los sufijos usuales. Ya Littre habia presentido este problema cuando, indicando la etimologia de scientifique por "Iat. scientia, scienCe, et facere, 'faire' ", observaba: Esta palabra que pareee haber sido creada en el siglo XIV significa: que haec eicncia, y es tambien c1 sentido que tiene en Oresme. s Pero con el scntida que Ie damos, estaria mejor con final en al 0 dire: scientiaI 0 scientiaire. 4
,De d6nde viene entonces que la lengua haya hecho esa eleccion singular, dejando el camino que se Ie ofrecia de una deriva cion normal, la que indica Littre? Estamos ante un caso particular, que parece salir de la norma y del que no hay causa general que de razon. Hay pues que examinar las condiciones de hecho que han producido este adjetivo. Contranamente a 10 que creia Littre, scientifique no se forma en frances. Como todos los adjetivos en -fique, viene del latin, donde la clase de los compuestos en -ficus "que hace", bien establecida desde la lengua clasica (bene-ficus "bienhechor", honori-ficus "que hace honor"), se mantuvo productiva hasta baja epoca' De hecho, scientificus data del periodo tardio del latin." Aparece por primera vez en el siglo VI de nuestra era. Es ya un 2
Lalande, Vocabulaire de philosophic, s.y. scientiJique.
a Citas del siglo Xly en Littre: "De ees parties une est scientifique ou speculative,
I'autre est raciocinative ou pratique, Oresme, Eth. 171. Et pour ee au~si que la proposition singuliere laquele est Ie derrenier tenoe en ceste pratique, n'est pas universelle ne scientifique c'est-a-dire que de eUe n'est pas science, Id. 199:' , Littre, Dictionmure, art. sCienti/ique, fin. B Acerca de estos compuestos, cf. F. Bader, La lormation des COQJpo~s nominaux du Jatin (Ann. Iith~raires de l'Univ. de Besa~on, vol. 46), Paris, 1962, pro 207·221. B En la obra ante. citada de F. Bader, scicntifiau figura .1 final de parqmo 2S0, entre 101 adjetivos en -/icul que indican sencOlamento "que Ie tefiere I.. .... MOltramos aqui que no es este el ICDtidO origin,1.
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LEXICO Y CULTURA
heeho digno de observaei6n que semejante intervalo separe seientid, usual entre los mejores autores c1ilSicos, de scielltificus, naeido siete siglos despucs. Sc dida quc la noci6n denominada seientid hubicra permanecido inerte largo ticmpo, mal dcfinida. f1u~tuante, representando segllll los casas un "sabcr", un "conacimiento", un "arte". una "tccnica", hasta alcanzar 111ucho mas tarde la ctapa de "eieneia". Y la ereaei6n de scientifiL11S en eI siglo VI pareee eonfirmar la emergeneia del eoneepto dc "eieneia" en esta epoea. Pero EOTm XUI ,IVf11 TOltTO)", dJTobfl~l; h' OJ''Y. EOTal. ()It ya{! JtOll10"El EJttO-
"llllj\'. Por dernostracicin entiendo el silogismo eientifieo, y llamo cientificn a 1111 silogismo euya pmiesi6n misma constituyc para llosotroS una cien. U 11 ~ilogismo pucdc de fijo existir sin estas condiciones, pero no cia. ~cra una delllostraei()l1. pues 110 sera productin) de cienciaY
Boccio traducc:
1"
Demonstrationem autern dico syl10gismllTll epistemonieon id est faeicn. tem scire, sed epistemonicon dieD secundum quem (in habendo ipsllm l scimus. .. l:t sine his dctllonstratio N LI~~XICA EN FRANCES
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niet tergo ... "," "supongamos que tu, mi JUpiter, acabes por morir, cuando tu reino haya vuelto a los dioses inferiorcs, lquien es el que protegcra mi espalda ... ?", indicando la ecuaei6n minutus = minoT. curculiunculos minutos fabulare, "no me ofreces mas que gorgojitos diminutos" (como quicn dice: tres veces nada); 12 vinculo entre minutus y eI diminutivo; o euge, Iitteras minutas . .. ! -Verum qui satis videat, grandes satis sunt, "jah! jque menuda eseritura!.. -Para quien tiene buenos ojos cs bastante grande"; 13 nutricas pueros infantes minutulos ut domi procurent; 14 pisciculos minlltos; '" o ossa uidelicet e pauxillis atque minutis I ossibus hie, et de pauxillis atque minutis I uisceribus uiscus gigni, "( el ensel1a) que los huesos estan formados de huesos infinitamente peque1105 y menudos; la carne, de carnes infinitamente pequel1as v menudas'" 18 , 0 mUltis' partibus hie (sc. aer) est mobilior, multisque minutioT, et mage pollens (op. aer crassior); 17 aer .. ' dispergitur ad partis ita quasque minutas corporis," "e! aire se difunde easi en las partes mas menudas del euerpo" (= superlativo); o ... ne laneum latusculum manusquc mollicellas. .. tibi flagella cOllscribillent . .. uelut minuta magno deprensa nauis in mari. .. '0 (los alrededores ponen milluta en el rango de un diminutivo) ; o salem non nimium minutum aspcrgito; '" o napi quoque, sed integri; si minuti sint, maiores etiam msecti; 21 o itaque populus milllltus laborat; nam isti maiores maxillae
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Ibid. lH, de la trad. de Ernont. Pl; Plinio VII, 21, 21, BhlllllH'T, Ikr \J:n;ima/tarii ,k.\ Diok/eitiall, p. 106. ". \'.!nilll. H H. 111. 1, 10. 1'111110 '\\ r. ~~~. dt.: 1;1 fr A) es dado por el griego. Los t