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Este volumenrecogelos trabajos más valiososy renovadoresdel profesorEugenioGarin -el más ilustre especialistamundial en la historia cultural del Renacimiento- sobrelos temasmás característicosy representativos de su larga actividad historiográfica, siempreatentaa la interacciónde doctrina intelectualy vida civil y a subrayarla necesidadde inte grarla historiade la filosofiay la historiade la cienciaen unahisto ria generalde la cultura-El lector de lenguaespairolaencontraráaqd provechosas enseñanzas sobrel¡ idea de la ciuda{ la magia y la la rqvo astrologíarenacentistas, lución científic4 el derecho/ la histori4 el pensamiento sirnbólico o la dignidaddel hombre.
revolución Ituraldel enaclmtento
Eugenio iGarin
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EUGENIO GARIN
LA REVOLUCIÓN CULTURAL DEL RENACIMIENTO P r ó l o g od e i v Il G U E LA N G E L G B A N A D A
ED¡TORIAL CRfTICA Grupoeditor¡al Grijalbo BAFCELONA
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EUGENIO GARIN
LA REVOLUCIÓN CULTURAL DEL RENACIMIENTO P r ó l o g od e N l I G U E LA N G E L G B A N A D A
EDITORIAL CRfTICA Grupoed¡torial Grijalbo BARCELONA
Pl{óLOGO
1." edición: septiembre de 1981 2." edició¡: ma¡zo de 1984 T¡aducción castellana de DOMÉNEC BERGAD¡ Maqueta: Albe¡to Corazón O 1967: G. C. SansoniSpA, Flo¡e¡rcia(cap. V); 1!6!: Moraqo Editore, Nápoles (caps.VII y VIII); 1975 y 19761cius. Laterz¡ & Figli SpA, Roma-Ba¡i (caps. I, , III, IV, VI, IX y X) O 1981 de la presente edicíón para Españay Américai Editorial Crítica, S. A., calle Ped¡ó de la Creu, J8. Ba¡celona,l4 IStsN:84-7423-154-X Depósito legal: B. 9.442-19 84 Impreso en España 1984. - Diagráfic, S.,{., Constitución, t9, Ba¡celona-14
presentevolumenviene a ser -si hacemosabstracciónde rr ir'¡tentohispanoamericano escasamente difu¡üdo en Españay ,lc algúnartículorecogidoen una obra colectiva-t la primerapre\cotaciónen castellanode la obra de EugenioGarin. Con estafeliz iniciativa(que nos atrevemosa cali.ficarcomo una de las ¡ovedatlcsmásimportantesen la historiográflafilosóficay de la culturaen lcnguacastellanade los últimos años),promovidapor Francisco Itico, Editorial Críticapone al alcancedel lector español---+scasa. rnentefamiliarizadoen térmínosgeneralescon el libro italianorrnamuesnaantológicade la obra historiográficadel profesorGa¡in en el teneno dondesu actividadseha ejercidode maneraptefetente(pero no única),dondemayoresf¡utos ha cosechado y donde rnásamplia v du¡ade¡ainfluenciaha ejercidotanto dentfo como fuera de Italia: la cultura del Renacimientoy los diferentesfrentes y áreasde la misma:cultura6losófica,cientlfica,literario-artfstica, Ia vida y representaciones teligiosas,los motivos y las doctrinaspolíticas;y siemprecon la miradapu€staen la expücitación de l¿ unidadde la cultura,en la diversidad,en lo pe¡manente!' en lo novedoso,en los cambiosde énfasisy de intetés,segrínresulta de la lecturay exhumaciónde los mismosdocumentosprotagonist. Ciét1.id r^ t';Jd ciLil eü d Retuciñiento italia"o, Uni'r. Gntnl de Venezr¡+ la, Cárrcas. 1972; ¡rarlucción de Gcrin n965¿l lcoh cras indicaciones¡ernitimos .¡ l¡ biblioc¡¡fía L1cG.rrin recogirlr ri tjnnl de l¡ pres.nre ir,trcducció¡). En Esp.ñ. :,: lÍ publiccd., su ¡¡¡ículo ¿La di¡lécricr desd¡ el sitslo xr¡ a p¡incipios de la fdad Modcrn¡¡ ltradueción de un estudio rccogido en Garin [1969]) en Abbasnd¡o y o¡tos, I¡ etolrció¡t de Ia dialéctica, Ma¡tínez Ror¡, B¡¡ccloni. 1971, pp, 132.163. En prucbas el prcse¡te volumen. ha rparecido una vetsión de Gs¡in f1976 ¿l (Peninsula, Sarcelona, 1981) )'cs inmine¡tc olri dc Garin [19J4] (Taurus, tr{adtid).
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DELRENAcrMrENfo CULTURAL ¡,r REvoLUcróN
tas del procesocultural: códicesmanuscritos,incunables,corres' actasoficiales. ^pond.rrclapersonal,diarios, Mucho es. por tanto, lo que el lector españolpodrá encontrar por Garin a lo largo de en esta selec;i¿ndel nabajo desplegado Y ¿casono esté Ce investigación. y minuciosa paciente de años el inte¡esado e innrásponeren primerp)anoque el estudioso, .luro .l prof.rionalde la hisroriade la 6losofíaasistirána Ia -aun no des¿' de una prácrica contpletas refu¡acióny superación por desacfefortuna absolutamente si bien oarecidaenteramente, partida pensapunto de del por abordarel ditada- canctevizada (lo de Descartes y obra xvll en la miento modernoen el siglo llegando hasta él ly del todo) inexacto cual no es precisam€nte la histo¡ia y de real en el desprecio oquí entr"rnosya en el error dÉ la cultura y de las ideas)medianteun salto en el vaclo desde tarciíoy graciasal orgullosoaislamientode lo el escolasticismo 6lo' definidocomo"prob)emática ap¡iorística v anamónicamente que del momento vit'a dc la cultura áesgajaóa ,ófi..u. fatairnente (desdg y a nosotros da nos deI solicitata las ¡espuestas lilósofo desla problemáticaiientífica, religiosa,política contemporánea; y sl en en su conexión del momento filosóúca la misma temática .le con el coniunto de la cultura) el marco y las llneas con que en' tende¡lo. Garin, pues-y los artlculosrecogidosen^este-volum€nson del Renala culturafilosófica cumplidamuestrade ello-, rescaLa cimientocon toda su profundacompleiidad,riquezay problematicidaden el sinuosoptocesode formaciónde la mentalidady cosmovisiónde la Europamoderna;pero tan importantecomo esto que produceese resultadoy el es la metodologíahistoriográ6ca rabajo histórico-cultural.En efecto, que preside dicho espí¡itu el másrotundomentls Garin representa de .oio urlo d. l* tt"bajos como disciplinaorla de frlosofla histo¡ia la a esaconcepciónde perfectamente dife" en sl mísma, y encerrada aislada gullosameute e intelectuaactividades culturales otras ienciadade cualesquiera de resen la búsqueda lcs v. por ello,conunahis¡oriaconsistenre -abstractos y especulativosiniciales interroganre; uno, nu.r,", lo, q". quedaríl sgotadauna esenciade lo filosóficodefinida "n t.l.oiógi."mente desdeel comienzo. yr
PRóLOGO
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Irrentea estacaricaturade histoda del pensamientofilosófico Lr nc¡ividadde EugenioGarin -du¡ante muchosaños profesor ,lc Ilistoria de la Filosofíaen la Universidadde Florenciay en los rilrimosaños,hastasu recienteiubilaciónen 1979, en 1aEscuela NormalSuperiordg pi5¿- ¡nr¡ss¡¡¿un estilo,un punto clepartida v rrnafinalidaddifercntesen el trabajohistoriográfico:una conse(r¡cnte actitud histórica encaminadaa restituir, ¿ partir de los ,rriginalesmismos,el discursocultu¡al del pasadoen su auténtica complejidad;pero dicha reconstruciónde la estructuta cultural ,ltl pnsadocon todas sus tensionesy friccionesestá ademásarticulrclacon el objetivo de una plenay conscienteinse¡ciónhistólico-culturalen el presentecontemporáneo en tanto que modalidad v nanifestaciónde la intetvencióncultural y política del intelecrr¡rl, fiel al empeñoilustrado,pero con la concienciade Ia necemediantela evidenciaemasichdde corregiry reducirlos n,rcladel saber histórico.
Esta complementación del Íabajo histórico con la intewende la cultura puederesulción en la problemáticacontemporánea tarnos más transparentesi fijamos nuestra atención en los conienzos y primeros eierciciosde Garin como histo¡iador en la décadade 1930 hastaque en los añosde la segundaguena mundial se fija de maoetadefinitivael períodoy la cultura del RenaEl <procimientocomo eje y foco central de susinvestigaciones. y los orlgenesde la modemidad,el blema del Renacimientor> problemadel vdlor que habla de concederse a la cultuta europea ilustrada,se manifiestaya modernamás allá de la autoconciencia ¡omántica>es en buenamedidauna en el siglo xrx y la (Garin 119691, pp.21i"234); <Studi su L. B. Alberti> (Ga¡ir [1975], pp. 1J3-196). Sob¡e Toscane[i. vid. (Garin [1961], pp. 311ll4). Sobre Leonar>de buenaparte de la t¡adición mágica,astrológica,alquimista (indisociablemente vinculadaen buenamedida a la medicina, astfonomía,matemáticay a la pbilosopbianaturalisen general) y la consecuente necesidadde evitar una histo¡ia del pensamiento ,generadapor la anacrónicaaplicación a los mate¡ialesde nuest¡osc¡itedosde racionalidad,empiricidacl y cientificidad,critedos surgidosprecisamentede la revolución cientlficay de un ma¡co conceptualprofundamentedistinto del que hacía razonablesy plausibleslos planteamientosde aquella
tradición ante¡ior.16En segundo lugar se t¡¿ta del lugar conspicuo y cenhal en la cultu¡a europeadel Medioevo y Renacimiento de Ia temática nágico-asüológica,de su profunda conexión con la literatura y el arte, con la filosofla y la religión, Y aqul ha venido a coincidi¡ y enlazat Garin con los planteamientosmetodológico. historiogrríÉcosy con la perspectivade un estudio integtal de las dife¡entesmanifestaciones de la cultura que caracterizaal Insti. tuto líarburg y a susrep¡esentantes (4. rüfarburg,F. Saxl,E, Panofsky,G. Bing o E. Gombrichent¡e los clásicosy D. P. \lalker y F. A. Yatesentrelos miemb¡osmásjóvenes).r7 De las conuibucionesde Garin al estudio de esta tradición mágico-asoológica dos a¡tlculosme¡ecenuna menciónespecialpor su riqueza y la gran cantidadde perspectivasque abren: y ,ambosrecogidosen 1969 en L'etá ntoaa y de nece. sa¡ia inclusión en una próxima traduccióncastellanade Gadn. En su estudio sobre el manual árabe de magia titt:JadoPicatrix en la ve¡síónlatina Garin enlazacon las investigacioaes de Ritte¡ y Plessner18e insiste sob¡e todo en una seriede puntos:la fundamentación del <arte>y de la mágicasen la metaffsicaneoplatónica(en la jemrqula ontológicay en la sympatbeial, en la docnina del spiritas y la presenciadel tema del hombre micocosmosy la autodeterminación humanaen eI cos" mos.Garin señalaque es precisamente estainserciónespeculativa
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15. Vr1ce,por ejüoplo. el p;ótosodc C¡¡in tl97?¿l ¿ la tr¿ducciónitalia¡¡r de F- Bolf-C.Bczold.V.Gu¡del, Sto¡tu¿¿l',¡strclogia. pp. vrr.xxlrr con mLryimpaft¡nre. considcr¡cioncs hisroriogríficas I mdodolósicas.
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1ó. Cf. las consideracioncscfectuadas a este respe.to cn cl ya mcncio¡a. Dimensiónmágicade la imagen,animacióny ant¡opomor6zación de un cosmosal que el hombreproyectasuspropiaspasiones, dimensión¡etóricade la nagia y de la asnología(ya declael Picatrix árabeque , Riaascirzento, n,s,, XVI (1976),pp. 245-249. 1978 Filosolia e scietzetel Norccento,Late¿a, Roma-Ba¡i.
I EDADESOSCURASY RENACIMIENTO: UN PROBLEMADE LÍMITES
Finalme¡te se produjo, como sabenos,la resolución,el des_ enlace.La larga noche ete¡¡¡acomenzóa ilumina¡secon las D¡! merasluces del alba, y surgió la reforma, el renacimientodc las artes, de las cienciasy de las costumbres.Las hecescayeron y_adlv¡no ,.. nuesno pensamiento,nuestla civilización,nuesüa frIosofía.On comftencoit á penser comme ío4s peflrorrs ag_ joutd'bui, on x'était plas batbates. Ningún nomento de la vida del esplritu humano ha sido tan bellamentedescrito como éste. Hablan de él todas nuest¡as hisro¡ias, los Discouts prélimixaires de las enciclopedias que ¡ecogentodo el saberhumano.Todas las Elosofías,Áelven sus ojos hacia este momento, y con afán enofme se esfue¡zan en recuperar,de Oriente y de Occidente,de tiempos antisuos v recientes,rodos ]os hilos otrora lanzadosy que iodavla áscilan en la mente humanacomo tela¡añasotoñales,para hacerlos convergerallí. en Ia más alta cima de la civitización humana,..
Del volurüen Rinascilc e üuohiari. secolo,I-atcna, B*i, 1976,Fp, t-t8,
Moainenti cultsr¿li dal XN
al WI
Son, como es bien sabido, palabras de Herder, de aquel en. jrrvo que pergeña¡a en 1773 eÍ Ia soledad de Bückeburg y al que ¡nndría por titulo Aucb eine Pbilosopbie der Gescbichte zar Bil.!ung det Merscbbeit, rctrato i¡ónico al que sólo pensaba añadir ,rl¡unabreve glosa.En realidad,esta imagen tan b¡illante del >arfashaba t¡as de sl una historia de siglos, y durante siglos hnbía representado un auténtico programa y una inquebrantáble fc, fe en las luces de Ia r"zótr par" -.j-orar el mundo, fe en la fue¡:,a¡le las ideas y en el trabajo de los .bi¡ba¡o> impulso dc fuerzasvitales, primordiales,elementales: .todos vuest¡osgtandesconcilios,empetadores, reyes,cardenales v scño¡esdel mundo nuncacambiaránnada,pero en cambiosí lo lr,rr'áLutero, aquel toscoe ignorantemonje>.Por otro lado, Her,l.r sabeque , Su . En el otro Rousseau, . Sin duda alguna,la imagende un pedodo de crisisy de oscr.rridad, de tinieblasnoctünas que ocupanel lugar de la luz diurna, estávinculaday halla susralcesen la visión de perfodos,edades,
pp. 865'866, y ahora, véáse rr¡nbién P. Zambelli, I¿ lotnaziore lílosoliea di Antonio Genooesi, Morarc, Nápolcs, 1972, pp. 11J-119). E¡ el De Gnec¿e li4uae ua ct üae¡tdtttia (Mutin,'e Idib. Jul. 1691), habla csctito: (Opete, M. Bclloti, Arezzo, 1771, XIt, pp. l-2\, (1942), pp. 226-242. (Posre.ior¡ne¡tc cate c$ayo fuc 4, Specshn, XVIII incluido cn cl volumcn N?dieval an¿ Renaissdke Sta¿i.t, ed. dc Euscnc F. Ric€, i!., Cornell UniveNity P¡ess, Nueva York, 1959, pp, 226-242. S€ t¡lta d€ utu te.opilación dc Ios esrudios de Mommsen, teunidoA tras su muere y presentados po. F. G. March.¡¡¡, t¡abat'os que he renido muy prcsedres sr estas páginas, Sobrc €ste volum€n, vécse Iá amplia ¡€s€ña de Martellofti ptúljcad^ en Le ere Italia e, XIü (1961), pD.255-260. Acn¡almentc el t€rco de Momms€n, t¡aducido ¡l alemá¡, se ¡e.oa€ también en el volumen Zu Bez¡ill nnd. P¡oblea da Re¿aissance, cd. de A, Buck, 'lflissenschafdiche Buchg€sellscháft, Dar¡nst¡dt, 1969, pp.
151-t79.
EDADES OSCURASY RENACIMIENTO
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ritmos ¡ecunentesde civilizacíón,de mutacionesy t¡ansmigraciode temas ncs de imperios,Son evidenteslas raíces>.5 La Asclepius .\11Lrstín dcl De Dei tomáodola incorporabaa sa ciaitate \ (lue t¿lnb difusión alcarzatáhasta llegar a su célebrecita po¡ J'¡rte de GiordanoBruno, parecíaadvertir a los soberbiosrecot' -al igual que los hombres- tie' ,l,inclolesque las civiliz¿ciones ',,n un ciclo vital que arrastrainclusoa las mismasdivinidades ..O Aegypte, Ae¡'.ypte,teligionum tuarum solae supe¡eruntfal,rlLre,eaequeincredibilespostefistuis, solaquesupereruntverba I.rpidibusincisatua pia factanarrantibus,et inhabitabitAegyptum Sevthesaut Indus aut aliquis talis, id est vicina barbaria . . Tunc r\rx terra sanctissima,sedesdelubrorumatque templofum, sepul( nrn¡m erit mortuo¡umqueplenissima.>6 Las ídeasde \a eoersioy d,ela renouatio,de 7alrunslatio aul ,lt¡censioonniam de acuerdocon el curso del reloi celeste( ParaBurdach' de los añosde la vida oel núme¡o515 es ... una transformación clelFénix, transmitidacomo tal desdela antigüedad>;.En el prólogo a-s,1recgpihaOn de arilculosde 1949,Simonerecordabaque Paul Hazard, Lientras lela algunos de los textos del Renacimiento fsncés recogidosen e1üb¡o, se vio inmediatamenteempujadoá compárarlos con posicionesanálogasde la Europa ilustrada,con el pensamientode u¡a épocaque tampocohabla tenido el menor ¡emilgo en proclamarseportadorade al tiempo que Prácticante á.1 *lto a las de los antiguos.A decir verdad, se trata de una semera¡zano casual:en no pocoscasosel siglo xvrlr cierno hacemás que desar¡ollarhastasusúltimas consealencias rcs posicion€;humanlsticas,y Georg€ Holmes ha titulado con ¡azón su volumen sobrc la primera mitad del siglo xv forentino, publicadoen 1969, Tbe Ftotextine Exlightennett, 7400-7450'16 Ún me¡or entendiniento de las relacionesentle ambas .rrnni!, innovabrx:r sr¡mm:tica, imm!rxbarur dixlectica, conrennebatur ¡heto¡ic¡: et ¡oills totius qu¡dri\';i vi.s, €v¡r.untis prio¡um ¡ecutis, de jpsis phylosophiae advtis
EDADES OSCURASY ¡.ENACIMIENTO
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ción que expetimentala figurá de Carlomagnoen pleno siglo x\¡; 1a biografíaque escribeDonato Acciaiuoli basándoseen fuentes francesassetá simbólicamenteentrcgadaa Luis XI en Parfs el .10de diciemb¡ede l46l;E aún de pasada,recordemosuna vez rnásque, segin Bruni, la caldadei Imperio romanosignificóuna fcliz libe¡aciónde las dormidasenetglasciudadanas. Elr estete¡teno se da tambiénuna significativacorrespondencia entre la cultu¡a italiana y la f¡ancesa.En sus sermonesJean Ge¡sonhablaráde una dialécticaqve oscarccetoda verdad. Las sutilezassoflsticasque el gran Cat6t ya habla querido enadicar pareclanvolver e irse inclc Roma cuandoexpulsa¡aa Carnéades filtrandoen todo campode1sabe¡.Di¡á Gerson: . En De daolici logica sc6ala¡ála existenciade dos lógicas,una propia de las ciencias físicasy especulativas, la otra de las disciplinasmoralesy pollti cas.La cisis de la cultura del siglo xrv en genetal,y Ia de las cienciasmoralesen particulat,dependía,segírnGerson,de la intrusión en las mismasde Ia lógica de las cienciasflsicas,-queorlminabacon el uso del cálculomatemáticoen el ámbito de las disciplinas morales.Peor aún: con su pretensiónde sustituir a 14 metaflsica,a Ia teologlay, en último término, a cualquier otra disciplina,la dialéctica,cuyo valor propedéuticoe instrumental y co¡rompiéndolás. nadiepone en duda,acabaadulterándolas que por lo demásno es el Getson, El testimonio de Jean único y sobte el cual ¡ra llamó la atención Pierre Duhem,u a 2i. Jean Iúonfrin, y la . A propósiro del fanoso ro¿rr maquiaveliano de1 .Evi,lcntemenle,cuando se ciefla un milenio, cl que transcu¡redel ) r r 0a l 1 5 0 0 , de De un lado Vives y Erasmo,del oro la batalla escolásdca l()s protestantes,definirán y pe¡filarán de modos diversos las ri¡rieblasanticristianasdel Medioevo,la larga nochevivida pot la filologlay la teologla,el ext¡avlode las cienciasy las bonaecrtes, I" pei.tiJa de la hananitas, y lo harríncargandoel acentosobre un; u ouo tema segúnles convenga.Vives esc¡ibirá¡ geogrríficos la imprenta),con los descubrimientos y .rnueuosmundost>),con la ¡evolución copetnicana(los , Rattegfl4 bibl. ¿ell¿ letl. italidna, IV, 1896, pp. 318-123). Orra dc hs cartas relacionadascon Ia universidad y que tá¡rpo.o h¡ sido reseñrda!'or Ghcrardi se hállá €n cl Rcs. 20, 219r,
LOSCANC¡LLrilusitul!1.{¡{IsT^sTLonENTINOS gl tadasduranie l¿.iuchacont¡a los Viscon¡i.Reaparecen las frases y los rlgulItirtos; los ¡raladcs se cimentanen la expe¡ienciav ést¿se a¡¡icuiade acucrdocon una refiexiónDermanenie. y si c; las epísrol¡soficiaiescn las quc se recogecl ;omb¡amien¡ocomo obisirode Luigi Marsilirranspiran acenfos de la másconmovedora anrisiad,¿cónto no parxr mientes en la insistenciacon que se _ -de a-ludea los esrudiosparisinosdel fraile, a la cimentación su doct¡ina ¡cológicaen ¡nc¡ecidostítulos y no en engaÁosos pri.,,ilegios?Anre-ciertos ataquesa la corrupcióny próotencia'ecle. siásticano sólo vienen¿ la ¡ncmodalas cariasdei gran agustinoa Gr¡ido clel ?ahgio, sino tamb.iénel hecho de qui orec]samente cn Florcncia,en ij6J, sc traducíael Dclcnsor iacrs de Marsilio da Padova.ro Salutatiy el sentidosecretode aquelgran movimientocultural sobreel que se asieotanuest¡acivilizaciónno estánconsisnados cn iib¡os seoa¡adosy ajcnosa los documentosclerivadosJe una ¡ctivid¿idp¡ácticaabso¡bcnte.Se enclient¡an,por el cont¡at.io,cn su constaDteconexiónI'es esto lo que constitu)¡esu sello deñni_ tc-¡io c inconfundible.En ese punto de unión e! retorno a los antiguosja¡tás asumeel carícter de retórica, y hasta que no se leanlos textosde estosprimcrosa¡tíficesdel Renaci¡:ieniocomentándolosa pie de páginacon continuasreferenciasa sus escdtos uficiales, es Jecir,a su vida públicacivil, no conseguiremos captar ¡odosu aurénticosabor.Y se trat¿además de una lecturntodavía no c¡npezada,
. 1 0 . . L ¡ , c A ¡ t x s o E c i a l e se s c r i ¡ a s : r l ¡ r o r ó s i l o d e M a n i l i o f u c : o r p a r c i a l m e o t c pu¡licadas. por, \Vesse¡ofsky. ;;;;: -Dc l¡s n:ism¡s ha estabtcci. En una solemneadmonicióna los perusinos,redactadael 19 de aso; de 1384, quedanperfectamentedelineadaslas ca¡acte¡lstica'Ce tg.dg,by* gobiemo: magistradosimparciales, sin la menor proclividad a venganzase i¡ás, gentesátemperadasy Dacftcas;ue expresenla voluntad de los ciudadanos. Mal asuntoy un g¡a¡ m¿I es situar en el gobiemodel estado a peNonas. q'reno le gustenal pueblo,que no seandel agado oe ra mulfln¡d.I\o debeelevarse a las ta¡easde gobiemoal in_ capacitado, a quienno sepaayudara la pattiacon susconsejos. .Esp¡ecrsodesembarazarse de los sediciosos y violentos,de geates que,en lugarde promoverla utilidadcóm,in,seantemidas por los ciudadanos.l3 Salutati capeó indemne el temporal de la ¡ebeldla de los cion¡i. manteniendoca¡go y estipendioantesy despuésde 13g2. Muc'há se¡a dlscuudosobresu actitud por aquellasfechasy se ha utili_ zado una carta privada escrit¿en 1j7g a Domenicodi Bandino, .! 11S:._:. habla de tumultos,sl, pero tambiénde aquellos. 20. R€9. 19, 87r:(inter e¡ qúe rrtortalium manibus aSirrnr'rr nichil ince¡tius eventu bello¡um, nichil est quod in mrioris igooraotie ñuhc Yc¡selur, nichil quod magis ult¡a vel cit¡a cogitationcs hominum soleat cveni¡e, Nec mirum, Non enim er victoria in multitudine cxercitus, non in fotrirudine bcllatorum ... Scipiooenr Afric¡nrrm di:tirse lcsimus nunquám cssc cum hostibus cnnllitendunr, n;3; ¡ur sli-
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LA REvoLUc¡óN
CULTURAL DEL RENACTMTENTo
Y para Colucciohay una sola necesidadinexorable:1¿defensa de la übertad popular. De ahí su constanteinvectiva conna las pestey desgarramiento de ltalia; de ahl que miliciasme¡cenarias, en el fragor del combatey iunto a precisasinstruccíonesa los jefes militares, siempresobrevueleun grandiosodeseode paz. de la lecturade su corespondencia,aún Si difícil es desprenderse lo es másprescindirdel volumenformadopor suscattasoficiales. Colucciovive ahí en su ciudad; ahl vive Flotencia,y la cultura flo¡entinafo¡ma un cuerpoúnico con su historia.En este matco, los clásicosson a un mismo tiempo educado¡esde un pueblo y alimentode una nuevaprácticapolítica.Con Petrarca,el retorno áe las bumanaelitteraehalla una expresiónindividualizaday sirve de regionesinexploradasdel alma; con de guía al descub¡imiento en Salutati,se transformaen expresióncoral y va estructurándose una visión de la vida dotadade una gran.fuerzaexpansiva.Es la en l¿ unicivilizaciónflorentinaque se desamollaarmónicamente Su voz resuenaen Polonia,Hungtía, dad de una ciudade1'emplar. el Bósforo,en las costasafricanas,en España,Franciae fnglateffa anunciandouna nuevaestaciónde la vida humana. Cuandoel 5 de mayode 1406 el pueblo en masaacompañaba al sepulco a su canciller,hubierapodido cincelarseen su tumba en SantaMa¡ia del Fiore el epígrafeque había soñadotreinta añosantes.Pero de hechomuy otro eta el monumentoque había levantadoen Flo¡encia.Sin haber ptoducidoobrasparangonables del Trecentoque tanto habla a las de aquellosgrandesantecesores qua cenc victoric datctut occasio, áut inevitábilis necessitasincidisset. Et pl¡re r¡t¡umque verissim€ dictr.rmest, sed large verius nunquam bellum indicendum esse, nunquam incipiendum, nisi necessitasinexotanda compellat...> {21 de.liciembre de 1180). Acerca del carícte¡ ázerosode la fo¡ttrnlr, es inteiesante leer completa Ia c¿rta de consolación que remitiera a Antonio della Scala el 22 de julio de 1381 (Reg. 19, r52¡). Sobre lcs milicins merccnariasdebe consultatsela cnrtá d€l 28 de septiembre de 138i (Reg. 20, 107r): . que 1o es la nave capitana moral de la ciudad,<del mismo modo palacio canciller sus grandes mo' vive el en una flota>; en el mentos,2
21. El tc¡to de la eplstola ad nnzaam üincipen it¡petulorcm ln sido publi_ cado pot laron, ott. ¿it., pp. 181-184. 22. El manuscrito ¿e l^ Costiluzione l¡orcntiia ¿e Btuni, coEcgido po! Plctón, es el llf¡rciano gr.406 (791). Cf. sobre el mismo, R. y F. lfasai, en torno a sí La ciudad medieval,c¡ecida desordenadamente misma,con sus edificioshacinadosa lo latgo de esrechasy torruosascalles,debe¡áse¡ sustituida por una nueva ciudad planiúse Persicadade acue¡docon un diseño racional. Paralelamente, gue la transformaciónde otdenamientossocialescomplejosy con' t¡adictoriosen órdenesorgánicamentearticulados.Se vive un mo' mento en el que, maduradoya un determinadotipo de sociedad, se repliegasobrcsí mismo,refleja sus proPiasestructurasy busca en las leccio¡esdel pasadosugerenciaspara e1 futuro, al dempo de la historia' que vincula expetienciay razón con la enseñanza (ya en el original leldos sea clásicos Es fácil hallat en textos las ideas que de filtración) múltiples formas o a través de sus los reelaboración, y libre políticos a¡quitectos, tras inspirarona aundiseñosde la ciudadideal del Renacir¡iento.Si reflexionamos que sólo seaun pocos,,bLeel proyecto leonardiano,sob¡ela lumi nosidadpensadapara el nivel elevadode la ciudady la laboriosi' dad supuestapara el baio, donde se concentraránlos serviciosy todo aquelloquepuedasatisfacetla necesidaddel hombre,incluso el másvil, no, p.i.utrrno, -más allá de Vitrubio- del reflejode platónicasenfte estadoy hombre, entre las las corespondencias y las clasesso' diversaspartesdel cuerpo humano y las La,repúblicase protegede la ti¡anla po. diu.rro, ..i¿r"r"r,-á pode¡ se entregaa nuevec.iudadanos que son renovadoscadados meses,€ústen múItiples órganosde ejecucióny cont¡ol del mis. mo, exsre una división de poderes.po¡ ot¡o lado, el estado, tanto en la promulgaciónde penascomo de >. Por ouo lado,y siempreen opinióri de Gilson,Dante se hab¡la equivocado también al delineat las telaciones entre 1o temporaly lo espiritual: <el orden temporal y polltico es tanto más sabio y feliz cuanto más acepta la jurisdicción espiritual y religiosade la lglesia. De hecho,por directo que seael ejercicio de la autoridad pontificia en el terteno temporal cuandose extiende al campopolltico, no es en sl misma ni tempoml ni poll tica en la acepcióntemporal del término>. A pesar de todo, y por todo ello, es decir, por haber proyectado quizá precisamente universal laica serla ven la mejor constituciónpolltica posiblee¡ las ar.¡tonomlas cie los Dequeñosestados,en Ia coo¡dinaciónde los diferentesór. denes,y en el plano teóricodefienclen la multiplicidadde las doctrin¿s]' puntosde vistc. El derrumbamientode los vieios ó¡denes políticosccrre parejoa la *isis de bs viejasconcepciones del muu" clo.El ¡romento dc ruptura que se vive no puedepor me¡os qlle
LA CII'DÁD IDEAL
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subrayar el valor inrlnseco de la multiplicidad. Y también nos hallamosde hechoante gentesmentalmentercpublicanas,y si en su horizonte sobrevive algrín tipo de autoridad monárquica,siempre se trata de sobe¡anosconstitucionalesque reinan, peto no gobiernan. 4, En el siglo xv el proceso de disolución de las antiguas ya su punto llmite. Nos enfrentamosa estructurasha alcanzaáo vez más clafas y a solucionesnuevas cada tomas de conciencia para situacionesque han cambiado.Son muchaslas ciudadesit¿' linn", en lnr que los nuevosgruposde ciudadanosque han alcan' mientrasreor' zadoel podet ttatan de consolidarloadecuadamente ganizanla ciudad segúnplanesadaptadosal comercio,la indrrsiria, la actividadbancariay las innovacionesadministativas.No tiene nada de casualque viejas ciudadescomunalesvean como sus centrosde poder se desplazanhacialos palaciosde los grandes banquetos,in los que se aloianlos auténticosdi¡igentespoll ticos. En el casoconoeto de Florencia,se trasladadesdeel almenado palacio de la Señorlaa la espléndidaCasaMédicis, cuya nuevaestructuraarquitectónicano hacemás que t¡aducir nuevas relacionesfuncionales. Ante tal situaciónquedavado de sentido todo discursoque contempleel retorno al pasadocomo galanteocon un mito o las de una pet' referenciasa1futuro co¡nofantásticasptefiguraciones -que de eso se tacional El compromiso fección no temporal. úticomo de apoyos clásicas teorlas de las valetse trata- intenta toda ya denocatse ha visto cuando y realizables sugerencias les insuficientes.En ottas palabras,en ,¡na se¡iéde sistematizaciones cl siglo xv el llamado mito de 1a Antigüedadno es mito, ni,la repúblicaplatónicauna utopía.Del mismomodo que Arqulmedes flsica más actualy modernoque JtranBuridá¡, Vitruop"t... "n manifiestanmuchamás vitalidad y utilidad que los bio v Platón teóricos medievales.Imitat las ciudadesantiguas,tanto en 5u ordenamientocorno en sus conshucciones,significaobedecera los dictadosde la ¡azóny la naturaleza'En su Arte d la guerra N{aquiavelose6alaclárar¡entecuán vital es )o que patecededi
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LA REvoLUcróNCULTITRAL DEr. RENAC¡MrENTo
cació¡ a . El discu¡so rigurosamentemcional es el que conviene a la ciencia. Pa¡a ¿ Dios es preciso subir los escalonesde una ascensiónque es a un mismo tiempo reconquista y regeneración intedor, un . En consecuencia, el filosofarficiniano es completay exclusivamente una invitación a z¿¡ con los oios del alma el alma de las cosas;una exhortaciónal amor a t¡avés del ¡elato de una experienciapersonala imitar; una instigación a sumergirseen las profundidadesde la propia almaporque todo devienemuchomásdaro en el senode la luz interior. De ahl un proceder por figuras reduciendo la coryulencia del dato empffico al ref¡amiento de una bella imagen,aunquetaduciendo siempre lo abstacto con lo concreto,lo estáticoy mueto con lo vivo y personal.Ficino se mantieneúel al tópico platónico de que la rafz de toda realidad es una forma pura y el movimiento del saber es el procesoque se dirige desdela impresiónsensiblehacia la idea, a la que nos aproximamosmásque a travésde un término verbal-conceptual por medio de la rica fluidezde una imagenque guía a la mentehastala intuición de la supremaluz. Cuandoel homb¡eve al hombrecon los oios, fabricasu imagen en la fantasíay seap¡esraa iuzgarla.Paratal elerciciodel alma, aprestalos ojosde la menteparaver la ¡az6no la ideade hombre que se encier¡aen esaluz divina. De súbito salta y rcsplaadececn la me[te unachispa,y secomprende la verdadera natu¡alezadel homb¡e.Y asl sucede conlas demáscosas. Por tanto, sdlo ¡ecoriendo de modo exhaustivolas imásenes ficinianaspodremosseguir fielmenteel itinerario de su pin. samiento,a pesar de que siga mostándosenoshuidiza la meta, ubicadacomo estáen aquellaunión amorosaque es la muertedel
MARSILIO FICINO
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sabio, que --como dice el 6lósofo- <por tal muerte dsciendea más sublime vida>.ro Sin duda alguna,el tema cent¡al es el homble, o meior aú¡, la interioridad,un alma plotinianamenteseño¡adel cuerpo y de él libe¡adamás que en él encenada.Pero de ptonto el discurso se deslizahaciala imagenavicenianade un hombrevolador, libre en un espaciosin resistencias, sin estlmuloso solicitacionessen soriales,donde el cuerpoparecedesvanecetse casi pot completo y diluirse en una lontananzatotal de todas las cosas,mientfasel alma consiguecomprenderse a sl misma como actividadpura y autónoma. Y he aqul el motivo del hombre oio del mundo, espeiodel universo,que recogey ttaduce a concienciala imagende Dios difundidapor doquier: , Todo se configuracomo luz reco gida y reflejadaespecularmente por ojos videntes,ojos que viven de una luz secretapropia: ,Todo es una ir¡adiación lumínica del Padre; una especiede sonrisala hace vibrat y de ella saltan chispas,las almas; todo el mundo es como un discursohechode ojeadasy miradas.Y concluyeFicinor . Estamosante el tema del homb¡e como nudo o himeneodel mundo, en el que se enlazantodos los órdenesde la ¡ealidad, todaslas gradaciones del ser, la sedeen que confluyenel mundo superiory el inferior. El homb¡e lo recogetodo en sf, se diluye en el cosmosa t¡avésde su visión consciente,leconducea una rínica fuente tbdos los fragmentosdispersos,en una ci¡culaddad 10. E. Gombrich,